/ sábado 4 de mayo de 2019

A los hombres de carácter les gusta oír hablar de sus faltas, a los otros no

Ferreti, Alonso, Caixinha y Herrera son de carácter, pero no te les acerques porque muerden

Fin del torneo Clausura 2019, y una vez concluido esto, inicia el injusto proceso que decidirá cuál de los 18 equipos es el campeón. ¡Injusto! Sí, porque el verdadero Campeón es el que al final consiguió acumular más puntos que los demás. Termina la competencia y ese equipo, el que se ubicó sobre todos, merecidamente debe de ser premiado con el título de Campeón. Sí, depués, muy al estilo de las competencias gringas, que constituyen el síndrome que nos mantiene atrasados, pensando que si finalmente la Federación Mexicana de Futbol decide concederle al Veracruz, no sólo la permanencia en donde no merece estar, sino también la oportunidad de entrar en la Liguilla, si la gana, esa estupidez que domina nuestra inteligencia haga felices a los jarochos creyendo que verdaderamente su equipo, incapaz de ganar un solo juego, es el mejor de todos porque ganó el último.

¿Por qué no concederle a la Liguilla otro título que no sea el de Campeón de Liga? ¿Por qué no iniciar una competencia para encontrar al campeón de Liguilla? Pues no se implanta, simplemente porque si no se compitiera como se hace actualmente, habría equipos que no podrían ser Campeones en un torneo, para ocupar el lugar diecisiete a la siguiente competencia. Hoy tengo tres candidatos a ser víctimas de la mala fortuna, Pedro Caixinha, Diego Alonso y Miguel Herrera, cuyos equipos han sido señalados por la mala suerte haciéndolos víctimas de las lesiones, las cuales no voy a enumerar, pues son de todos sabidas.

Y resulta extraño que en la actualidad, como nunca antes se había visto, tenemos instituciones con un potencial económico que ha permitido que en nuestra Liga MX se encuentren las plantillas más caras del continente americano, lo que ha permitido que nuestros analíticos del futbol opinen que Tigres, Monterrey, Cruz Azul y América cuentan con dos alineaciones titulares. Sin embargo, ha ocurrido en casos como el Monterrey, que ha tenido que remendar su alineación en hasta siete posiciones, ganando la mayoría de las veces, sí, pero con muchos apuros y más por la intención directriz que por el buen oficio de los jovencitos a los que en tales condiciones les llega su oportunidad.

Hay casos en los que no es necesario que siete jugadores titulares estén convaleciendo de una lesión, como lo es el caso de Tigres, al que faltándole un solo jugador, el francés André Pierre Gignac, la efectividad del equipo se cae igual que al que se le descomponen siete. Con muchos apuros, pensándolo mucho y, con el riesgo de volverlo a perder cuando va a iniciar la Liguilla, el "Tuca" Ferreti le concedió minutos dada la importancia que para la institución representa ganar la Liga de Campeones de Concacaf, título que se le ha negado y que por cuarta ocasión se va a las vitrinas del odiado rival. Pocos minutos para Gignac en los que acusó una muy marcada baja de juego. Después viene un poco más de tiempo manifestándose aún fuera de ritmo hasta que, finalmente, en el último partido, el definitivo, se le concede todo un medio tiempo, del que el Monterrey lo más que disfrutó fue el silbatazo final del árbitro, pues el francés, habiendo anotado el gol del empate, se encontraba ya desatado.

Cruz azul, apoyado siempre por una afición que en esta etapa ha sabido comprender los problemas de su director técnico para conformar el equipo que tiene en mente y, poder entregar resultados positivos, lo hace con mucha frecuencia, pagando con la baja generalmente de un jugador base, siendo esto tan frecuente que los críticos han llegado a tomar como excusas para justificar la larguísima mala racha de los cementeros, hasta que, sin lograr aún alcanzar la puesta a punto, han vuelto a calificar para la Liguilla y que haciéndolo con menos brillantez de lo que lo hicieron en la pasada campaña, llevan ahora consigo el plus que significa la experiencia de los errores cometidos, que no se pueden olvidar porque siguen doliendo.

Tal vez, el equipo más dañado por las lesiones en este período ha sido el América, tan es así, que como pocas veces he podido ver en la cara del guerrero Miguel Herrera la angustia que en más de una vez nos ha ensordecido con un silencioso ¡Heeeeeelpppp!... Si Tigres ha esperado días para que Gignac recupere su forma, pienso que Miguel ni siquiera cuenta con Oribe Peralta ni con el francés Menez y, tiembla cada vez que Ibarra o Ibargüen van a dar al suelo, pues ambos son el sustento de su ataque, que echa y echa balones a donde ni Nico Castillo, ni Roger Martínez ni Henry Martín se han mostrado como los goleadores que un equipo grande necesita, Así, el América depende totalmente de una roquiza base: Marchesin, Bruno Valdez, Emanuel Aguilera, Edson Álvarez y Guido Rodríguez. Así, Miguel Herrera estará haciendo oración para que el colombiano Benedetti se recupere y vuelva a ofrecer las buenas actuaciones que ha brindado y, que su paisano Mateus Uribe recupere la buena forma con la que nos convenció de su gran calidad... Ferreti, Caixinha, Alonso y Herrera... Cáracter puro.

Hasta pronto amigo.

Ferreti, Alonso, Caixinha y Herrera son de carácter, pero no te les acerques porque muerden

Fin del torneo Clausura 2019, y una vez concluido esto, inicia el injusto proceso que decidirá cuál de los 18 equipos es el campeón. ¡Injusto! Sí, porque el verdadero Campeón es el que al final consiguió acumular más puntos que los demás. Termina la competencia y ese equipo, el que se ubicó sobre todos, merecidamente debe de ser premiado con el título de Campeón. Sí, depués, muy al estilo de las competencias gringas, que constituyen el síndrome que nos mantiene atrasados, pensando que si finalmente la Federación Mexicana de Futbol decide concederle al Veracruz, no sólo la permanencia en donde no merece estar, sino también la oportunidad de entrar en la Liguilla, si la gana, esa estupidez que domina nuestra inteligencia haga felices a los jarochos creyendo que verdaderamente su equipo, incapaz de ganar un solo juego, es el mejor de todos porque ganó el último.

¿Por qué no concederle a la Liguilla otro título que no sea el de Campeón de Liga? ¿Por qué no iniciar una competencia para encontrar al campeón de Liguilla? Pues no se implanta, simplemente porque si no se compitiera como se hace actualmente, habría equipos que no podrían ser Campeones en un torneo, para ocupar el lugar diecisiete a la siguiente competencia. Hoy tengo tres candidatos a ser víctimas de la mala fortuna, Pedro Caixinha, Diego Alonso y Miguel Herrera, cuyos equipos han sido señalados por la mala suerte haciéndolos víctimas de las lesiones, las cuales no voy a enumerar, pues son de todos sabidas.

Y resulta extraño que en la actualidad, como nunca antes se había visto, tenemos instituciones con un potencial económico que ha permitido que en nuestra Liga MX se encuentren las plantillas más caras del continente americano, lo que ha permitido que nuestros analíticos del futbol opinen que Tigres, Monterrey, Cruz Azul y América cuentan con dos alineaciones titulares. Sin embargo, ha ocurrido en casos como el Monterrey, que ha tenido que remendar su alineación en hasta siete posiciones, ganando la mayoría de las veces, sí, pero con muchos apuros y más por la intención directriz que por el buen oficio de los jovencitos a los que en tales condiciones les llega su oportunidad.

Hay casos en los que no es necesario que siete jugadores titulares estén convaleciendo de una lesión, como lo es el caso de Tigres, al que faltándole un solo jugador, el francés André Pierre Gignac, la efectividad del equipo se cae igual que al que se le descomponen siete. Con muchos apuros, pensándolo mucho y, con el riesgo de volverlo a perder cuando va a iniciar la Liguilla, el "Tuca" Ferreti le concedió minutos dada la importancia que para la institución representa ganar la Liga de Campeones de Concacaf, título que se le ha negado y que por cuarta ocasión se va a las vitrinas del odiado rival. Pocos minutos para Gignac en los que acusó una muy marcada baja de juego. Después viene un poco más de tiempo manifestándose aún fuera de ritmo hasta que, finalmente, en el último partido, el definitivo, se le concede todo un medio tiempo, del que el Monterrey lo más que disfrutó fue el silbatazo final del árbitro, pues el francés, habiendo anotado el gol del empate, se encontraba ya desatado.

Cruz azul, apoyado siempre por una afición que en esta etapa ha sabido comprender los problemas de su director técnico para conformar el equipo que tiene en mente y, poder entregar resultados positivos, lo hace con mucha frecuencia, pagando con la baja generalmente de un jugador base, siendo esto tan frecuente que los críticos han llegado a tomar como excusas para justificar la larguísima mala racha de los cementeros, hasta que, sin lograr aún alcanzar la puesta a punto, han vuelto a calificar para la Liguilla y que haciéndolo con menos brillantez de lo que lo hicieron en la pasada campaña, llevan ahora consigo el plus que significa la experiencia de los errores cometidos, que no se pueden olvidar porque siguen doliendo.

Tal vez, el equipo más dañado por las lesiones en este período ha sido el América, tan es así, que como pocas veces he podido ver en la cara del guerrero Miguel Herrera la angustia que en más de una vez nos ha ensordecido con un silencioso ¡Heeeeeelpppp!... Si Tigres ha esperado días para que Gignac recupere su forma, pienso que Miguel ni siquiera cuenta con Oribe Peralta ni con el francés Menez y, tiembla cada vez que Ibarra o Ibargüen van a dar al suelo, pues ambos son el sustento de su ataque, que echa y echa balones a donde ni Nico Castillo, ni Roger Martínez ni Henry Martín se han mostrado como los goleadores que un equipo grande necesita, Así, el América depende totalmente de una roquiza base: Marchesin, Bruno Valdez, Emanuel Aguilera, Edson Álvarez y Guido Rodríguez. Así, Miguel Herrera estará haciendo oración para que el colombiano Benedetti se recupere y vuelva a ofrecer las buenas actuaciones que ha brindado y, que su paisano Mateus Uribe recupere la buena forma con la que nos convenció de su gran calidad... Ferreti, Caixinha, Alonso y Herrera... Cáracter puro.

Hasta pronto amigo.