/ sábado 7 de julio de 2018

A sangre fría

El verdadero nombre de Truman Capote, era Truman Streckfus Persons, hijo de Lilie Mae Faulk, adoptaría el apellido del segundo marido de su madre, un simpático cubano avecindado en Nueva Orleans llamado Joe García Capote.

Era un producto natural Capote del profundo sur de los Estados Unidos; esa región conservadora, radical y patriotera, donde surge el Ku kux Klan, la perversa organización que al principio se creó por parte de los republicanos para combatir a los demócratas progresistas y amantes de la libertad y terminó siendo una secta infernal dedicada al homicidio masivo de los hombres de color que vivían en la esclavitud y que por el hecho natural de aspirar a ser libres eran quemados vivos por esta endemoniada agrupación de la que aún quedan vestigios que ahora en estos días se dedican a "cazar" inmigrantes que llegan al país del mercado libre en busca de una mejor oportunidad de vida.

EL sur, el profundo sur estadounidense, que desconoció a Abraham Lincoln, por haber abolido la esclavitud, e iniciaron la Guerra Civil de ese país que al final perdieron; ha sido un vigoroso manantial vivificante para la literatura norteamericana. En esa zona -que pertenecía a nuestro país y que nos fue robada en 1847- nacieron entre otros William Faulkner, Flanney O'Connor, (una de las escritoras más admiradas por Capote) Carson McCullers y el legendario dramaturgo y escritor, autor de esa inmortal obra de teatro que allá por los setentas tuve la oportunidad de presenciar en Brodway: "Un Tranvía Llamado Deseo", donde trata con una crudeza excepcional el tema de la homosexualidad, del cual Tenesse Williams era un convencido de practicarla públicamente sin tapujo alguno.

Creo que a diferencia de Oscar White, que solo demostró magistralidad escritural en un cuento muy conocido como es: "La Importancia de Llamarse Ernesto" y otro cuento menor, pero que goza de un enorme prestigio entre los seguidores de este escritor Irlandés, que trascendió los límites del anonimato y vivió en la plenitud de la fama merced a su vida escandalosa en medio de una Europa que se debatía en la oscuridad de una moral victoriana. Me refiero a "El Retrato de Dorian Grey".

Capote en cambio también fue protagonista de una vida llena de comportamientos condenables y sodómicos, que en estos días parecerían ser normales y aspiracionales para algunos grupos sociales en decadencia. A diferencia de Oscar Wilde, la narrativa de Capote está llena de una valor literario innegable que dejó para la posteridad una escuela que hoy en día es puesta en práctica por una serie de periodistas cultos que culminan su carrera convirtiéndose en estupendos escritores reconocidos por la crítica internacional como es el caso de Jorge Zepeda Patterson.

Truman Capote es el autor de la novela sin ficción, es decir convierte la realidad en una modalidad de fantasía, pero que en el momento de dejar de leerla se da cuenta el lector que lo que acaba de leer no es más que la narrativa de un hecho sangriento convertido por personajes psicópatas que nos pondrían a temblar si los tuviéramos en nuestra vida diaria, pero gracias a la magia narrativa y literaria de Capote se convierten en novelas inmortales que ca- recen de ficción porque están fundamentadas en la realidad, triste y dura, pero al fin la realidad que siempre resulta ser mayor que la fantasía.

A sangre fría, escrita por Truman Capo- te en 1966 es indudablemente su trabajo más celebrado, con ella acuñaría el termino: Non-fiction-novel, creando un referente para lo que luego sería el nuevo periodismo estadounidense. La novela, publicada tras cinco años de intensa investigación, reseña el suceso real del asesinato de la familia Clutter, y es llevada al cine en 1967 por el director Richard Broox. De la novela "A Sangre Fría" se venderían más de cuatrocientos mil ejemplares, permaneciendo en la lista de los libros más vendidos de Nueva York durante más de treinta y siete semanas.

Capote era un muchacho sureño que muy joven percibió y disfrutó su homosexualidad, usaba un flequillo y estaba vestido siempre para la foto. Su perfil no respondía a los canones del ideal de belleza masculino de la época: no era alto, ni atlético, ni viril. Pero existía algo en su aspecto pienso que podría ser su antroginea o una mirada en la que lograba ocultar todo lo perverso que demostró ser cuando escribió: "Otras voces, otros ámbitos" en donde hace una fotografía de la sociedad norteamericana y artística que agitaría la conciencia y la doble moral puritana del americano medio.

Diez años antes en París, siempre ha sido París quien inicia el principio de la innovaciones artísticas y literarias, no en vano Guivani Papini sentencio que América había sido construida con los desperdicios de Europa. Brillaba como un enfant terrible Francoise Sagan, quien había escrito "Buenos Días Tristeza" a los diecinueve años de edad y que se convirtió en un boom de la literatura Francesa y del mundo, apenas tenía diecinueve años esta jovencita, de clase acomodada que redactó en su narrativa toda la forma laxa como vivía el sector social al que pertenecía, en el que los ingredientes sobresalientes eran el sexo, el alcohol y las drogas. En Estados Unidos, en América, el enfant terrible sin duda es Truman Capote; no hay otro hasta estos días.

Siendo un niño Capote era entrañable amigo de Harper Lee, quien era su vecina cuando vivió en el sur de Estados Unidos, Harper Lee es la autora de un libro estupendo que se llevó al cinematógrafo y que interpretó Gregory Pek: "Matar un Ruiseñor" un tema racista que tiene lugar en un pequeño pueblo de Alabama donde los dos escritores vivían. Capote en lugar de ir al cine acudía a las audiencias donde se tramitaba el juicio en la que el condenado era un hombre de color a quien se acusó de un crimen que no cometió.

Más tarde cuando ya había publicado "Otras voces, Otros ámbitos", Capote confesó que el personaje de Idabel lo había tomado precisamente de la conducta y la forma de ser solidaria y voluntariosa de su amiga Harper Lee.

Capote sostenía la tesis que "la escritura fáctica con todas las técnicas de la ficción -algo que un periodista jamás pensaría en utilizar- es un arte tan elevado como la ficción moderna, y sin duda capaz de superarla" estoy de acuerdo con él, lo demostró de forma palmaria con su obre maestra, "A Sangre Fría". Cuando leyó la noticia del asesinato de la familia Clutter, Capote concibió el proyecto de escribir un libro-reportaje sobre las consecuencias que ese crimen múltiple había producido en el pueblo de Holcolmb. Logró un permiso especial para visitar a los criminales Dick Hickock y Perry Smith, en la cárcel y poco a poco se fue ganando no solo la confianza de Dick y Perry: Truman era para ellos el último eslabón que los unía al mundo exterior. El escritor tenía una relación especial con Perry (la madre del preso era alcohólica como la de Capote). Infancia es destino. Lo morboso de esta obra es algo condenable en Capote, un simplismo mercantilista justificaría, que Capote esperara a que los criminales fueran ejecutados para concluir y publicar finalmente la novela que fue un éxito en todo el mundo con el que Capote alcanzó la cima de la literatura estadounidense ganando más de dos millones de dólares por concepto de la venta de la novela "A Sangre Fría".

E-mail.- notario177@msn.com

El verdadero nombre de Truman Capote, era Truman Streckfus Persons, hijo de Lilie Mae Faulk, adoptaría el apellido del segundo marido de su madre, un simpático cubano avecindado en Nueva Orleans llamado Joe García Capote.

Era un producto natural Capote del profundo sur de los Estados Unidos; esa región conservadora, radical y patriotera, donde surge el Ku kux Klan, la perversa organización que al principio se creó por parte de los republicanos para combatir a los demócratas progresistas y amantes de la libertad y terminó siendo una secta infernal dedicada al homicidio masivo de los hombres de color que vivían en la esclavitud y que por el hecho natural de aspirar a ser libres eran quemados vivos por esta endemoniada agrupación de la que aún quedan vestigios que ahora en estos días se dedican a "cazar" inmigrantes que llegan al país del mercado libre en busca de una mejor oportunidad de vida.

EL sur, el profundo sur estadounidense, que desconoció a Abraham Lincoln, por haber abolido la esclavitud, e iniciaron la Guerra Civil de ese país que al final perdieron; ha sido un vigoroso manantial vivificante para la literatura norteamericana. En esa zona -que pertenecía a nuestro país y que nos fue robada en 1847- nacieron entre otros William Faulkner, Flanney O'Connor, (una de las escritoras más admiradas por Capote) Carson McCullers y el legendario dramaturgo y escritor, autor de esa inmortal obra de teatro que allá por los setentas tuve la oportunidad de presenciar en Brodway: "Un Tranvía Llamado Deseo", donde trata con una crudeza excepcional el tema de la homosexualidad, del cual Tenesse Williams era un convencido de practicarla públicamente sin tapujo alguno.

Creo que a diferencia de Oscar White, que solo demostró magistralidad escritural en un cuento muy conocido como es: "La Importancia de Llamarse Ernesto" y otro cuento menor, pero que goza de un enorme prestigio entre los seguidores de este escritor Irlandés, que trascendió los límites del anonimato y vivió en la plenitud de la fama merced a su vida escandalosa en medio de una Europa que se debatía en la oscuridad de una moral victoriana. Me refiero a "El Retrato de Dorian Grey".

Capote en cambio también fue protagonista de una vida llena de comportamientos condenables y sodómicos, que en estos días parecerían ser normales y aspiracionales para algunos grupos sociales en decadencia. A diferencia de Oscar Wilde, la narrativa de Capote está llena de una valor literario innegable que dejó para la posteridad una escuela que hoy en día es puesta en práctica por una serie de periodistas cultos que culminan su carrera convirtiéndose en estupendos escritores reconocidos por la crítica internacional como es el caso de Jorge Zepeda Patterson.

Truman Capote es el autor de la novela sin ficción, es decir convierte la realidad en una modalidad de fantasía, pero que en el momento de dejar de leerla se da cuenta el lector que lo que acaba de leer no es más que la narrativa de un hecho sangriento convertido por personajes psicópatas que nos pondrían a temblar si los tuviéramos en nuestra vida diaria, pero gracias a la magia narrativa y literaria de Capote se convierten en novelas inmortales que ca- recen de ficción porque están fundamentadas en la realidad, triste y dura, pero al fin la realidad que siempre resulta ser mayor que la fantasía.

A sangre fría, escrita por Truman Capo- te en 1966 es indudablemente su trabajo más celebrado, con ella acuñaría el termino: Non-fiction-novel, creando un referente para lo que luego sería el nuevo periodismo estadounidense. La novela, publicada tras cinco años de intensa investigación, reseña el suceso real del asesinato de la familia Clutter, y es llevada al cine en 1967 por el director Richard Broox. De la novela "A Sangre Fría" se venderían más de cuatrocientos mil ejemplares, permaneciendo en la lista de los libros más vendidos de Nueva York durante más de treinta y siete semanas.

Capote era un muchacho sureño que muy joven percibió y disfrutó su homosexualidad, usaba un flequillo y estaba vestido siempre para la foto. Su perfil no respondía a los canones del ideal de belleza masculino de la época: no era alto, ni atlético, ni viril. Pero existía algo en su aspecto pienso que podría ser su antroginea o una mirada en la que lograba ocultar todo lo perverso que demostró ser cuando escribió: "Otras voces, otros ámbitos" en donde hace una fotografía de la sociedad norteamericana y artística que agitaría la conciencia y la doble moral puritana del americano medio.

Diez años antes en París, siempre ha sido París quien inicia el principio de la innovaciones artísticas y literarias, no en vano Guivani Papini sentencio que América había sido construida con los desperdicios de Europa. Brillaba como un enfant terrible Francoise Sagan, quien había escrito "Buenos Días Tristeza" a los diecinueve años de edad y que se convirtió en un boom de la literatura Francesa y del mundo, apenas tenía diecinueve años esta jovencita, de clase acomodada que redactó en su narrativa toda la forma laxa como vivía el sector social al que pertenecía, en el que los ingredientes sobresalientes eran el sexo, el alcohol y las drogas. En Estados Unidos, en América, el enfant terrible sin duda es Truman Capote; no hay otro hasta estos días.

Siendo un niño Capote era entrañable amigo de Harper Lee, quien era su vecina cuando vivió en el sur de Estados Unidos, Harper Lee es la autora de un libro estupendo que se llevó al cinematógrafo y que interpretó Gregory Pek: "Matar un Ruiseñor" un tema racista que tiene lugar en un pequeño pueblo de Alabama donde los dos escritores vivían. Capote en lugar de ir al cine acudía a las audiencias donde se tramitaba el juicio en la que el condenado era un hombre de color a quien se acusó de un crimen que no cometió.

Más tarde cuando ya había publicado "Otras voces, Otros ámbitos", Capote confesó que el personaje de Idabel lo había tomado precisamente de la conducta y la forma de ser solidaria y voluntariosa de su amiga Harper Lee.

Capote sostenía la tesis que "la escritura fáctica con todas las técnicas de la ficción -algo que un periodista jamás pensaría en utilizar- es un arte tan elevado como la ficción moderna, y sin duda capaz de superarla" estoy de acuerdo con él, lo demostró de forma palmaria con su obre maestra, "A Sangre Fría". Cuando leyó la noticia del asesinato de la familia Clutter, Capote concibió el proyecto de escribir un libro-reportaje sobre las consecuencias que ese crimen múltiple había producido en el pueblo de Holcolmb. Logró un permiso especial para visitar a los criminales Dick Hickock y Perry Smith, en la cárcel y poco a poco se fue ganando no solo la confianza de Dick y Perry: Truman era para ellos el último eslabón que los unía al mundo exterior. El escritor tenía una relación especial con Perry (la madre del preso era alcohólica como la de Capote). Infancia es destino. Lo morboso de esta obra es algo condenable en Capote, un simplismo mercantilista justificaría, que Capote esperara a que los criminales fueran ejecutados para concluir y publicar finalmente la novela que fue un éxito en todo el mundo con el que Capote alcanzó la cima de la literatura estadounidense ganando más de dos millones de dólares por concepto de la venta de la novela "A Sangre Fría".

E-mail.- notario177@msn.com