/ viernes 21 de septiembre de 2018

Acabar con el dolor social

Estoy de acuerdo, lo que la gente quiere es que los políticos hagan de la autocrítica una costumbre...

Y de su conducta una fuente de respetabilidad, para que de ese modo nos revelen su auténtico rostro, no la máscara que en ocasiones otros les crean, que cubre lo que debería ser un reflejo de su auténtica estimación personal. Y convengo en que tiene que buscarse – y encontrar—, un remedio efectivo para que se castigue a quienes después de hacer promesas de graves alcances, no cumplan, en vez de dar las cosas por hechas y “aquí no ha pasado nada”, “borrón y cuenta nueva”. Sin embargo, también creo, y es mi opinión, que lo que verdaderamente interesa a los habitantes que aquí nacimos, territorio dónde se fincan nuestros sueños y anhelos, pero sufrimos por lo que ocurre, no es que los que llegan a Palacio Nacional se ocupen en destruir lo que hicieron los que se van, para erigirse como los héroes de hoy, sino que se ataque frontalmente y desde el primer día las raíces del dolor social.

El presupuesto de ingresos y egresos para 2019 es una muestra de lo que le comento; determinará el rumbo del nuevo gobierno federal y la suerte de millones de mexicanos para los próximos 365 días. Paradójicamente, será el gobierno vigente, de corte neoliberal, el que elabore la iniciativa de presupuesto con el que tendrá que trabajar el nuevo titular del Ejecutivo ( ubicado en la izquierda política). Esto es una prueba para compobrar el funcionamiento de nuestra forma de democracia. Esperemos prevalezca el sentido común y patriotismo, además de la transparencia para encauzar los recursos presupuestarios. Ojalá se lleve a cabo un análisis serio de las prioridades de los programas y proyectos vigentes necesarios para el futuro de la República. Cuantas veces hemos visto que en el presupuesto de ingresos y egresos se nombra una cifra para cada ejercicio y se supone que el gobierno debe adherirse a lo allí delineado, pero es rara la vez en que se ejerce como se protesto cumplir y hacer cumplir. Rebasan las cifras, principalmente en el rubro de egresos. Los integrantes de las cámaras federales tienen la responsabilidad de actuar con transparencia y eficacia en el desempeño de sus funciones. Claro, sería bueno saber ¿Quiénes son los responsables de la inflación que sube? ¿Quiénes son los responsables de la inercia en el campo dentro de TLCAN, en el que se importa maíz y frijol? ¿Cuál es la causa del aumento desmesurado en los precios de las gasolinas en un país petrolero? Pero en este momento, insistó, lo apremiante es dentro del casino del sistema crediticio internacional, un presupuesto equilibrado, socialmente responsable, con recursos debidamente etiquetados, dentro de una absoluta transparencia; además de una mayor dosis de paz social. Con esto se empieza bien, creo.

Estoy de acuerdo, lo que la gente quiere es que los políticos hagan de la autocrítica una costumbre...

Y de su conducta una fuente de respetabilidad, para que de ese modo nos revelen su auténtico rostro, no la máscara que en ocasiones otros les crean, que cubre lo que debería ser un reflejo de su auténtica estimación personal. Y convengo en que tiene que buscarse – y encontrar—, un remedio efectivo para que se castigue a quienes después de hacer promesas de graves alcances, no cumplan, en vez de dar las cosas por hechas y “aquí no ha pasado nada”, “borrón y cuenta nueva”. Sin embargo, también creo, y es mi opinión, que lo que verdaderamente interesa a los habitantes que aquí nacimos, territorio dónde se fincan nuestros sueños y anhelos, pero sufrimos por lo que ocurre, no es que los que llegan a Palacio Nacional se ocupen en destruir lo que hicieron los que se van, para erigirse como los héroes de hoy, sino que se ataque frontalmente y desde el primer día las raíces del dolor social.

El presupuesto de ingresos y egresos para 2019 es una muestra de lo que le comento; determinará el rumbo del nuevo gobierno federal y la suerte de millones de mexicanos para los próximos 365 días. Paradójicamente, será el gobierno vigente, de corte neoliberal, el que elabore la iniciativa de presupuesto con el que tendrá que trabajar el nuevo titular del Ejecutivo ( ubicado en la izquierda política). Esto es una prueba para compobrar el funcionamiento de nuestra forma de democracia. Esperemos prevalezca el sentido común y patriotismo, además de la transparencia para encauzar los recursos presupuestarios. Ojalá se lleve a cabo un análisis serio de las prioridades de los programas y proyectos vigentes necesarios para el futuro de la República. Cuantas veces hemos visto que en el presupuesto de ingresos y egresos se nombra una cifra para cada ejercicio y se supone que el gobierno debe adherirse a lo allí delineado, pero es rara la vez en que se ejerce como se protesto cumplir y hacer cumplir. Rebasan las cifras, principalmente en el rubro de egresos. Los integrantes de las cámaras federales tienen la responsabilidad de actuar con transparencia y eficacia en el desempeño de sus funciones. Claro, sería bueno saber ¿Quiénes son los responsables de la inflación que sube? ¿Quiénes son los responsables de la inercia en el campo dentro de TLCAN, en el que se importa maíz y frijol? ¿Cuál es la causa del aumento desmesurado en los precios de las gasolinas en un país petrolero? Pero en este momento, insistó, lo apremiante es dentro del casino del sistema crediticio internacional, un presupuesto equilibrado, socialmente responsable, con recursos debidamente etiquetados, dentro de una absoluta transparencia; además de una mayor dosis de paz social. Con esto se empieza bien, creo.