/ martes 24 de marzo de 2020

Acontecer político | ¿Ahora o Nunca?

Mientras que millones de mexicanos ponen su contribución para contener la propagación del coronavirus, de acuerdo a los protocolos difundidos por las autoridades en todos sus niveles, la política sigue montada sobre la emergencia y pareciera que para los opositores del gobierno de ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR es el “ahora o nunca”, en su propósito de erosionar la llamada cuarta transformación

Tras meses de permanecer en el silencio, el excandidato del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República, RICARDO ANAYA CORTES, se suma al coro de denostaciones exigiendo a la administración federal que declare la “fase 2” para contener la pandemia, erigiéndose por cuenta propia en epidemiólogo, cuando lo suyo es hacer negocios, principalmente si son turbios.

Por lo visto, ANAYA nunca ha asimilado su derrota y ahora el resentimiento le orilla a reaparecer en el escenario público como posible preámbulo a una nueva participación en el proceso electoral del año próximo. Pero ante la falta de fortalezas propias, quiere treparse en las eventuales debilidades ajenas. No debiera olvidar que no obtuvo ni la mitad de los votos que alcanzó el hoy jefe del Ejecutivo federal.

“RICARDIN CANALLIN” secunda en la guerra contra AMLOa otro resentido, el expresidente FELIPE CALDERON, que lo mismo se pone la camiseta de feminista que la bata de un médico experto en Infectología, cuando ni siquiera sintió vergüenza de abandonar el partido que lo llevó al poder y en el que militó desde su juventud. El interés personal le ganó, igual que ahora que trata infructuosamente de insertarse nuevamente en la política.

Y CALDERON está tan urgido de reflectores, que también se lanzó contra el presidente de los Estados Unidos, DONALD TRUMP acusándolo de ser incapaz de enfrentar la crisis del virus en el vecino país. Y no fue muy lejos por la respuesta. El embajador norteamericano le replicó que es incorrecto que un expresidente de México opine sobre la política doméstica del coloso del norte.

Es conocido que TRUMP se guarda las afrentas. Y nada difícil sería que el magnate inmobiiario eche mano del expediente del ex “super policía” GENARO GARCIA LUNA, protegido de FELIPE CALDERÓN, para fincarle cargos por complicidad en cargos de corrupción. Como dijo alguien, el michoacano se le puso de a pechito al vengativo mandatario norteamericano.

Así, la avalancha de críticas contra el actual gobierno federal, que ha encontrado en las redes sociales una línea de transmisión, continúa en todo su apogeo, con desdén de la verdadera lucha que los mexicanos libramos contra un mal proveniente de otras latitudes y que tiene al mundo entero sumido en la desesperación.

Y, socarronamente, omiten que la Organización Mundial de la Salud, ha calificado de correctas las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades mexicanas, aunque, claro está, el panorama luce incierto a nivel internacional en cuanto a la propagación de la pandemia y sus efectos finales.

Lo cierto es que la ciudadanía se ha unido como un ejército dispuesto a no dejarse vencer por el enemigo: Son millones las familias que permanecen resguardadas en casa, aunque amplios segmentos de la población siguen saliendo a las calles en busca del sustento diario, pues no todos perciben un salario fijo, por lo que la paralización dista mucho de ser total.

Ciertamente, la desaceleración económica en el país es algo inevitable, como también lo es para otras economías y para los propios mercados bursátiles que en cada jornada se hunden en el pánico. Pero el entorno global es ignorado por los críticos que se centran en las consecuencias locales, como un arsenal que les provee de metralla para sus fines políticos.

“Ahora o nunca”, parece ser la premisa de los resentidos como RICARDO ANAYA y FELIPE CALDERON, junto con las fuerzas más conservadoras del país que añoran los tiempos en que hacer negocios con el gobierno les aseguraba la acumulación de riqueza y privilegios fiscales.

Dejemos que la política continúe con su tarea de sembrar discordia y desconcierto, pero mantengamos con fortaleza la línea de defensa que hemos establecido aunque rompa con el ritmo de actividad al que normalmente nos sujetábamos. Como colectividad, ese es el papel que nos corresponde. Solo el tiempo permitirá hacer un balance sensato y objetivo sobre cómo se enfrentó la crisis que por hoy nos agobia y estaremos en condiciones de señalar errores y aciertos.

Dentro de todo esto, hay que reconocer que los alcaldes de la zona conurbada, JESUS NADER NASRALLAH, de Tampico; ADRIAN OSEGUERA KERNION, de Ciudad Madero y ALMA LAURA AMPARAN, de Altamira, han estado pendientes de la situación y vigilantes de que se cumplan las recomendaciones de las autoridades estatales y federales, confirmando que la lucha es de todos.

Y mire usted que los abuelitos que laboraban como empacadores en los centros comerciales fueron retirados al considerarse que son el grupo más vulnerable al coronavirus, con lo que quedaron privados de los ingresos que esa actividad les producía sin ser trabajadores de planta.

Sería bueno que esos mismos negocios a los que servían como personal independiente se ocuparan de ellos como un acto de reconocimiento y les entregaran semanalmente cuando menos una despensa para aliviar su precaria situación. Se lo tienen más que merecido.

raul pazos45@gmail.com

Mientras que millones de mexicanos ponen su contribución para contener la propagación del coronavirus, de acuerdo a los protocolos difundidos por las autoridades en todos sus niveles, la política sigue montada sobre la emergencia y pareciera que para los opositores del gobierno de ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR es el “ahora o nunca”, en su propósito de erosionar la llamada cuarta transformación

Tras meses de permanecer en el silencio, el excandidato del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República, RICARDO ANAYA CORTES, se suma al coro de denostaciones exigiendo a la administración federal que declare la “fase 2” para contener la pandemia, erigiéndose por cuenta propia en epidemiólogo, cuando lo suyo es hacer negocios, principalmente si son turbios.

Por lo visto, ANAYA nunca ha asimilado su derrota y ahora el resentimiento le orilla a reaparecer en el escenario público como posible preámbulo a una nueva participación en el proceso electoral del año próximo. Pero ante la falta de fortalezas propias, quiere treparse en las eventuales debilidades ajenas. No debiera olvidar que no obtuvo ni la mitad de los votos que alcanzó el hoy jefe del Ejecutivo federal.

“RICARDIN CANALLIN” secunda en la guerra contra AMLOa otro resentido, el expresidente FELIPE CALDERON, que lo mismo se pone la camiseta de feminista que la bata de un médico experto en Infectología, cuando ni siquiera sintió vergüenza de abandonar el partido que lo llevó al poder y en el que militó desde su juventud. El interés personal le ganó, igual que ahora que trata infructuosamente de insertarse nuevamente en la política.

Y CALDERON está tan urgido de reflectores, que también se lanzó contra el presidente de los Estados Unidos, DONALD TRUMP acusándolo de ser incapaz de enfrentar la crisis del virus en el vecino país. Y no fue muy lejos por la respuesta. El embajador norteamericano le replicó que es incorrecto que un expresidente de México opine sobre la política doméstica del coloso del norte.

Es conocido que TRUMP se guarda las afrentas. Y nada difícil sería que el magnate inmobiiario eche mano del expediente del ex “super policía” GENARO GARCIA LUNA, protegido de FELIPE CALDERÓN, para fincarle cargos por complicidad en cargos de corrupción. Como dijo alguien, el michoacano se le puso de a pechito al vengativo mandatario norteamericano.

Así, la avalancha de críticas contra el actual gobierno federal, que ha encontrado en las redes sociales una línea de transmisión, continúa en todo su apogeo, con desdén de la verdadera lucha que los mexicanos libramos contra un mal proveniente de otras latitudes y que tiene al mundo entero sumido en la desesperación.

Y, socarronamente, omiten que la Organización Mundial de la Salud, ha calificado de correctas las medidas adoptadas hasta ahora por las autoridades mexicanas, aunque, claro está, el panorama luce incierto a nivel internacional en cuanto a la propagación de la pandemia y sus efectos finales.

Lo cierto es que la ciudadanía se ha unido como un ejército dispuesto a no dejarse vencer por el enemigo: Son millones las familias que permanecen resguardadas en casa, aunque amplios segmentos de la población siguen saliendo a las calles en busca del sustento diario, pues no todos perciben un salario fijo, por lo que la paralización dista mucho de ser total.

Ciertamente, la desaceleración económica en el país es algo inevitable, como también lo es para otras economías y para los propios mercados bursátiles que en cada jornada se hunden en el pánico. Pero el entorno global es ignorado por los críticos que se centran en las consecuencias locales, como un arsenal que les provee de metralla para sus fines políticos.

“Ahora o nunca”, parece ser la premisa de los resentidos como RICARDO ANAYA y FELIPE CALDERON, junto con las fuerzas más conservadoras del país que añoran los tiempos en que hacer negocios con el gobierno les aseguraba la acumulación de riqueza y privilegios fiscales.

Dejemos que la política continúe con su tarea de sembrar discordia y desconcierto, pero mantengamos con fortaleza la línea de defensa que hemos establecido aunque rompa con el ritmo de actividad al que normalmente nos sujetábamos. Como colectividad, ese es el papel que nos corresponde. Solo el tiempo permitirá hacer un balance sensato y objetivo sobre cómo se enfrentó la crisis que por hoy nos agobia y estaremos en condiciones de señalar errores y aciertos.

Dentro de todo esto, hay que reconocer que los alcaldes de la zona conurbada, JESUS NADER NASRALLAH, de Tampico; ADRIAN OSEGUERA KERNION, de Ciudad Madero y ALMA LAURA AMPARAN, de Altamira, han estado pendientes de la situación y vigilantes de que se cumplan las recomendaciones de las autoridades estatales y federales, confirmando que la lucha es de todos.

Y mire usted que los abuelitos que laboraban como empacadores en los centros comerciales fueron retirados al considerarse que son el grupo más vulnerable al coronavirus, con lo que quedaron privados de los ingresos que esa actividad les producía sin ser trabajadores de planta.

Sería bueno que esos mismos negocios a los que servían como personal independiente se ocuparan de ellos como un acto de reconocimiento y les entregaran semanalmente cuando menos una despensa para aliviar su precaria situación. Se lo tienen más que merecido.

raul pazos45@gmail.com