El expresidente FELIPE CALDERÓN HINOJOSA se vio forzado a disculparse con el actual jefe del Ejecutivo federal, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, tras de que errónea o maliciosamente, afirmó que este se había reunido con un hermano del “Chapo” Guzmán, cuando en realidad se trató de un médico especialista de un hospital sinaloense, en lo que fue uno más de los dislates del michoacano que cada vez cae en un mayor descrédito.
Desde que empezó la crisis por el COVID-19, CALDERÓN ha estado cuestionando de manera rutinaria las medidas tomadas por el Gobierno federal para contener la expansión de la pandemia, con una inocultable intención de demeritar las acciones oficiales para fines políticos, lo que le ha valido no pocos reproches en las redes sociales.
Y su último señalamiento le atrajo hasta burlas, pues ve delincuentes en torno de AMLO cuando no fue capaz de darse cuenta de que su “súper policía”, GENARO GARCÍA LUNA no solo tenía tratos con “El Chapo” sino con otros barones de la droga, por lo que se encuentra detenido en Estados Unidos.
Así, FELIPE tuvo que bajar la cabeza y hasta aceptó una tregua que le propuso LÓPEZ OBRADOR mientras dure la emergencia por el coronavirus, para que las controversias políticas dejen de distraer la atención pública, lo que, dentro de todo, es un buen detalle del exmandatario. Ojalá imite el ejemplo de VICENTE FOX QUESADA que tiene tiempo que se mantiene en el silencio.
Pero el presidente de la República también extendió la invitación a todos los gobernadores para que actúen coordinada y solidariamente con los esquemas federales de prevención y remediación ante la pandemia. Y es que algunos mandatarios estatales también han privilegiado la política más que al frente común contra la amenaza que se cierne sobre el país. En principio ya hubo un acuerdo.
Por lo pronto, los altos funcionarios federales verán reducidos sus salarios como aporte para enfrentar la crisis económica que de manera paralela habrá inevitablemente que presentarse.
Ojalá que los gobernadores, los senadores, los diputados federales y locales, los alcaldes y hasta los síndicos y regidores, igualmente disminuyan sus percepciones para nutrir un fondo de apoyo a las clases más afectadas por la semiparalización de las actividades productivas en el país. Y que los partidos políticos igualmente acepten la reducción de sus subsidios en un 50 por ciento.
Y que aquellos empresarios que fueron rescatados por el FOBAPROA con cargo a los contribuyentes y que siguieron haciendo multimillonarios negocios con los gobiernos priistas y panistas, ahora hagan donaciones en favor de quienes injustamente han pagado sus deudas por años, en lugar de andar nuevamente lloriqueando y pidiendo otra vez ayuda oficial.
Pero es difícil que ello ocurra, pues a las élites políticas y financieras nunca les ha importado lo que le pase a la gente de a pie que será, una vez más, la más perjudicada por la contracción económica que se avecina. En fin, así se dan las cosas en México.
Y pese a las advertencias de quedarse en casa, el comercio informal se niega a retraerse, pues es manejado por personas que viven al día y al suspender sus vendimias quedarían en el más completo desamparo. Ese sí es un tema del que deben ocuparse las autoridades de los tres niveles.
ENCIERRO SIN “CHELAS”
Pero vea usted que hay algo que está “apanicando” a amplios sectores sociales del país más que el riesgo de contraer coronavirus: la posibilidad de que se implante indefinidamente la “ley seca” en todo el país. Horror.
Por lo pronto, el gobernador de Nuevo León, JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, ya anunció que se suspenderá a partir de este fin de semana la producción de cerveza y aunque el decreto no incluiría la comercialización, se recomendará a los alcaldes para que en el ámbito de sus competencias la prohiban. Y vaya que se formaron “colas” en los expendios del ramo para adquirir el producto en grandes cantidades pues, dicen, un encierro sin “chelas” sería el equivalente a estar en un manicomio. Monterrey es una de las ciudades donde se consume mayor cantidad de cerveza.
Y la noticia corrió como fuego en reguero de pólvora por todo el territorio nacional y también miles de señores están corriendo a aprovisionarse de “pertrechos” ante el riesgo de que la medida se generalice. En Tampico los refrigeradores de los supermercados ya registran la demanda, pues, como se sabe, los bares están cerrados desde hace dos semanas.
Muchos podrán prescindir del papel sanitario, pero de cerveza y licor nunca estuvo en sus planes, menos cuando las carnes asadas en casa son la principal distracción en tiempos de aislamiento. Un elemento más de congoja se suma a los aburridos señores. Ni modo, raza, a tomar aguas frescas y licuados de frutas.
Pero mire usted, sin bebidas etílicas, sin comprar en Liverpool, sin ir a comer a restaurantes, sin ir al cine o ir de vacaciones, ¿cuánto dinero se ahorrará en cada familia? Eso es algo en lo que debiera pensarse.
