- 6 millones votaron por el “si”
- Cabeza de Vaca promueve controversia
Definitivamente, la consulta popular que se llevó a cabo el domingo pasado no alcanzó el nivel de participación que se requería para hacerla vinculante, pues apenas un 8 por ciento de los mexicanos en aptitud para votar acudió a las urnas, algo que los opositores al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR han aprovechado para burlas e ironías. Pero se pasa por alto que el 90 por ciento de quienes emitieron su voto lo hicieron a favor de que se llame a cuentas a los últimos expresidentes.
Fue evidente que la mayoría de la población decidió dedicar la jornada dominical para estar en familia, pasear, salir a desayunar y comer, antes que buscar dónde estaba la urna en la que les correspondía emitir su opinión.
Los exmandatarios VICENTE FOX y FELIPE CALDERÓN fueron de los primeros en regodearse por los resultados, felices porque no se logró el porcentaje de votación necesario para que, de acuerdo a la voluntad popular, puedan ser enjuiciados por presuntos actos ilícitos cometidos durante sus respectivos gobiernos, a pesar de que en la conciencia nacional ambos tienen saldos negativos.
El excandidato presidencial panista, RICARDO ANAYA, fue otro de los que salieron de inmediato a decir que “el pueblo está cansado de distracciones y que el proceso dominical no pasó de ser una farsa”.
Y así por el estilo, seguramente la oposición seguirá festinando el “fracaso” en lo que resta de la semana, en un claro propósito de deslegitimizar el primer ejercicio democrático que se hace en nuestro país para abordar abiertamente asuntos de interés nacional.
Pero en esto mucho tuvo que ver el Instituto Nacional Electoral, el encargado de organizar y desarrollar el proceso, pues pese a los instrumentos de que dispone no lo publicitó de manera intensiva, al grado de que un alto porcentaje de la población no entendió de que se trataba e incluso nunca supo por qué hubo “Ley seca” desde el primero minuto del sábado.
Sin embargo, el que seis millones de mexicanos hayan respondido sin presiones ni acarreos al llamado de esta convocatoria inédita no es cualquier cosa. Mucho menos de que manera abrumadora se hayan pronunciado por un “sí” en lo que respecta a investigar a quienes nos gobernaron en tiempos recientes. Este es un dato que no se puede dejar de lado.
¿Qué va a pasar ahora? Pues nada, fuera de que el combate a la llamada cuarta transformación continuará en todo su apogeo por parte de la clase poderosa que ha visto perdidos los privilegios de los que disfrutó durante décadas y que van fincando una plataforma para cuando llegue el momento de decidir si se revoca o se confirma el mandato otorgado en las urnas al actual presidente de la república en el 2018. Sacarlo de Palacio Nacional es la premisa.
Pero en contraparte, un alto porcentaje de la ciudadanía sigue apoyando al jefe del ejecutivo federal, según se puso de manifiesto en las elecciones del mes de junio, cuando MORENA ganó 11 de las 15 gubernaturas que estaban en juego y avanzó en muchas entidades federativas, entre ellas Tamaulipas, donde ganó la mayoría en el congreso local, algo que se antojaba impensable cuando el PAN es el que está en el gobierno local.
Este escenario es políticamente saludable pues demuestra que hay una libertad absoluta para que cada quien exprese lo que piensa y actúe en consecuencia. Ya no hay más mordazas para quienes disientan de las decisiones oficiales que dejaron de ser un dogma al que había que someterse por las buenas o por las malas, según lo decidiera el jefe de estado en turno.
Pasando a otro tema, trascendió que el gobernador de Tamaulipas, FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, promovió ante la Suprema Corte de Justicia una controversia constitucional contra la orden de aprehensión dictada en su contra por un juez federal por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, con lo que el jefe del ejecutivo estatal trata de invalidar la acción persecutoria en su contra.
Como se ha difundido ampliamente, CABEZA DE VACA fue objeto de un juicio de desafuero en el congreso federal que emitió un dictamen en el sentido de privarlo de la inmunidad que su cargo le otorga, pero la legislatura del estado se negó a aceptar la resolución argumentando que es la instancia competente para decidir el caso. Y así, el asunto se ha ido de recurso en recurso sin que hasta ahora el máximo tribunal del país se haya pronunciado sobre el fondo del asunto. Mientras tanto, el gobernador tamaulipeco se defiende por los cauces legales de los que legítimamente dispone.
Y ya que hablamos de la gubernatura, cabe mencionar que ya casi no se habla de las posibles candidaturas de CESAR VERASTEGUI, o de JESÚS NADER NASRALLAH, por parte del PAN, para que el blanquiazul retenga el poder político en Tamaulipas. ¿Será que se consideró que los “destapes” anticipados estaban fragmentando sus filas y se determinó bajarle al tono?
Es alarmante el número de jóvenes que se han contagiado o muerto por el Covid- 19 y sus variantes. Muchas personas menores de cuarenta años se encuentran entre las víctimas. El aislamiento voluntario ha dejado de ser regla pese a los riesgos que existen. ¿Se necesitan más decesos para que la gente entienda?
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