/ martes 31 de mayo de 2022

Acontecer político | La “Hora Cero” está cerca

  • No es lo mismo oposición que imposición
  • El Truco” y Américo ¿convencieron?
  • Las trampas, piso frágil
  • El voto, la mejor arma

Lo que se conoce comúnmente como la “hora cero”, y que equivale al momento de tomar decisiones, está cerca. Tamaulipas elegirá el próximo domingo a un nuevo gobernador, en un escenario de persecuciones judiciales, de supuestas amenazas, de coacción y de presunta compra de votos que harían de estos comicios uno de los más conflictivos en la historia política de la entidad.

Este escenario, real o configurado mediáticamente, nubla los procedimientos democráticos que deben imperar cuando se trata de que sea el libre sufragio el que determine la voluntad popular por sobre los ancestrales artificios de las trampas que tanto daño hicieron en el pasado.

Dicen que en política todo se vale. Esa es una filosofía deleznable acuñada en tiempos en que frente a una decisión ciudadana las truculencias eran la mejor fórmula de los grupos en el poder para neutralizarla cuando les era contraria.

Los tiempos han cambiado. La cultura política popular ha avanzado. Los mexicanos, uncidos durante décadas para jalar carretas cargadas de castas privilegiadas que anteponían el bienestar personal y de grupos a la satisfacción de las necesidades sociales, ya no se conforman con ser esa yunta sumisa.

Pero por su distanciamiento con esa realidad, aún persisten corrientes que piensan que las masas siguen siendo moldeables para adecuarlas a los propósitos de los poderosos si se echa mano de recursos económicos que permitan obtener un producto a su gusto.

En nuestro estado, hay dos frentes principales que se disputan la gubernatura. Por un lado está el frente “Va por Tamaulipas”, conformado por los partidos PAN, PRI y PRD, que tienen como su candidato a CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, exalcalde de Xicoténcatl y exsecretario general de Gobierno.

“El Truco”, como le llaman, es un político forjado en la oposición, que ganó sus principales cargos de elección popular en circunstancias claramente adversas frente a un régimen que no titubeaba en eliminar a sus adversarios por cualquier método. Incluso, en los inicios del actual gobierno estatal panista fue objeto de severos ataques desde el círculo cercano al gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y no pocas veces fue “renunciado” en las redes sociales. Pero sobrevivió con mesura, destreza y trabajo. Finalmente, es hoy el abanderado oficialista para que Acción Nacional continúe al frente de los destinos de la entidad.

Pero una cosa es ser oposición, a la que hizo honor, y otra ser imposición. Ese parece ser el dilema de “El Truco” que podría ser su fortaleza o su debilidad. Fueron dos meses en los que VERÁSTEGUI tuvo oportunidad de mostrarse como una alternativa confiable y que dentro de la diversidad de opiniones logró captar la simpatía y adhesión real de quienes quieren lo mejor para nuestro estado.

¿Lo habrá logrado? ¿Habrá convencido a la ciudadanía de que Tamaulipas merece ya un gobernador que esté lejos de la sospecha de corrupción y el reproche judicial como ha ocurrido con los últimos mandatarios que ha tenido nuestro estado, algunos de los cuales están tras las rejas? No es con discursos floridos, con mensajes alentadores y con ofertas que no se concretaron cuando fue funcionario de primer nivel. No es con un tutelaje visible de instancias superiores que demeritan sus valores personales como puede aspirar a un triunfo válido, contundente e irreversible.

Por otro lado, tenemos al aspirante de la coalición Morena, PT y Partido Verde, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, un médico, hijo del exgobernador AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, senador con licencia y que representa la punta de lanza de la llamada Cuarta Transformación en Tamaulipas.

Él también ha hecho campaña, pero no podemos pasar desapercibido que su impulso se basa en el prestigio del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, sin el cual difícilmente estaría en la posición en la que se encuentra. ¿Habrá convencido a sus paisanos que independientemente de la tutela en la que se cobija le hace en lo personal la mejor alternativa?

Las respuestas en uno y otro lado no son fáciles. Todo depende de que el electorado, con esa sabiduría que subyace en el ánimo popular callejero que se oculta hasta que llega la “hora cero”, emita su veredicto.

Cualquier triunfo fincado en el engaño y la simulación, nunca tendrá una base sólida y realista y solo responderá a ficciones que irremediablemente repercutirán en una sociedad que confía en sus instituciones y que a la postre es desilusionada. Ejemplos de ello nos sobran.

Así que no cabe más que esperar que los comicios del próximo domingo sean un ejercicio espontáneo, libre y legítimo en el que la voluntad popular sea el factor determinante. Cualquier alteración de ese escenario, nos hará perder a todos.

Y a tono con ello, vale preguntar ¿Y qué resultados ofrecerán a sus respectivos partidos los alcaldes de la zona conurbada?

En Tampico, JESÚS NADER NASRALAH solicitó licencia para dedicarse de lleno a la campaña de “El Truco”. CHUCHO es un operador probado y por ello se le invitó a que equilibre las fuerzas con los municipios fronterizos donde Morena es mano.

¿Con qué cuentas saldrán los jefes edilicios de Ciudad Madero, ADRIÁN OSEGUERA KERNION, y de Altamira, ARMANDO MARTÍNEZ MANRÍQUEZ, emanados de Morena?

  • raulpazos45@gmail.com
  • No es lo mismo oposición que imposición
  • El Truco” y Américo ¿convencieron?
  • Las trampas, piso frágil
  • El voto, la mejor arma

Lo que se conoce comúnmente como la “hora cero”, y que equivale al momento de tomar decisiones, está cerca. Tamaulipas elegirá el próximo domingo a un nuevo gobernador, en un escenario de persecuciones judiciales, de supuestas amenazas, de coacción y de presunta compra de votos que harían de estos comicios uno de los más conflictivos en la historia política de la entidad.

Este escenario, real o configurado mediáticamente, nubla los procedimientos democráticos que deben imperar cuando se trata de que sea el libre sufragio el que determine la voluntad popular por sobre los ancestrales artificios de las trampas que tanto daño hicieron en el pasado.

Dicen que en política todo se vale. Esa es una filosofía deleznable acuñada en tiempos en que frente a una decisión ciudadana las truculencias eran la mejor fórmula de los grupos en el poder para neutralizarla cuando les era contraria.

Los tiempos han cambiado. La cultura política popular ha avanzado. Los mexicanos, uncidos durante décadas para jalar carretas cargadas de castas privilegiadas que anteponían el bienestar personal y de grupos a la satisfacción de las necesidades sociales, ya no se conforman con ser esa yunta sumisa.

Pero por su distanciamiento con esa realidad, aún persisten corrientes que piensan que las masas siguen siendo moldeables para adecuarlas a los propósitos de los poderosos si se echa mano de recursos económicos que permitan obtener un producto a su gusto.

En nuestro estado, hay dos frentes principales que se disputan la gubernatura. Por un lado está el frente “Va por Tamaulipas”, conformado por los partidos PAN, PRI y PRD, que tienen como su candidato a CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS, exalcalde de Xicoténcatl y exsecretario general de Gobierno.

“El Truco”, como le llaman, es un político forjado en la oposición, que ganó sus principales cargos de elección popular en circunstancias claramente adversas frente a un régimen que no titubeaba en eliminar a sus adversarios por cualquier método. Incluso, en los inicios del actual gobierno estatal panista fue objeto de severos ataques desde el círculo cercano al gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA y no pocas veces fue “renunciado” en las redes sociales. Pero sobrevivió con mesura, destreza y trabajo. Finalmente, es hoy el abanderado oficialista para que Acción Nacional continúe al frente de los destinos de la entidad.

Pero una cosa es ser oposición, a la que hizo honor, y otra ser imposición. Ese parece ser el dilema de “El Truco” que podría ser su fortaleza o su debilidad. Fueron dos meses en los que VERÁSTEGUI tuvo oportunidad de mostrarse como una alternativa confiable y que dentro de la diversidad de opiniones logró captar la simpatía y adhesión real de quienes quieren lo mejor para nuestro estado.

¿Lo habrá logrado? ¿Habrá convencido a la ciudadanía de que Tamaulipas merece ya un gobernador que esté lejos de la sospecha de corrupción y el reproche judicial como ha ocurrido con los últimos mandatarios que ha tenido nuestro estado, algunos de los cuales están tras las rejas? No es con discursos floridos, con mensajes alentadores y con ofertas que no se concretaron cuando fue funcionario de primer nivel. No es con un tutelaje visible de instancias superiores que demeritan sus valores personales como puede aspirar a un triunfo válido, contundente e irreversible.

Por otro lado, tenemos al aspirante de la coalición Morena, PT y Partido Verde, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, un médico, hijo del exgobernador AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, senador con licencia y que representa la punta de lanza de la llamada Cuarta Transformación en Tamaulipas.

Él también ha hecho campaña, pero no podemos pasar desapercibido que su impulso se basa en el prestigio del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, sin el cual difícilmente estaría en la posición en la que se encuentra. ¿Habrá convencido a sus paisanos que independientemente de la tutela en la que se cobija le hace en lo personal la mejor alternativa?

Las respuestas en uno y otro lado no son fáciles. Todo depende de que el electorado, con esa sabiduría que subyace en el ánimo popular callejero que se oculta hasta que llega la “hora cero”, emita su veredicto.

Cualquier triunfo fincado en el engaño y la simulación, nunca tendrá una base sólida y realista y solo responderá a ficciones que irremediablemente repercutirán en una sociedad que confía en sus instituciones y que a la postre es desilusionada. Ejemplos de ello nos sobran.

Así que no cabe más que esperar que los comicios del próximo domingo sean un ejercicio espontáneo, libre y legítimo en el que la voluntad popular sea el factor determinante. Cualquier alteración de ese escenario, nos hará perder a todos.

Y a tono con ello, vale preguntar ¿Y qué resultados ofrecerán a sus respectivos partidos los alcaldes de la zona conurbada?

En Tampico, JESÚS NADER NASRALAH solicitó licencia para dedicarse de lleno a la campaña de “El Truco”. CHUCHO es un operador probado y por ello se le invitó a que equilibre las fuerzas con los municipios fronterizos donde Morena es mano.

¿Con qué cuentas saldrán los jefes edilicios de Ciudad Madero, ADRIÁN OSEGUERA KERNION, y de Altamira, ARMANDO MARTÍNEZ MANRÍQUEZ, emanados de Morena?

  • raulpazos45@gmail.com