/ jueves 30 de julio de 2020

Acontecer político | Lozoya, pieza de ajedrez

El caso del exdirector de Pemex, EMILIO LOZOYA, está acaparando la atención de un amplio segmento de la población, principalmente en el mundillo político, por las revelaciones que pudiera hacer, las implicaciones que se pudieran derivar para otros actores que podrían haber participado en sus actos de corrupción y por la forma en que este entorno influirá en las elecciones del año próximo.

En sus primeras declaraciones ante la autoridad judicial, LOZOYA afirma haber sido “intimidado” por círculos del poder político para que incurriera en los ilícitos por los cuales ahora tiene que responder y dijo que en su momento dará nombres.

El exdirector de Pemex fue pieza clave en la campaña presidencial de ENRIQUE PEÑA NIETO y figura de primer nivel durante el sexenio. De que sabe muchas cosas que se cocinaron en los sótanos del poder, resulta indudable. La pregunta es ¿a quiénes involucrará en las operaciones ocultas que le tocó organizar?

Hay quienes dicen que LOZOYA está muy enojado porque muchos de los que fueron sus superiores, lo abandonaron cuando se inició la investigación en su contra y prefirieron poner a salvo su propio pellejo. Desde un principio, sus abogados dijeron que “él no se mandaba solo”.

Hay quienes critican el trato que se le ha dado desde su extradición a México, cuando en lugar de ir a prisión, se le internó en un hospital privado por supuestos problemas de salud. Aunque ya fue vinculado a proceso, estará en libertad usando un dispositivo de localización y sin permiso para salir de la Ciudad de México.

Las instancias gubernamentales justifican las medidas argumentando que su testimonio podría ser tan devastador para poderosos grupos de interés, que su vida estaría en peligro. Algo que pudiera parecer de película.

Pero también hay quienes piensan que estamos ante un escenario en el cual resentimientos, deseos de venganza y de cobro de cuentas están saliendo a la luz tras permanecer soterradas por mucho tiempo y que ha llegado el tiempo de cobrar ofensas, desaires y abandonos que se produjeron en un sistema impregnado de corrupción donde la competencia era ver quiénes obtenían la mejor tajada.

Pero el manejo inteligente de la política siempre requiere de la dosificación de reproches, principalmente judiciales, para no abrir frentes de riesgo innecesario. Y esto es lo que parece estar ocurriendo en el caso.

Es evidente que la aceptación de LOZOYA para ser extraditado a México para responder por sus culpas y colaborar en las indagatorias sobre los negocios turbios en los que se vio envuelto, fue algo convenido, largamente discutido y consensuado. En política nada se deja a la casualidad.

Hay quienes esperan ver cortadas las cabezas de CARLOS SALINAS DE GORTARI y de ENRIQUE PEÑA NIETO. Esto estaría por verse. DONALD TRUMP ilustró claramente el manejo que debe darse en una competencia, sea de negocios o de política. “A mis competidores, si son débiles, los aplasto, si no, me siento a negociar con ellos”.

Esto podría estar pasando en el actual entorno. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR conoce a la perfección el calibre de los expresidentes, principalmente del primero que se ha distinguido por tener una inteligencia “endemoniada” y que tiene nexos con los grandes capitales del mundo.

Así, en medio de una componenda secreta, como las que suelen darse en los altos niveles, LOZOYA sería solo un peón en el tablero que se moverá de acuerdo con jugadas previamente convenidas entre fuerzas aparentemente antagónicas pero unidas cuando hay riesgo de perjuicios mutuos que ninguna de las partes desea.

Todo ello estaría conformando un patíbulo al que serán llevados personajes aleatorios que para el gobierno de la cuarta transformación resultan tan incómodos e ignorantes de cómo se manejan los asuntos en la intriga política.

LOZOYA constituye la espoleta de una granada que destruirá muchos proyectos políticos que hoy se presumen de promisorios y podría influir decisivamente en los resultados de los comicios del 2021.

Y no faltan los que traten de ponerse a salvo.

No hace mucho, el exdirigente nacional del PRI, MANLIO FABIO BELTRONES, a quien se endosó una de las mayores derrotas del PRI, dijo que su partido no debe “sumarse a la derecha más rancia”, lo que fue interpretado como una rama de olivo lanzada al actual Gobierno federal. Pero, en su momento, fue claro al decir “que los errores de un gobierno” inciden en los resultados de un partido, en una clara alusión a los yerros del régimen peñanietista que nunca lo tuvo como suyo. ¿Estará en vía de cobrarse los agravios?

Sea como fuere, el foro político nacional está ante reacomodos que escapan a la visión popular que se refugia en las redes sociales sin comprender muchas veces que la negociación es la base de la política. ¿Ante esto, figuras pequeñas como los dirigentes nacionales del PAN y del PRI que solo saben gritar, resultan relevantes? Estaremos pendientes.

Ante la orden de las autoridades de Salud de que los centros comerciales suspendan sus actividades a las ocho de la noche bien valdría preguntarles a los administradores de los mismos si esta medida contribuye a que haya menos compradores en horas determinadas o el flujo se acrecienta, también en horas determinadas, por la restricción de tiempo.

La población debe estar bien enterada del fundamento de las medidas preventivas para que, convencidamente, se sujete a ellas.

raulpazos45@gm

El caso del exdirector de Pemex, EMILIO LOZOYA, está acaparando la atención de un amplio segmento de la población, principalmente en el mundillo político, por las revelaciones que pudiera hacer, las implicaciones que se pudieran derivar para otros actores que podrían haber participado en sus actos de corrupción y por la forma en que este entorno influirá en las elecciones del año próximo.

En sus primeras declaraciones ante la autoridad judicial, LOZOYA afirma haber sido “intimidado” por círculos del poder político para que incurriera en los ilícitos por los cuales ahora tiene que responder y dijo que en su momento dará nombres.

El exdirector de Pemex fue pieza clave en la campaña presidencial de ENRIQUE PEÑA NIETO y figura de primer nivel durante el sexenio. De que sabe muchas cosas que se cocinaron en los sótanos del poder, resulta indudable. La pregunta es ¿a quiénes involucrará en las operaciones ocultas que le tocó organizar?

Hay quienes dicen que LOZOYA está muy enojado porque muchos de los que fueron sus superiores, lo abandonaron cuando se inició la investigación en su contra y prefirieron poner a salvo su propio pellejo. Desde un principio, sus abogados dijeron que “él no se mandaba solo”.

Hay quienes critican el trato que se le ha dado desde su extradición a México, cuando en lugar de ir a prisión, se le internó en un hospital privado por supuestos problemas de salud. Aunque ya fue vinculado a proceso, estará en libertad usando un dispositivo de localización y sin permiso para salir de la Ciudad de México.

Las instancias gubernamentales justifican las medidas argumentando que su testimonio podría ser tan devastador para poderosos grupos de interés, que su vida estaría en peligro. Algo que pudiera parecer de película.

Pero también hay quienes piensan que estamos ante un escenario en el cual resentimientos, deseos de venganza y de cobro de cuentas están saliendo a la luz tras permanecer soterradas por mucho tiempo y que ha llegado el tiempo de cobrar ofensas, desaires y abandonos que se produjeron en un sistema impregnado de corrupción donde la competencia era ver quiénes obtenían la mejor tajada.

Pero el manejo inteligente de la política siempre requiere de la dosificación de reproches, principalmente judiciales, para no abrir frentes de riesgo innecesario. Y esto es lo que parece estar ocurriendo en el caso.

Es evidente que la aceptación de LOZOYA para ser extraditado a México para responder por sus culpas y colaborar en las indagatorias sobre los negocios turbios en los que se vio envuelto, fue algo convenido, largamente discutido y consensuado. En política nada se deja a la casualidad.

Hay quienes esperan ver cortadas las cabezas de CARLOS SALINAS DE GORTARI y de ENRIQUE PEÑA NIETO. Esto estaría por verse. DONALD TRUMP ilustró claramente el manejo que debe darse en una competencia, sea de negocios o de política. “A mis competidores, si son débiles, los aplasto, si no, me siento a negociar con ellos”.

Esto podría estar pasando en el actual entorno. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR conoce a la perfección el calibre de los expresidentes, principalmente del primero que se ha distinguido por tener una inteligencia “endemoniada” y que tiene nexos con los grandes capitales del mundo.

Así, en medio de una componenda secreta, como las que suelen darse en los altos niveles, LOZOYA sería solo un peón en el tablero que se moverá de acuerdo con jugadas previamente convenidas entre fuerzas aparentemente antagónicas pero unidas cuando hay riesgo de perjuicios mutuos que ninguna de las partes desea.

Todo ello estaría conformando un patíbulo al que serán llevados personajes aleatorios que para el gobierno de la cuarta transformación resultan tan incómodos e ignorantes de cómo se manejan los asuntos en la intriga política.

LOZOYA constituye la espoleta de una granada que destruirá muchos proyectos políticos que hoy se presumen de promisorios y podría influir decisivamente en los resultados de los comicios del 2021.

Y no faltan los que traten de ponerse a salvo.

No hace mucho, el exdirigente nacional del PRI, MANLIO FABIO BELTRONES, a quien se endosó una de las mayores derrotas del PRI, dijo que su partido no debe “sumarse a la derecha más rancia”, lo que fue interpretado como una rama de olivo lanzada al actual Gobierno federal. Pero, en su momento, fue claro al decir “que los errores de un gobierno” inciden en los resultados de un partido, en una clara alusión a los yerros del régimen peñanietista que nunca lo tuvo como suyo. ¿Estará en vía de cobrarse los agravios?

Sea como fuere, el foro político nacional está ante reacomodos que escapan a la visión popular que se refugia en las redes sociales sin comprender muchas veces que la negociación es la base de la política. ¿Ante esto, figuras pequeñas como los dirigentes nacionales del PAN y del PRI que solo saben gritar, resultan relevantes? Estaremos pendientes.

Ante la orden de las autoridades de Salud de que los centros comerciales suspendan sus actividades a las ocho de la noche bien valdría preguntarles a los administradores de los mismos si esta medida contribuye a que haya menos compradores en horas determinadas o el flujo se acrecienta, también en horas determinadas, por la restricción de tiempo.

La población debe estar bien enterada del fundamento de las medidas preventivas para que, convencidamente, se sujete a ellas.

raulpazos45@gm