/ jueves 22 de julio de 2021

Acontecer político | Partidos sin sustento

  • PAN, en el límite de militantes
  • Escándalo por espionaje

El grave problema de los partidos en México es que carecen de un sustento real que les convierta en aglutinadores de la voluntad de la ciudadanía y les identifique con sus inquietudes y aspiraciones y solo son marcas de las que se benefician grupos que las usan para transitar cómodamente por la política.

El Partido Revolucionario Institucional gobernó el país durante décadas de manera casi dictatorial, presumiendo de un padrón de millones de militantes que le hacían invencible en todos los niveles. Hoy, es una entidad hueca que ha visto cómo sus antes seguidores, muchos de los que le juraban fidelidad, le han dado la espalda y emigrado hacia otras alternativas.

Una voz autorizada del priismo tradicional, la diputada DULCE MARIA SAURI, que preside la mesa directiva de la Cámara Baja, ha hecho un diagnóstico certero tras los comicios de junio pasado: “El PRI cayó estrepitosamente, pues recibimos 200 mil votos menos que en la elección del 2018”. Y así, muchas otras voces críticas reconocen que el tricolor va en franca caída.

El exgobernador de Oaxaca, ULISES RUIZ, encabezó recientemente una rebelión contra el dirigente nacional, ALEJANDRO CÁRDENAS, quien ordenó su expulsión, mostrando así las profundas e insalvables disidencias al interior.

Ahora se ha divulgado que Acción Nacional, que constituye actualmente la segunda fuerza política, estaría en riesgo de perder su registro como partido al contar con una militancia confirmada que representa el 0.28% del padrón electoral federal cuando la norma establece que el número de militantes no puede ser menor al 0.26 por ciento. O sea que está en un “tris” de ser anulado como organización política legalmente reconocida.

De inmediato la dirigencia nacional ha anunciado una cruzada nacional para incorporar a sus filas a todos aquellos que no simpaticen con los demás partidos, especialmente MORENA, a fin de robustecer su militancia, algo de lo que nunca antes se habían preocupado.

Y allí también hay voces internas que alertan sobre la fragilidad del partido que logró gobernar México durante dos sexenios.

El senador GUSTAVO MADERO, una de sus figuras emblemáticas, al comentar los resultados de la pasada elección, dijo que “la alianza PAN-PRI-PRD fue un fracaso” y que es un autoengaño afirmar que se le quitó la mayoría calificada al Movimiento de Regeneración Nacional. “La oposición está a años luz de ser competitiva”, remató.

Adicionalmente, ni el PRI ni el PAN cuentan con figuras que puedan imantar la atención y el interés de los electores y ni siquiera sus dirigentes nacionales son capaces de lograr consenso en lo interno, mucho menos hacia el exterior.

MORENA es por ahora el partido en el poder. Tiene la presidencia de la república, mayoría en las cámaras de diputados y senadores y en las legislaturas estatales. Adicionalmente, ganó 11 de las 15 gubernaturas que estuvieron en juego en el pasado proceso electoral.

Pero estructuralmente, no anda mejor que sus principales competidores. Aunque en los comicios del 2018 ganó la presidencia de la república con más del 50 por ciento de los votos emitidos, no ha logrado consolidarse como un partido de masas y no posee cuadros directivos visibles en las entidades federativas, y a nivel nacional su dirigencia luce tan endeble como ineficaz.

El partido guinda depende totalmente de su líder máximo, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que aun con el desgaste propio del ejercicio del poder en un entorno altamente polarizado, mantiene una aceptable aprobación de parte de la ciudadanía. Sin él al frente resulta difícil imaginar cuál sería su destino.

De los demás partidos como el PT, el Verde Ecologista y el PRD, solo sobreviven por las alianzas que pactan, porque sus respectivas militancias, juntas, tal vez no llenarían un vagón del metro capitalino. Pero siguen recibiendo subsidios oficiales que les permiten a sus dirigentes una vida privilegiada con solo jugar a la política.

Esa es la realidad. Los partidos políticos, por más que lo proclamen en sus peroratas, no tienen un verdadero sustento popular y dependen en un alto grado del voto veleidoso, ese que va de un lado a otro por circunstancias y no por convencimiento y lealtad. Pero, eso no parece interesarles. Lo que les interesa es el poder y los beneficios que este conlleva.

Y el caldero nacional se calienta aún más tras revelarse que durante los gobiernos de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y ENRIQUE PEÑA NIETO se espió a miles de políticos, activistas funcionarios y periodistas y hasta a la esposa y los hijos de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y algunos de sus hoy colaboradores, en lo que se invirtieron miles de millones de pesos. Tanto CALDERÓN como PEÑA han guardado silencio al respecto. Por cierto que este último anda festejando su cumpleaños en Europa acompañado de su nueva novia, según imágenes que circulan en las redes sociales. Cuál sufrir.

¿En qué grado incidirá esto en la Consulta Popular que se llevará a cabo el día 1 de agosto para decidir si se enjuicia a los últimos expresidentes? En su momento lo sabremos.

No cesaremos en nuestro llamado a mantener precauciones ante el nuevo embate del Covid-19 que ya está afectando a personas que habían recibido las vacunas. Algunas fallecieron y cada día nos enteramos de que un amigo, un conocido o un familiar están postrados por el mal.

raulpazos45@gmail.com

  • PAN, en el límite de militantes
  • Escándalo por espionaje

El grave problema de los partidos en México es que carecen de un sustento real que les convierta en aglutinadores de la voluntad de la ciudadanía y les identifique con sus inquietudes y aspiraciones y solo son marcas de las que se benefician grupos que las usan para transitar cómodamente por la política.

El Partido Revolucionario Institucional gobernó el país durante décadas de manera casi dictatorial, presumiendo de un padrón de millones de militantes que le hacían invencible en todos los niveles. Hoy, es una entidad hueca que ha visto cómo sus antes seguidores, muchos de los que le juraban fidelidad, le han dado la espalda y emigrado hacia otras alternativas.

Una voz autorizada del priismo tradicional, la diputada DULCE MARIA SAURI, que preside la mesa directiva de la Cámara Baja, ha hecho un diagnóstico certero tras los comicios de junio pasado: “El PRI cayó estrepitosamente, pues recibimos 200 mil votos menos que en la elección del 2018”. Y así, muchas otras voces críticas reconocen que el tricolor va en franca caída.

El exgobernador de Oaxaca, ULISES RUIZ, encabezó recientemente una rebelión contra el dirigente nacional, ALEJANDRO CÁRDENAS, quien ordenó su expulsión, mostrando así las profundas e insalvables disidencias al interior.

Ahora se ha divulgado que Acción Nacional, que constituye actualmente la segunda fuerza política, estaría en riesgo de perder su registro como partido al contar con una militancia confirmada que representa el 0.28% del padrón electoral federal cuando la norma establece que el número de militantes no puede ser menor al 0.26 por ciento. O sea que está en un “tris” de ser anulado como organización política legalmente reconocida.

De inmediato la dirigencia nacional ha anunciado una cruzada nacional para incorporar a sus filas a todos aquellos que no simpaticen con los demás partidos, especialmente MORENA, a fin de robustecer su militancia, algo de lo que nunca antes se habían preocupado.

Y allí también hay voces internas que alertan sobre la fragilidad del partido que logró gobernar México durante dos sexenios.

El senador GUSTAVO MADERO, una de sus figuras emblemáticas, al comentar los resultados de la pasada elección, dijo que “la alianza PAN-PRI-PRD fue un fracaso” y que es un autoengaño afirmar que se le quitó la mayoría calificada al Movimiento de Regeneración Nacional. “La oposición está a años luz de ser competitiva”, remató.

Adicionalmente, ni el PRI ni el PAN cuentan con figuras que puedan imantar la atención y el interés de los electores y ni siquiera sus dirigentes nacionales son capaces de lograr consenso en lo interno, mucho menos hacia el exterior.

MORENA es por ahora el partido en el poder. Tiene la presidencia de la república, mayoría en las cámaras de diputados y senadores y en las legislaturas estatales. Adicionalmente, ganó 11 de las 15 gubernaturas que estuvieron en juego en el pasado proceso electoral.

Pero estructuralmente, no anda mejor que sus principales competidores. Aunque en los comicios del 2018 ganó la presidencia de la república con más del 50 por ciento de los votos emitidos, no ha logrado consolidarse como un partido de masas y no posee cuadros directivos visibles en las entidades federativas, y a nivel nacional su dirigencia luce tan endeble como ineficaz.

El partido guinda depende totalmente de su líder máximo, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, que aun con el desgaste propio del ejercicio del poder en un entorno altamente polarizado, mantiene una aceptable aprobación de parte de la ciudadanía. Sin él al frente resulta difícil imaginar cuál sería su destino.

De los demás partidos como el PT, el Verde Ecologista y el PRD, solo sobreviven por las alianzas que pactan, porque sus respectivas militancias, juntas, tal vez no llenarían un vagón del metro capitalino. Pero siguen recibiendo subsidios oficiales que les permiten a sus dirigentes una vida privilegiada con solo jugar a la política.

Esa es la realidad. Los partidos políticos, por más que lo proclamen en sus peroratas, no tienen un verdadero sustento popular y dependen en un alto grado del voto veleidoso, ese que va de un lado a otro por circunstancias y no por convencimiento y lealtad. Pero, eso no parece interesarles. Lo que les interesa es el poder y los beneficios que este conlleva.

Y el caldero nacional se calienta aún más tras revelarse que durante los gobiernos de FELIPE CALDERÓN HINOJOSA y ENRIQUE PEÑA NIETO se espió a miles de políticos, activistas funcionarios y periodistas y hasta a la esposa y los hijos de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y algunos de sus hoy colaboradores, en lo que se invirtieron miles de millones de pesos. Tanto CALDERÓN como PEÑA han guardado silencio al respecto. Por cierto que este último anda festejando su cumpleaños en Europa acompañado de su nueva novia, según imágenes que circulan en las redes sociales. Cuál sufrir.

¿En qué grado incidirá esto en la Consulta Popular que se llevará a cabo el día 1 de agosto para decidir si se enjuicia a los últimos expresidentes? En su momento lo sabremos.

No cesaremos en nuestro llamado a mantener precauciones ante el nuevo embate del Covid-19 que ya está afectando a personas que habían recibido las vacunas. Algunas fallecieron y cada día nos enteramos de que un amigo, un conocido o un familiar están postrados por el mal.

raulpazos45@gmail.com