/ jueves 1 de julio de 2021

Acontecer político | PRI, balazos en lugar de abrazos

El violento enfrentamiento entre partidarios y opositores al dirigente nacional del PRI, ALEJANDRO MORENO, puso al descubierto la profunda división que existe en las filas del antes invencible partido y la frágil tarima sobre la que el campechano se encuentra parado tras los desastrosos resultados en la pasada elección.

“Renuncia ALITO”, “Fuera los ineficaces”, fueron algunas de las leyendas que mostraron en pancartas decenas de militantes que tomaron la sede priista en la Ciudad de México. Luego, cuando llegaron otros grupos afines al dirigente, se armó la trifulca. Salieron a relucir palos y armas de fuego con un saldo de varios heridos, uno de ellos de bala.

Y de inmediato, el exgobernador de Campeche culpó de los hechos al exgobernador de Oaxaca, ULISES RUIZ, atribuyéndole mandar grupos de choque para atacar a sus partidarios. “Sus intereses no corresponden a los intereses de la militancia, del PRI y menos a los de México”, dijo encolerizado ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS.

A pesar de que era evidente el descontento contra ALITO por los funestos resultados del 6 de junio, en las que el tricolor no solo no ganó una sola gubernatura, sino que perdió las que tenía en su poder y estaban en juego, no se habían suscitado protestas con violencia en demanda de su retiro.

Pero además de la debacle electoral ya había inconformidad por el hecho de que él, unilateralmente, se incluyó en el primer sitio de la lista de diputados federales plurinominales, sin molestarse en consultar a la militancia, cuyo interés dice defender.

En realidad, el Revolucionario Institucional ya se asemeja al PRD y a los otros partidos de la “chiquillada”, que necesitan hacer alianza con otras organizaciones políticas para poder sobrevivir. Y lo que son las cosas, ahora parece depender del Partido Acción Nacional, su antes archienemigo y por ello se ha hermanado a él.

Quién hubiera pensado que el partido que se decía heredero de la Revolución Mexicana, que ostenta en su logotipo los colores patrios y que durante más de ocho décadas marcó el ritmo social y político de la Nación, imponiendo presidentes, gobernadores, diputados federales y locales y alcaldes, se derrumbaría estrepitosamente.

El enorme edificio de la Avenida Insurgentes en la capital de la República, que era reflejo de la grandeza priista, es hoy un inmueble hueco testimonio de un poder que parece haberse ido para siempre.

Tras los sucesos violentos y las acusaciones que se han lanzado las fracciones en pugna, cabe esperar que los resentimientos suban de nivel en el corto plazo y se profundice aún más la división, de la que difícilmente podrían recuperarse antes de la próxima elección presidencial.

Por lo pronto, ¿con qué cara ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS podrá denostar al gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR si a él ni en su mismo partido lo quieren?, ¿cómo puede el PRI presentarse ante la ciudadanía como una opción respetable si entre ellos mismos se destrozan y siguen sacándose los trapos sucios que, a decir verdad, siempre han sido su mejor vestimenta?

El PAN, que sin duda constituye por hoy la segunda fuerza política en el país, haría bien en reconsiderar sus alianzas con el tricolor, que no le estaría abonando nada bueno y en lugar de ayuda sería una carga y un socio no muy decoroso. Aunque también es cierto que el blanquiazul, por sí solo, no puede presumir de un “punch” demoledor.

Así, quiérase o no, queda demostrado que en México no existe una oposición fuerte, homogénea, articulada y sólida, que pueda hacerle frente a la llamada Cuarta Transformación. Y ello se vio en los recientes comicios, en los que Morena triunfó en la mayoría de las 15 gubernaturas en disputa y seguirá siendo mayoría en la Cámara de Diputados, por más que estos logros esa misma dolida oposición quiera minimizar.

Y no estaría de más que el dirigente estatal priista, EDGAR MELHEM, empiece a recordar aquello de que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.

Pasando a otro tema, el senador tamaulipeco por Morena, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, aceptó sin titubeos que aspira a ser candidato del partido guinda a la gubernatura del estado, tras su exitosa actuación como delegado político en Sinaloa, donde el Movimiento de Regeneración Nacional logró la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y 15 de las 18 alcaldías, en lo que fue una auténtica prueba de fuego.

El médico, oriundo de Ciudad Victoria, es hijo del ING. AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, quien fuera uno de los gobernadores más prestigiados y a quien todavía se recuerda con respeto en todo Tamaulipas. ¿Veremos a otro AMÉRICO VILLARREAL en la oficina principal del palacio de gobierno? El tiempo dará la respuesta.

Y ya que hablamos de prospectos a la gubernatura, cabe mencionar que sigue siendo ampliamente comentada, por cierto en muy buenos términos, la intención del alcalde de Tampico, JESÚS NADER NASRAlLAH, de buscar la candidatura de Acción Nacional al Gobierno del estado. “Tampico va a brillar en todos los rincones de Tamaulipas”, proclamó el jefe del Gobierno porteño, quien en octubre inicia su segundo período de administración.

Que ya son 20 mil los casos de Covid-19 registrados en el sur de Tamaulipas, mientras que las autoridades de salud siguen asumiendo una actitud titubeante frente al rebrote del terrible mal.

raulpazos45@gmail.com

El violento enfrentamiento entre partidarios y opositores al dirigente nacional del PRI, ALEJANDRO MORENO, puso al descubierto la profunda división que existe en las filas del antes invencible partido y la frágil tarima sobre la que el campechano se encuentra parado tras los desastrosos resultados en la pasada elección.

“Renuncia ALITO”, “Fuera los ineficaces”, fueron algunas de las leyendas que mostraron en pancartas decenas de militantes que tomaron la sede priista en la Ciudad de México. Luego, cuando llegaron otros grupos afines al dirigente, se armó la trifulca. Salieron a relucir palos y armas de fuego con un saldo de varios heridos, uno de ellos de bala.

Y de inmediato, el exgobernador de Campeche culpó de los hechos al exgobernador de Oaxaca, ULISES RUIZ, atribuyéndole mandar grupos de choque para atacar a sus partidarios. “Sus intereses no corresponden a los intereses de la militancia, del PRI y menos a los de México”, dijo encolerizado ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS.

A pesar de que era evidente el descontento contra ALITO por los funestos resultados del 6 de junio, en las que el tricolor no solo no ganó una sola gubernatura, sino que perdió las que tenía en su poder y estaban en juego, no se habían suscitado protestas con violencia en demanda de su retiro.

Pero además de la debacle electoral ya había inconformidad por el hecho de que él, unilateralmente, se incluyó en el primer sitio de la lista de diputados federales plurinominales, sin molestarse en consultar a la militancia, cuyo interés dice defender.

En realidad, el Revolucionario Institucional ya se asemeja al PRD y a los otros partidos de la “chiquillada”, que necesitan hacer alianza con otras organizaciones políticas para poder sobrevivir. Y lo que son las cosas, ahora parece depender del Partido Acción Nacional, su antes archienemigo y por ello se ha hermanado a él.

Quién hubiera pensado que el partido que se decía heredero de la Revolución Mexicana, que ostenta en su logotipo los colores patrios y que durante más de ocho décadas marcó el ritmo social y político de la Nación, imponiendo presidentes, gobernadores, diputados federales y locales y alcaldes, se derrumbaría estrepitosamente.

El enorme edificio de la Avenida Insurgentes en la capital de la República, que era reflejo de la grandeza priista, es hoy un inmueble hueco testimonio de un poder que parece haberse ido para siempre.

Tras los sucesos violentos y las acusaciones que se han lanzado las fracciones en pugna, cabe esperar que los resentimientos suban de nivel en el corto plazo y se profundice aún más la división, de la que difícilmente podrían recuperarse antes de la próxima elección presidencial.

Por lo pronto, ¿con qué cara ALEJANDRO MORENO CÁRDENAS podrá denostar al gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR si a él ni en su mismo partido lo quieren?, ¿cómo puede el PRI presentarse ante la ciudadanía como una opción respetable si entre ellos mismos se destrozan y siguen sacándose los trapos sucios que, a decir verdad, siempre han sido su mejor vestimenta?

El PAN, que sin duda constituye por hoy la segunda fuerza política en el país, haría bien en reconsiderar sus alianzas con el tricolor, que no le estaría abonando nada bueno y en lugar de ayuda sería una carga y un socio no muy decoroso. Aunque también es cierto que el blanquiazul, por sí solo, no puede presumir de un “punch” demoledor.

Así, quiérase o no, queda demostrado que en México no existe una oposición fuerte, homogénea, articulada y sólida, que pueda hacerle frente a la llamada Cuarta Transformación. Y ello se vio en los recientes comicios, en los que Morena triunfó en la mayoría de las 15 gubernaturas en disputa y seguirá siendo mayoría en la Cámara de Diputados, por más que estos logros esa misma dolida oposición quiera minimizar.

Y no estaría de más que el dirigente estatal priista, EDGAR MELHEM, empiece a recordar aquello de que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.

Pasando a otro tema, el senador tamaulipeco por Morena, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, aceptó sin titubeos que aspira a ser candidato del partido guinda a la gubernatura del estado, tras su exitosa actuación como delegado político en Sinaloa, donde el Movimiento de Regeneración Nacional logró la gubernatura, la mayoría en el Congreso local y 15 de las 18 alcaldías, en lo que fue una auténtica prueba de fuego.

El médico, oriundo de Ciudad Victoria, es hijo del ING. AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, quien fuera uno de los gobernadores más prestigiados y a quien todavía se recuerda con respeto en todo Tamaulipas. ¿Veremos a otro AMÉRICO VILLARREAL en la oficina principal del palacio de gobierno? El tiempo dará la respuesta.

Y ya que hablamos de prospectos a la gubernatura, cabe mencionar que sigue siendo ampliamente comentada, por cierto en muy buenos términos, la intención del alcalde de Tampico, JESÚS NADER NASRAlLAH, de buscar la candidatura de Acción Nacional al Gobierno del estado. “Tampico va a brillar en todos los rincones de Tamaulipas”, proclamó el jefe del Gobierno porteño, quien en octubre inicia su segundo período de administración.

Que ya son 20 mil los casos de Covid-19 registrados en el sur de Tamaulipas, mientras que las autoridades de salud siguen asumiendo una actitud titubeante frente al rebrote del terrible mal.

raulpazos45@gmail.com