/ martes 25 de mayo de 2021

Acontecer político | Se aproxima el veredicto

Estamos a menos de dos semanas de las elecciones más importantes en la historia del país, no solo por el número de cargos de elección popular que estarán en juego, sino porque en ellas contienden dos proyectos encontrados e irreconciliables sobre el destino de la Nación.

La jornada del 6 de junio decidirá cuál de los dos es el más aceptable para la mayoría de los mexicanos.

Como es del dominio público, se elegirán 300 diputados federales de mayoría relativa y 200 por la vía plurinominal, 15 gobernadores y en las 32 entidades federativas habrá renovación de los congresos locales y de los ayuntamientos. Una jornada monumental como nunca antes se había visto.

El gobierno de la república y la mayoría de las actuales cámaras de diputados y senadores, así como de las legislaturas locales, están dominadas por el Movimiento de Regeneración Nacional, como consecuencia del rotundo triunfo que el hoy presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, obtuvo en los comicios del 2018.

La llamada cuarta transformación, desde su ascenso al poder, ha tratado de desmantelar al que califica como el viejo régimen que sucesivamente encabezaron los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional y que en la memoria social no guardan mucha querencia.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR está ante la primera prueba nacional para que la ciudadanía le mantenga o le retire el abrumador respaldo que en su momento le otorgó. Será un inevitable y fiel referéndum sobre su actuación como jefe del estado mexicano.

Por lo que se ve y se le escucha, el tabasqueño está confiado en que el electorado volverá a expresarle su confianza y MORENA conservará la mayoría en la Cámara de Diputados, la principal instancia política para la toma de decisiones en los asuntos de interés general.

Pero frente a esto, hay una oposición que deviene desde años atrás y que ahora se ha consolidado en un frente llamado “Va por México”, que integran los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática que haciendo a un lado sus ideologías, se conjugan para poner freno a lo que ellos llaman “la destrucción de México”.

Y detrás de este proyecto se encuentra también un segmento del alto empresariado que no duda en identificarse y que considera que las cosas no caminan bien en el país y que es necesario que el PRI o el PAN vuelvan a representar a los mexicanos, por lo pronto en el poder legislativo, cuando muchos de ellos están dolidos porque ya no cuentan con privilegiados contratos de obra pública y se les ha hecho pagar millones de pesos por impuestos que antes se les condonaban.

En realidad este escenario no es nada nuevo. Cuando sus contrarios no pudieron evitar que LÓPEZ OBRADOR, a quien llamaban “un peligro para México” llegara a Palacio Nacional con 30 millones de votos, evidentemente empezaron a diseñar una estrategia que paulatinamente fuera erosionando su fuerza. Primero crearon el famoso “FRENA” que no funcionó. Luego organizaron marchas en muchas ciudades de país para demeritar al actual gobierno, algo que igualmente resultó poco funcional.

Y así se llega al punto crítico del encono. Ambas partes apuestan a los resultados en las urnas con sus respectivas estrategias. Si la oposición gana la mayoría en la Cámara de Diputados, en las gubernaturas y en los cargos estatales, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR verá socavado el terreno sobre el que pisa y deberá irse preparando para irse a “La Chingada” como se llama su rancho en Tabasco.

Pero si mantiene su supremacía política, también la oposición tendrá que resignarse a irse a algún lugar de igual nombre, pues quedará sin el sustento popular que justifique sus quejas, argumentos y sus ataques.

Debe destacarse que estos comicios llegan en tiempos aflictivos en los que la pandemia del coronavirus alteró de manera drástica el ritmo normal del país y que seguramente incidirá en la afluencia del número de votantes temerosos de contraer el virus, aunque en contrario, las pachangas no sean vistas como un riesgo.

Cada parte tiene ya sus cartas sobre la mesa y las apuestas correspondientes. Pero a diferencia de los juegos de azar, los resultados no dependen de los jugadores, sino de terceros que están viendo los movimientos de cada quien.

La conclusión es muy fácil. Si los electores, aunque su nombre no aparezca en la boleta, deciden por vía indirecta que LÓPEZ OBRADOR tiene que largarse, estaremos ante un veredicto incontestable del cual no se podrá librar con palabras. Pero si ocurre lo contrario, más vale que los opositores revisen sus esquemas de confrontación. No hay de otra.

Pero mientras eso ocurre a nivel nacional, aquí en Tamaulipas se elegirán 43 alcaldes, nueve diputados federales y 22 diputados locales de mayoría relativa y 14 por la vía plurinominal donde la lucha será principalmente entre MORENA y el PAN, aliado con muchos priistas.

En Reynosa, Matamoros y Ciudad Victoria, el combate entre ambas partes por las alcaldías es a morir y no hay datos certeros que permitan predecir un desenlace. Casos diferentes son Tampico, donde JESÚS NADER avanza hacia el triunfo; Ciudad Madero, donde ADRIÁN OSEGUERA KERNION, según sondeos, tiene asegurada su reelección y en Altamira donde CIRO HERNÁNDEZ ARTEAGA va a la cabeza de las intenciones del voto.

raulpazos45@gmail.com

Estamos a menos de dos semanas de las elecciones más importantes en la historia del país, no solo por el número de cargos de elección popular que estarán en juego, sino porque en ellas contienden dos proyectos encontrados e irreconciliables sobre el destino de la Nación.

La jornada del 6 de junio decidirá cuál de los dos es el más aceptable para la mayoría de los mexicanos.

Como es del dominio público, se elegirán 300 diputados federales de mayoría relativa y 200 por la vía plurinominal, 15 gobernadores y en las 32 entidades federativas habrá renovación de los congresos locales y de los ayuntamientos. Una jornada monumental como nunca antes se había visto.

El gobierno de la república y la mayoría de las actuales cámaras de diputados y senadores, así como de las legislaturas locales, están dominadas por el Movimiento de Regeneración Nacional, como consecuencia del rotundo triunfo que el hoy presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, obtuvo en los comicios del 2018.

La llamada cuarta transformación, desde su ascenso al poder, ha tratado de desmantelar al que califica como el viejo régimen que sucesivamente encabezaron los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional y que en la memoria social no guardan mucha querencia.

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR está ante la primera prueba nacional para que la ciudadanía le mantenga o le retire el abrumador respaldo que en su momento le otorgó. Será un inevitable y fiel referéndum sobre su actuación como jefe del estado mexicano.

Por lo que se ve y se le escucha, el tabasqueño está confiado en que el electorado volverá a expresarle su confianza y MORENA conservará la mayoría en la Cámara de Diputados, la principal instancia política para la toma de decisiones en los asuntos de interés general.

Pero frente a esto, hay una oposición que deviene desde años atrás y que ahora se ha consolidado en un frente llamado “Va por México”, que integran los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática que haciendo a un lado sus ideologías, se conjugan para poner freno a lo que ellos llaman “la destrucción de México”.

Y detrás de este proyecto se encuentra también un segmento del alto empresariado que no duda en identificarse y que considera que las cosas no caminan bien en el país y que es necesario que el PRI o el PAN vuelvan a representar a los mexicanos, por lo pronto en el poder legislativo, cuando muchos de ellos están dolidos porque ya no cuentan con privilegiados contratos de obra pública y se les ha hecho pagar millones de pesos por impuestos que antes se les condonaban.

En realidad este escenario no es nada nuevo. Cuando sus contrarios no pudieron evitar que LÓPEZ OBRADOR, a quien llamaban “un peligro para México” llegara a Palacio Nacional con 30 millones de votos, evidentemente empezaron a diseñar una estrategia que paulatinamente fuera erosionando su fuerza. Primero crearon el famoso “FRENA” que no funcionó. Luego organizaron marchas en muchas ciudades de país para demeritar al actual gobierno, algo que igualmente resultó poco funcional.

Y así se llega al punto crítico del encono. Ambas partes apuestan a los resultados en las urnas con sus respectivas estrategias. Si la oposición gana la mayoría en la Cámara de Diputados, en las gubernaturas y en los cargos estatales, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR verá socavado el terreno sobre el que pisa y deberá irse preparando para irse a “La Chingada” como se llama su rancho en Tabasco.

Pero si mantiene su supremacía política, también la oposición tendrá que resignarse a irse a algún lugar de igual nombre, pues quedará sin el sustento popular que justifique sus quejas, argumentos y sus ataques.

Debe destacarse que estos comicios llegan en tiempos aflictivos en los que la pandemia del coronavirus alteró de manera drástica el ritmo normal del país y que seguramente incidirá en la afluencia del número de votantes temerosos de contraer el virus, aunque en contrario, las pachangas no sean vistas como un riesgo.

Cada parte tiene ya sus cartas sobre la mesa y las apuestas correspondientes. Pero a diferencia de los juegos de azar, los resultados no dependen de los jugadores, sino de terceros que están viendo los movimientos de cada quien.

La conclusión es muy fácil. Si los electores, aunque su nombre no aparezca en la boleta, deciden por vía indirecta que LÓPEZ OBRADOR tiene que largarse, estaremos ante un veredicto incontestable del cual no se podrá librar con palabras. Pero si ocurre lo contrario, más vale que los opositores revisen sus esquemas de confrontación. No hay de otra.

Pero mientras eso ocurre a nivel nacional, aquí en Tamaulipas se elegirán 43 alcaldes, nueve diputados federales y 22 diputados locales de mayoría relativa y 14 por la vía plurinominal donde la lucha será principalmente entre MORENA y el PAN, aliado con muchos priistas.

En Reynosa, Matamoros y Ciudad Victoria, el combate entre ambas partes por las alcaldías es a morir y no hay datos certeros que permitan predecir un desenlace. Casos diferentes son Tampico, donde JESÚS NADER avanza hacia el triunfo; Ciudad Madero, donde ADRIÁN OSEGUERA KERNION, según sondeos, tiene asegurada su reelección y en Altamira donde CIRO HERNÁNDEZ ARTEAGA va a la cabeza de las intenciones del voto.

raulpazos45@gmail.com