A unas cuantas semanas de que se inicie formalmente el proceso electoral, las posiciones entre el gobierno de la llamada Cuarta Transformación y sus opositores, lejos de flexibilizarse, se enconan más y se avizora una lucha sin cuartel que hará del 2021 un año definitorio sobre el rumbo del país.
Ello quedó confirmado ayer durante la reunión del presidente Andrés Manuel López Obrador con la Conferencia Nacional de Gobernadores, en San Luis Potosí, donde algunos mandatarios estatales hicieron reclamos sobre lo que consideran un reparto inequitativo de los recursos fiscales y una falta de apoyos extraordinarios por parte de la Federación para hacer frente a la emergencia por el Covid-19.
Esta ha sido una semana de gran turbulencia política, alimentada por videos filtrados en los que se observa a notables figuras de Acción Nacional recibiendo maletas de dinero para la aprobación de la reforma energética en tiempos de ENRIQUE PEÑA NIETO, lo que ha calado hondo en las filas blanquiazules, que se revuelven clamando que todo se inserta en una estrategia de distracción y difamación para erosionar la fuerza de quienes disienten del actual gobierno federal.
El caso del exdirector de PEMEX, EMILIO LOZOYA, más que judicial, parece ser un asunto político que está siendo utilizado para revelar secretos de corrupción que alcanzan lo mismo a priistas que a panistas y hasta algunos miembros de Morena, como el gobernador de Puebla, MIGUEL BARBOSA.
Pocas veces las discrepancias políticas se han ventilado tan abiertamente como ahora, con acusaciones recíprocas, golpes bajos y un esquema de controversia en las redes sociales, en las que cada parte intenta mostrar su verdad ante la ciudadanía.
Esta polarización es considerada por algunos como una descomposición del país que nada aporta al bien común, menos en estos tiempos en que la lucha contra la pandemia del coronavirus debiera ser la prioridad.
Pero desde otra perspectiva, se advierte que en México ya no hay más mordazas y que cada quien puede expresar libremente sus opiniones, ya sea en favor o en contra del gobierno de la república. Que algunos gobernadores le hayan expresado ayer, cara a cara, al presidente sus inconformidades, así lo demuestra.
El debate de ideas siempre será saludable, por muy ríspido que pueda resultar. Quedan atrás décadas en las que la figura presidencial era intocable so pena de recibir represalias, en ocasiones altamente aflictivas.
La llamada Cuarta Transformación, con Morena y sus aliados, evidentemente tratará de sobrevivir con la fortaleza que hoy tiene y hará todo lo que tenga que hacer en vías de ese propósito.
Pero también los demás partidos, principalmente el PAN y el PRI, tienen espacios libres para convertirse en contestatarios del actual régimen, con la intensidad y, sobre todo, con la autoridad moral que cada uno pueda tener. Nada hay que les impida promover sus respectivos proyectos de un mejor gobierno que atienda los anhelos populares.
Y en medio de esta lucha política está un electorado que finalmente decidirá en las urnas a quiénes les encomiendan el timón del país. Si a juicio de la mayoría el hoy capitán del barco ha perdido la brújula, que se haga a un lado. Y si, a juicio de esa misma mayoría, el rumbo es el correcto, que siga al mando. Así de sencillo.
Por ello, las partes en pugna buscarán por todos los medios convencer a los mexicanos de que son la mejor alternativa. En los próximos meses, seguiremos presenciando el combate frontal entre las diferentes fuerzas políticas, algo que, en el fondo, no debiera extrañarnos pues se da en muchos países democráticos. En España hasta corrieron al exrey.
Como lo sentencian los réferis al inicio de una pelea de box: “Que gane el mejor”, aunque aquí podríamos decir: “Que gane el menos malo”.
Pasando a otras cosas, el director de Deportes del gobierno del estado, CARLOS FERNÁNDEZ ALTAMIRANO, ha sido designado también enlace estatal de la lucha contra el Covid-19 en el sur de Tamaulipas, lo que le ha permitido desenvolverse en actividades sociales ajenas a su función específica, como es la entrega de despensas, principalmente en Ciudad Madero, donde estaría perfilado para ser candidato del PAN a la presidencia municipal. Parece que el proyecto va en serio y así ha sido comunicado a los otros aspirantes que tendrán que hacer de tripas, corazón.
Solo que las huestes del actual alcalde, ADRIÁN OSEGUERA KERNION, no están dormidas en sus laureles y se muestran listas y decididas a combatir para que Morena siga gobernando en la antigua capital petrolera de México.
En Altamira, el prospecto panista más aventajado es el secretario de Bienestar Social del Ayuntamiento, ALFREDO POLANCO AGUILAR, uno de los colaboradores más eficaces de la alcaldesa ALMA LAURA AMPARAN. Ya está recibiendo algunos golpes bajos promovidos por otro aspirante que dice tener la bendición de quien decide las candidaturas. En la tierra de Cuco Sánchez las cosas se pondrán más que interesantes. Habrá que estar pendientes.
Cambiando de tema, en Tampico los focos rojos siguen encendidos, pues los contagios del Covid-19 siguen en aumento, pese a las medidas de prevención dictadas por las autoridades de Salud y a las que la mayoría de la población se ha sujetado, principalmente el uso de cubrebocas. Esperemos que la línea ascendente empiece a revertirse en el corto plazo.
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