- HOY SE REGISTRA
- CHUCHO Y SU DIMENSIÓN POLÍTICA
- AMÉRICO, A PONERSE LAS PILAS
Con su solicitud de registro como precandidato ante el Comité Ejecutivo Estatal de Acción Nacional que presentará este día en Ciudad Victoria y el respaldo que, según se anuncia, recibirá el sábado de los dirigentes nacionales del propio PAN, del PRI y el PRD, se estará concretando una realidad anunciada: CÉSAR VERÁSTEGUI OSTOS será el abanderado de la coalición “Va por México” a la gubernatura de Tamaulipas.
“EL TRUCO”, como se le conoce al exalcalde de Xicoténcatl y exsecretario general de Gobierno, tendrá sobre sí la enorme responsabilidad de retener para su partido y esta vez también para compartirlo con sus aliados, el poder ejecutivo del estado, que actualmente detenta FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA.
Hace unos cuatro años nadie daba un cacahuate por VERÁSTEGUI e incluso en el círculo cercano al gobernador se le consideraba un advenedizo y no fueron pocos los ataques que recibió por abajo del agua, al grado de que constantemente se apostaba por su renuncia en no pocos espacios informativos y de opinión.
En este entonces, la estrella refulgente era el entonces secretario de Bienestar Social, GERARDO PEÑA FLORES, viejo amigo y compañero de andanzas políticas de CABEZA DE VACA. “Es el delfín” se decía.
Pero PEÑA cargaba con fama de perdedor. Llegó al congreso local por la vía plurinominal y luego cuando buscó en las urnas una diputación federal, nuevamente fue derrotado y otra vez se convirtió en legislador por la cómoda vía de la representación proporcional. Así se fue degradando como posible candidato para el 2022.
Mientras, “EL TRUCO” seguía operando desde la Secretaría de Gobierno con indiscutible lealtad y eficacia a su jefe, quien en los últimos meses resaltó la callada tarea de su colaborador, quien, dijo, fue determinante en los programas para establecer la seguridad pública en el estado.
También este fin de semana quedará atrás el intento del alcalde de Tampico, JESUS NADER NASRALLAH, de ser candidato de su partido a la gubernatura, una pretensión legítima y justificada, pues no sólo ha sido uno de los grandes valores del panismo tamaulipeco, sino que con su labor al frente del ayuntamiento porteño convirtió a su ciudad en una urbe, segura y próspera.
CHUCHO tiene las calificaciones suficientes para ser un buen candidato y seguramente habría hecho un papel destacado como gobernador del estado. Pero en política la excelencia no siempre es garantía de ascenso. Son muchos los factores que intervienen, principalmente intereses de grupo.
Pero el jefe edilicio porteño no se pierde en el contexto estatal. Concentrándose en sus labores como alcalde, tiene varios años para seguir cumpliéndole a sus paisanos que lo sentaron en el despacho principal de la casona de la calle Colón por dos veces consecutivas y seguir transformando a su ciudad.
Quien resulte el próximo gobernador de Tamaulipas, tendrá en él un aliado de calidad en el que podrá apoyarse para el progreso de este filón del sur de la entidad. CHUCHO perdió una candidatura, pero de ninguna manera ha perdido su dimensión como funcionario público eficaz, congruente y comprometido con su comunidad. Y esa debe ser su satisfacción.
Pero volviendo a “EL TRUCO”, su tarea como candidato, porque seguramente lo será, no será fácil. Tiene que luchar contra el descrédito en el que ha caído el gobierno de CABEZA DE VACA tras las acusaciones de corrupción que le fueron imputadas, que aunque no han sido comprobadas y su caso sigue en manos de la Suprema Corte de Justicia, hicieron mella en su imagen y en la del Partido Acción Nacional.
También deberá demostrar que su candidatura no fue una imposición basada en intereses del grupo actualmente gobernante, sino porque en realidad tiene las prendas personales para gobernar un estado generoso, dinámico y productivo como es Tamaulipas.
Pero el que sale perdiendo en toda esta trama es el Partido Revolucionario Institucional, que tras ser durante décadas la fuerza política predominante, hoy se asemeja a una sanguijuela que se pega a otro organismo tratando de sobrevivir. En cambio, el que saldría ganando en caso de un eventual triunfo de la coalición “Va por México”, es el Partido de la Revolución Democrática que siendo una fuerza política prácticamente inexistente, participaría en el reparto del pastel. No cabe duda de que la política es el arte de lo inesperado.
Y, por su parte, el Movimiento de Regeneración Nacional, con AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, tampoco la tendrá fácil ante un oponente que se resiste con todas sus fuerzas a entregar el poder. Cierto que la marca de la Cuarta Transformación le inyecta un valor a su proyecto. Pero si no se pone las pilas suficientes, podría echar por tierra todas las encuestas que por hoy favorecen al partido guinda. Habrá que estar pendientes.
Pero al margen del acontecer político, hay otra realidad que nos ha alcanzado y es el disparo de covid a nivel mundial que ya está haciendo estragos en una gran parte de la población mexicana. Insistimos, las autoridades de Salud no hacen más que pedirnos cautela, pero sin suspender actividades no esenciales para interrumpir la intensa línea de transmisión que actualmente se registra. Así que la responsabilidad recae en cada quien. Cuidémonos.
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