“Científicamente podemos creer y creemos en las curas maravillosas logradas por intermedio de la llamada acupuntura...
Ciencia incomparable que se nos presenta rodeada de una ceremonia exterior con alardes de magia y brujería”. “Las agujas -sabiamente clavadas- en el cuerpo del doliente, no pueden dejar de recordarnos otros alfileres o agujas clavados sobre toscas figuras o muñecos para buscar la muerte o la ruina de un odiado enemigo… según los ritos extraños del maleficio, practicados aún en nuestros días por tribus y razas de diversos países”. No obstante, no podemos negar científicamente el vudú. Como no podemos afirmarlo.
El desprecio a lo aparentemente irracional es cosa del pasado. Ahora se acepta que las ignorancias y los misterios constituyen el paraíso de la investigación y son una vía para acercarnos a la verdad que, después de todo, no sabemos si algun día la alcanzaremos o jamás llegaremos a saberla.
En realidad, los hombres y mujeres que han escalado las más altas cumbres de la ciencia no negaron nada. Albert Einstein, padre de la teoría de la relatividad, dijo: “Nada es lo que parece ser”. Galileo Galilei afirmó: "La vida es una magia”, y buriló la frase célebre “pero se mueve”, que casi lo lleva a morir en la hoguera. ¿Qué trataban de revelar esos genios? ¿Que existen otros mundos, invisibles, inaudibles e imposibles, que trascienden los límites de nuestros sentidos? ¿Qué nadie se debería atrever a negar lo que no se ve, lo que nuestros sentidos no perciben nítidamente? Por ejemplo, el fluido eléctrico es real, pero nadie lo ha visto. ¿No es para poner en duda lo que significa creer o no creer?
El investigador Lyall Watson señaló: “Todo lo que no vemos ni comprendemos no podemos afirmar que no exista”. “Ni afirmar que existe todo lo que vemos… o creemos ver”. Hay creencias muy difundidas, que sin razón valedera en apariencia, como las afirmaciones de los adivinos, santeros comadronas y… científicos, acerca de la pretendida influencia de la Luna en la vida de los humanos, semejan desvelar una gran verdad. Pocas veces se cuestiona la popular dieta de La Luna para bajar de peso rápidamente. Es una creencia popular que la cabellera crece más rápido si se corta según la fase por la que atraviese nuestro satélite. Desde el siglo XVII se dice que la Luna tiene marcada influencia en el proceso de los partos, cosa que estadísticamente se comprueba, al parecer, pues según conteos, el porcentaje de nacimientos sube 42% en los dos últimos días de Luna llena. Se ha descubierto cierta correspondencia entre la posición de la Luna al instante de la concepción y el sexo del recién nacido. En la antigüedad durante la Luna llena los curanderos y los médicos jamas “sangraban” a sus pacientes.
NOTA DEL DÍA.- El 17 de octubre de 1988 se inauguró una importante obra para dos estados, Tamaulipas y Veracruz: el Puente Tampico. Esta edificación fue construida por ingenieros y obreros mexicanos. Héroes anónimos perdieron la vida en su construcción.
