/ miércoles 23 de octubre de 2019

Agustín Jiménez: descanse en paz

Inicio hoy esta colaboración editorial, con el pesar de haber perdido a un buen amigo, a un compañero que tuvo la gran fortuna de llegar a la escala más alta a la que puede aspirar un periodista, o sea, dirigir a un gran periódico como lo es mi casa, nuestra casa editorial, El Sol de Tampico; antier por la noche falleció Agustín Jiménez Hernández.

Tuve la fortuna de tratarlo durante muchos años, él siempre en el periódico y yo reportero o funcionario público, y nunca jamás tuve de parte suya ningún disgusto, todo lo contrario, siempre mantuvimos una línea de respeto que nos llevó a construir una inquebrantable amistad.

Agustín Jiménez sustituyó a don Rubén Díaz de la Garza, Señor del periodismo escrito y maestro de varias generaciones en este difícil pero hermoso y fantástico oficio. Al fallecer don Rubén, Agustín Jiménez ya había abrevado en la fuente del saber de su maestro y amigo y surgió como el heredero natural de la Dirección del periódico.

Tarea nada fácil para Agustín Jiménez, después de la brillante etapa y del gran ejemplo de don Rubén, pero con la experiencia adquirida tomó las riendas del periódico El Sol de Tampico y aceptó el reto que la vida le impuso.

Ya como Director del periódico, Agustín Jiménez le imprimió su estilo personal a los formatos de las páginas especializadas, aplicando además los sabios consejos que por muchos años recibió de su maestro.

Desgraciadamente Agustín Jiménez fue vencido por una maldita enfermedad que padeció por mucho tiempo, otorgándole a la Parca la oportunidad de reclamar su vida, aun cuando le concedió la gracia del no sufrimiento.

Hoy su familia y sus amigos estamos de luto ante su partida a la región donde habrá de descansar en paz, seguramente para seguir dirigiendo alguna publicación celestial porque, a decir verdad, esa fue siempre su verdadera vocación y su máxima realización personal.

Pero además, todo el personal del periódico El Sol de Tampico hoy le rendirá un póstumo homenaje en las instalaciones del periódico, a manera de despedida y como un reconocimiento a su impecable línea profesional en el periodismo de vanguardia.

En lo personal elevaré una plegaria a Dios para que reciba a nuestro amigo Agustín Jiménez con todos los honores que se merece y le permita alcanzar en el cielo el máximo galardón de su Reino, la Paz y el descanso eterno.

A su familia, Alfa y Omega les manifiesta su más sincero pésame por tan irreparable pérdida, yo les aseguro que como profesional del periodismo, Agustín Jiménez cumplió a cabalidad, manejando con honor su responsabilidad en la información, con orgullo su alto sentido de la moral profesional y con hidalguía su respeto a la amistad.

Descanse en paz mi amigo Agustín Jiménez.

Correo:

armando_juarezbecerra@hotmail.com

---

Correo:

armando_juarezbecerra@hotmail.com

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ALFA Y OMEGA

AGUSTIN JIMENEZ; DESCANSE EN PAZ

ARMANDO JUAREZ BECERRA

“Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío,

que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo”

Alberto Cortez

Inicio hoy esta colaboración editorial, con el pesar de haber perdido a un buen amigo, a un compañero que tuvo la gran fortuna de llegar a la escala más alta a la que puede aspirar un periodista, o sea, dirigir a un gran periódico como lo es mi casa, nuestra casa editorial, El Sol de Tampico; antier por la noche falleció Agustín Jiménez Hernández.

Tuve la fortuna de tratarlo durante muchos años, él siempre en el periódico y yo reportero o funcionario público, y nunca jamás tuve de parte suya ningún disgusto, todo lo contrario, siempre mantuvimos una línea de respeto que nos llevó a construir una inquebrantable amistad.

Agustín Jiménez sustituyó a don Rubén Díaz de la Garza, Señor del periodismo escrito y maestro de varias generaciones en este difícil pero hermoso y fantástico oficio. Al fallecer don Rubén, Agustín Jiménez ya había abrevado en la fuente del saber de su maestro y amigo y surgió como el heredero natural de la Dirección del periódico.

Tarea nada fácil para Agustín Jiménez, después de la brillante etapa y del gran ejemplo de don Rubén, pero con la experiencia adquirida tomó las riendas del periódico El Sol de Tampico y aceptó el reto que la vida le impuso.

Ya como Director del periódico, Agustín Jiménez le imprimió su estilo personal a los formatos de las páginas especializadas, aplicando además los sabios consejos que por muchos años recibió de su maestro.

Desgraciadamente Agustín Jiménez fue vencido por una maldita enfermedad que padeció por mucho tiempo, otorgándole a la Parca la oportunidad de reclamar su vida, aun cuando le concedió la gracia del no sufrimiento.

Hoy su familia y sus amigos estamos de luto ante su partida a la región donde habrá de descansar en paz, seguramente para seguir dirigiendo alguna publicación celestial porque, a decir verdad, esa fue siempre su verdadera vocación y su máxima realización personal.

Pero además, todo el personal del periódico El Sol de Tampico hoy le rendirá un póstumo homenaje en las instalaciones del periódico, a manera de despedida y como un reconocimiento a su impecable línea profesional en el periodismo de vanguardia.

En lo personal elevaré una plegaria a Dios para que reciba a nuestro amigo Agustín Jiménez con todos los honores que se merece y le permita alcanzar en el cielo el máximo galardón de su Reino, la Paz y el descanso eterno.

A su familia, Alfa y Omega les manifiesta su más sincero pésame por tan irreparable pérdida, yo les aseguro que como profesional del periodismo, Agustín Jiménez cumplió a cabalidad, manejando con honor su responsabilidad en la información, con orgullo su alto sentido de la moral profesional y con hidalguía su respeto a la amistad.

Descanse en paz mi amigo Agustín Jiménez.

Correo:

armando_juarezbecerra@hotmail.com

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Correo:

armando_juarezbecerra@hotmail.com

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ALFA Y OMEGA

AGUSTIN JIMENEZ; DESCANSE EN PAZ

ARMANDO JUAREZ BECERRA

“Cuando un amigo se va

queda un espacio vacío,

que no lo puede llenar

la llegada de otro amigo”

Alberto Cortez