/ viernes 3 de agosto de 2018

Alma de Altamira

Los ganadores de las elecciones pasadas en la zona conurbada aprovecharon la temporada y se fueron de vacaciones por unos días...

Excepto la señora Alma Laura Amparán, de Altamira, tanto para distensionarse del duro trabajo de las campañas, como para reflexionar sobre el paquete que tendrán a partir del 1 de octubre y para planear cómo le harán para resolver los problemas que les serán heredados por las actuales administraciones.

Tanto en Ciudad Madero, como en Tampico, los nuevos alcaldes se encontrarán con añejas fallas urbanas que se vienen arrastrando desde hace varias décadas y con la necesidad de nuevos proyectos que cambien la vida de los sureños.

Mire usted, le podemos asegurar que casi todas las calles de ambos municipios se encuentran destrozadas, de tal manera que los automovilistas se la pasan recordando a los más queridos seres de los funcionarios públicos, por los baches, las zanjas, los hundimientos, los topes, los hoyos, las fisuras y los estorbos de excavaciones de Comapa y Obras Públicas que se toman todo el tiempo del mundo para terminar un proyecto.

Cómo le harán las nuevas administraciones para enfrentar las fallas en el sistema del alumbrado público, en los trabajos de limpieza de la ciudad y la ineficiencia de los encargados de administrar el agua potable a la zona conurbada y mantener en buen estado el sistema de drenaje sanitario y pluvial, asuntos torales para el bienestar de los pobladores de esta parte del Estado.

Tendrán también el asunto de la deuda pública, que por ejemplo en Tampico parece impagable, a pesar del sano e inteligente manejo de las finanzas municipales por parte del Secretario del ramo, Contador Édgar Ánimas, quien ha logrado un equilibrio correcto entre el deber y el haber.

Y luego están los nuevos proyectos de cada alcalde entrante, como el ambicioso plan de transformación total de Tampico esbozado por Jesús “Chucho” Nader, quien pretende dar al puerto la fisonomía que le corresponde a su historia y a su importancia en la vida nacional.

Será un nuevo Tampico, del que todos los porteños se sientan verdaderamente orgullosos, asegura “Chucho”.

Y en Ciudad Madero, igual Adrián Oseguera tiene la intención de trabajar en la creación de un Miramar digno de ser visitado por el más exigente de los turistas internacionales, dotándolo de la infraestructura necesaria y otorgando facilidades para la instalación de nuevos centros de servicios.

Para lograrlo, dice Adrián Oseguera que se apoyará en su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, para obtener el auxilio irrestricto del aparato federal y traer a Ciudad Madero las obras que su desarrollo está demandando.

Y quien no salió de vacaciones, la activa y efectiva alcaldesa de Altamira, la señora Alma Laura Amparán Cruz, simple y sencillamente retomó todas las acciones que su administración ha venido desarrollando, pues ahora tendrá un plus de tres años más de mandato, para culminar con éxito las obras emprendidas con anterioridad y las que se inicien a partir de octubre de este año.

Bien por la señora alcaldesa, Alma de Altamira.

El reto ahí está, en los tres municipios, al final de cada administración municipal, sabremos quién lo pudo vencer.

P.D.- A veces, los dulces sueños se convierten en amargas pesadillas, ¡aguas!

e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com

Los ganadores de las elecciones pasadas en la zona conurbada aprovecharon la temporada y se fueron de vacaciones por unos días...

Excepto la señora Alma Laura Amparán, de Altamira, tanto para distensionarse del duro trabajo de las campañas, como para reflexionar sobre el paquete que tendrán a partir del 1 de octubre y para planear cómo le harán para resolver los problemas que les serán heredados por las actuales administraciones.

Tanto en Ciudad Madero, como en Tampico, los nuevos alcaldes se encontrarán con añejas fallas urbanas que se vienen arrastrando desde hace varias décadas y con la necesidad de nuevos proyectos que cambien la vida de los sureños.

Mire usted, le podemos asegurar que casi todas las calles de ambos municipios se encuentran destrozadas, de tal manera que los automovilistas se la pasan recordando a los más queridos seres de los funcionarios públicos, por los baches, las zanjas, los hundimientos, los topes, los hoyos, las fisuras y los estorbos de excavaciones de Comapa y Obras Públicas que se toman todo el tiempo del mundo para terminar un proyecto.

Cómo le harán las nuevas administraciones para enfrentar las fallas en el sistema del alumbrado público, en los trabajos de limpieza de la ciudad y la ineficiencia de los encargados de administrar el agua potable a la zona conurbada y mantener en buen estado el sistema de drenaje sanitario y pluvial, asuntos torales para el bienestar de los pobladores de esta parte del Estado.

Tendrán también el asunto de la deuda pública, que por ejemplo en Tampico parece impagable, a pesar del sano e inteligente manejo de las finanzas municipales por parte del Secretario del ramo, Contador Édgar Ánimas, quien ha logrado un equilibrio correcto entre el deber y el haber.

Y luego están los nuevos proyectos de cada alcalde entrante, como el ambicioso plan de transformación total de Tampico esbozado por Jesús “Chucho” Nader, quien pretende dar al puerto la fisonomía que le corresponde a su historia y a su importancia en la vida nacional.

Será un nuevo Tampico, del que todos los porteños se sientan verdaderamente orgullosos, asegura “Chucho”.

Y en Ciudad Madero, igual Adrián Oseguera tiene la intención de trabajar en la creación de un Miramar digno de ser visitado por el más exigente de los turistas internacionales, dotándolo de la infraestructura necesaria y otorgando facilidades para la instalación de nuevos centros de servicios.

Para lograrlo, dice Adrián Oseguera que se apoyará en su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, para obtener el auxilio irrestricto del aparato federal y traer a Ciudad Madero las obras que su desarrollo está demandando.

Y quien no salió de vacaciones, la activa y efectiva alcaldesa de Altamira, la señora Alma Laura Amparán Cruz, simple y sencillamente retomó todas las acciones que su administración ha venido desarrollando, pues ahora tendrá un plus de tres años más de mandato, para culminar con éxito las obras emprendidas con anterioridad y las que se inicien a partir de octubre de este año.

Bien por la señora alcaldesa, Alma de Altamira.

El reto ahí está, en los tres municipios, al final de cada administración municipal, sabremos quién lo pudo vencer.

P.D.- A veces, los dulces sueños se convierten en amargas pesadillas, ¡aguas!

e-mail: armando_juarezbecerra@hotmail.com