/ domingo 26 de julio de 2020

Añoranzas | Abuelos

Los abuelos son fundamentales en el núcleo familiar en todo el mundo, pero, tal vez por razones culturales, en nuestro país son esenciales, la mayor de las veces imprescindibles. Son cofrades de hermandad universal porque han sido cortados con una misma amorosa tijera.

Hay infinidad de madres solteras o divorciadas que cargan solas con la responsabilidad de mantener, formar y educar a sus hijos, porque el exmarido o ex - pareja pone “pies en polvorosa” y se van a “buscar cigarros” y no vuelven jamás, los muy canallas.

Entonces, los abuelos entran en escena cuando ya pensaban que habían cumplido su misión creyendo que ya eran dueños de su tiempo y libertad, pero les dejan la responsabilidad para casa, vestido y sustento. La mayoría lo asume con complacencia porque tienen una enorme capacidad de amor y de ternura. Se entregan devotos a su misión.

Llevar y traer del colegio, ayudar en sus tareas, corregir, educar, alimentar, medicinar etc., porque seguramente la jefa de la prole se está partiendo el lomo para traer dinero a casa. Sucede con frecuencia que la joven mamá aún tiene ganas de vivir la vida plena, divertirse, disfrutar su libertad, y poco a poco les va dejando el paquete completo a los abuelos.

Lo que las madres no pueden olvidar y deben tener siempre presente es que a ellas les toca la tarea de enseñarles a sus hijos a respetar a los abuelos, a considerarlos y darles su lugar. Que, a través de ellos, los nietos, van a aprender muchas cosas simples de la vida, pero muy valiosas y perecederas por siempre.

Las abuelas enseñan juegos infantiles en desuso, inventan cuentos para dormir, visten a las muñecas, juegan a las comiditas, hacen pastelitos y la mejor sopa de fideo del mundo. Curan raspones y heridas, soban moretones y, llegada la adolescencia, enjugan las lágrimas derramadas por las primeras penas de amor. Los abuelos también tienen un papel muy importante. Les enseñan a andar bici, jugar a la pelota, nadar, dibujar, pescar y, sobre todo, escuchar historias y anécdotas. Su figura y ejemplo será muy importe en sus vidas adultas.

La famosa escritora italiana Susana Tamaro dice en su apasionante novela “A donde el corazón te lleve”: Huérfana ¿Se dice cuando muere un abuelo? No hay un término para especificar su pérdida. De los abuelos no se es ni huérfano ni viudo. Con toda naturalidad se dejan ir, pero en el corazón de los nietos habrá siempre un lugar muy especial para toda la vida.

Los abuelos son fundamentales en el núcleo familiar en todo el mundo, pero, tal vez por razones culturales, en nuestro país son esenciales, la mayor de las veces imprescindibles. Son cofrades de hermandad universal porque han sido cortados con una misma amorosa tijera.

Hay infinidad de madres solteras o divorciadas que cargan solas con la responsabilidad de mantener, formar y educar a sus hijos, porque el exmarido o ex - pareja pone “pies en polvorosa” y se van a “buscar cigarros” y no vuelven jamás, los muy canallas.

Entonces, los abuelos entran en escena cuando ya pensaban que habían cumplido su misión creyendo que ya eran dueños de su tiempo y libertad, pero les dejan la responsabilidad para casa, vestido y sustento. La mayoría lo asume con complacencia porque tienen una enorme capacidad de amor y de ternura. Se entregan devotos a su misión.

Llevar y traer del colegio, ayudar en sus tareas, corregir, educar, alimentar, medicinar etc., porque seguramente la jefa de la prole se está partiendo el lomo para traer dinero a casa. Sucede con frecuencia que la joven mamá aún tiene ganas de vivir la vida plena, divertirse, disfrutar su libertad, y poco a poco les va dejando el paquete completo a los abuelos.

Lo que las madres no pueden olvidar y deben tener siempre presente es que a ellas les toca la tarea de enseñarles a sus hijos a respetar a los abuelos, a considerarlos y darles su lugar. Que, a través de ellos, los nietos, van a aprender muchas cosas simples de la vida, pero muy valiosas y perecederas por siempre.

Las abuelas enseñan juegos infantiles en desuso, inventan cuentos para dormir, visten a las muñecas, juegan a las comiditas, hacen pastelitos y la mejor sopa de fideo del mundo. Curan raspones y heridas, soban moretones y, llegada la adolescencia, enjugan las lágrimas derramadas por las primeras penas de amor. Los abuelos también tienen un papel muy importante. Les enseñan a andar bici, jugar a la pelota, nadar, dibujar, pescar y, sobre todo, escuchar historias y anécdotas. Su figura y ejemplo será muy importe en sus vidas adultas.

La famosa escritora italiana Susana Tamaro dice en su apasionante novela “A donde el corazón te lleve”: Huérfana ¿Se dice cuando muere un abuelo? No hay un término para especificar su pérdida. De los abuelos no se es ni huérfano ni viudo. Con toda naturalidad se dejan ir, pero en el corazón de los nietos habrá siempre un lugar muy especial para toda la vida.