/ domingo 9 de febrero de 2020

Añoranzas | Serrat, un soñar de pelo largo

Terminaba el año 1968, año intenso en acontecimientos históricos: La muerte del Che y la revuelta estudiantil del mes de mayo francés, hasta la llamada primavera de Praga...

La revolución cultural china, la masacre estudiantil en la plaza de Las Tres Culturas en Tlatelolco. La juventud clamaba por justicia y libertad.

Perteneciente a esta generación que no se dejaba someter fácilmente, en España surge un compositor hijo de un obrero y una humilde ama de casa, Joan Manuel Serrat. A través de sus canciones, el joven catalán se consolida como defensor de la cultura y del idioma español, partidario de temas como la paz, la justicia, la libertad y la fraternidad. Lo adoran los jóvenes y lo admiran los viejos…

El soñador de pelo largo nos ha hecho reír y llorar con sus canciones: “ESAS PEQUEÑAS COSAS” en la que le da valor a las cuestiones sencillas de la vida. Nos ha regresado a la adolescencia con, “NO HAGO OTRA COSA QUE PENSAR EN TI”; nos hemos adentrado en la locura de amor con su canción “DE CARTÓN PIEDRA”; “ESOS LOCOS BAJITOS”, tema que duele y nos hace tomar conciencia de lo perjudicial que podemos ser los padres y nos dan ganas de correr a abrazar a nuestros hijos”, “MEDITERRÁNEO”, elegida como una de las mejores canciones en español, compuesta en México cuando exiliado añoraba su mar ya que su niñez sigue jugando en la arena.

Nos conmovimos pensando en “PENÉLOPE”, que sentada en la estación del tren en su banco de pino verde esperaba al amado que no reconoció cuando años después regresó a buscarla. ¿Quién le ha compuesto una canción a su suegra? Joan Manuel lo hizo: “SEÑORA”. Ha compuesto doscientas ochenta canciones. Todas bellísimas. Musicalizó la poesía esplendorosa de Antonio Machado y la dolorosa de Miguel Hernández así como los poemas de Alberti, León Felipe, Benedetti, Cernuda, García Lorca y Galeano.

Nos ha regalado la maravilla de su inspiración en canciones emblemáticas en donde evoca ciudades y pueblos, amigos, fiestas, titiriteros, amor y desamor, encuentros y desencuentros.

Joan Manuel Serrat ha sido reconocido con ocho doctorados Honoris Causa por su contribución a la música y literatura española, además del Grammy Latino. “Persona del año” en 2014, entre otros importantes galardones. Las Llaves de la Ciudad de infinidad de ciudades e hijo predilecto de la mayor parte de los países latinoamericanos.

El Palacio de Bellas Artes, el mismo lugar que recibió al catalán en tierras mexicanas hace 50 años, nuevamente volvió a vibrar hace unos días con “El Nano”, como le llaman de cariño. Con 77 años encima se presentó ante su público fiel que lo ha seguido siempre. Cuando el cantante dio paso a “Mediterráneo” el público se puso de pie para aplaudir a la mejor canción de España del siglo pasado. La ovación que recibió fue estrepitosa. Sus seguidores, muchos de ellos ya de cabello blanco al igual que él, le rindieron pleitesía, coreando sus canciones. Joan Manuel sigue feliz con su oficio y sigue componiendo, con más sabiduría, más cosecha y caminando, porque... caminante, no hay camino, se hace camino al andar.

Terminaba el año 1968, año intenso en acontecimientos históricos: La muerte del Che y la revuelta estudiantil del mes de mayo francés, hasta la llamada primavera de Praga...

La revolución cultural china, la masacre estudiantil en la plaza de Las Tres Culturas en Tlatelolco. La juventud clamaba por justicia y libertad.

Perteneciente a esta generación que no se dejaba someter fácilmente, en España surge un compositor hijo de un obrero y una humilde ama de casa, Joan Manuel Serrat. A través de sus canciones, el joven catalán se consolida como defensor de la cultura y del idioma español, partidario de temas como la paz, la justicia, la libertad y la fraternidad. Lo adoran los jóvenes y lo admiran los viejos…

El soñador de pelo largo nos ha hecho reír y llorar con sus canciones: “ESAS PEQUEÑAS COSAS” en la que le da valor a las cuestiones sencillas de la vida. Nos ha regresado a la adolescencia con, “NO HAGO OTRA COSA QUE PENSAR EN TI”; nos hemos adentrado en la locura de amor con su canción “DE CARTÓN PIEDRA”; “ESOS LOCOS BAJITOS”, tema que duele y nos hace tomar conciencia de lo perjudicial que podemos ser los padres y nos dan ganas de correr a abrazar a nuestros hijos”, “MEDITERRÁNEO”, elegida como una de las mejores canciones en español, compuesta en México cuando exiliado añoraba su mar ya que su niñez sigue jugando en la arena.

Nos conmovimos pensando en “PENÉLOPE”, que sentada en la estación del tren en su banco de pino verde esperaba al amado que no reconoció cuando años después regresó a buscarla. ¿Quién le ha compuesto una canción a su suegra? Joan Manuel lo hizo: “SEÑORA”. Ha compuesto doscientas ochenta canciones. Todas bellísimas. Musicalizó la poesía esplendorosa de Antonio Machado y la dolorosa de Miguel Hernández así como los poemas de Alberti, León Felipe, Benedetti, Cernuda, García Lorca y Galeano.

Nos ha regalado la maravilla de su inspiración en canciones emblemáticas en donde evoca ciudades y pueblos, amigos, fiestas, titiriteros, amor y desamor, encuentros y desencuentros.

Joan Manuel Serrat ha sido reconocido con ocho doctorados Honoris Causa por su contribución a la música y literatura española, además del Grammy Latino. “Persona del año” en 2014, entre otros importantes galardones. Las Llaves de la Ciudad de infinidad de ciudades e hijo predilecto de la mayor parte de los países latinoamericanos.

El Palacio de Bellas Artes, el mismo lugar que recibió al catalán en tierras mexicanas hace 50 años, nuevamente volvió a vibrar hace unos días con “El Nano”, como le llaman de cariño. Con 77 años encima se presentó ante su público fiel que lo ha seguido siempre. Cuando el cantante dio paso a “Mediterráneo” el público se puso de pie para aplaudir a la mejor canción de España del siglo pasado. La ovación que recibió fue estrepitosa. Sus seguidores, muchos de ellos ya de cabello blanco al igual que él, le rindieron pleitesía, coreando sus canciones. Joan Manuel sigue feliz con su oficio y sigue componiendo, con más sabiduría, más cosecha y caminando, porque... caminante, no hay camino, se hace camino al andar.