/ sábado 22 de agosto de 2020

Así vivieron | AMLO vs. la mafia del poder, el que se ríe se lleva 

En 1995, iniciando el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, el país afrontaba una crisis severa por la caída de la moneda en el denominado “error de diciembre” ante la devaluación del peso, y la fuga de capitales, México dejó de ser el país con un modelo económico envidiable de America latina que había construido Carlos Salinas de Gortari y regresaba a su triste realidad.

En la administración zedillista que iniciaba con el pie izquierdo; producto de la crisis política y financiera que se vivió, el mandatario entrante además de afrontar la cruda realidad, dejó caer su furia con su antecesor y sus principales colaboradores y políticos priistas, dando inicio a un pleito que atrapó la atención principalmente de la ciudadanía que siguió de cerca las persecuciones y situaciones políticas que daban nota en los noticieros y prensa todos los días.

Como continuación de 1994, un año crítico donde desde el primer día amanecimos con el levantamiento armado de los indígenas de Chiapas junto con el subcomandante Marcos; el magnicidio del candidato a la presidencia de la República Luis Donaldo Colosio Murrieta y la crisis política por la elección presidencial; le siguió en septiembre el asesinato del Secretario General del PRI José Francisco Ruiz Massieu. De ahí las dudas y los supuestos hechos delictivos y armados confundía a la opinión pública por los argumentos que en esos momentos los funcionarías federales argumentaban de los móviles políticos y forenses sobre los sucesos que marcaban el fin del sexenio de Salinas de Gortari.

Motivo para que Ernesto Zedillo ya en el poder descargara su furia y frustración contra los que para él eran los culpables de la situación que vivía el país, para ello fueron los medios de comunicación nacionales los que diariamente daban seguimiento a las pesquisas de los presuntos culpables y el seguimiento de las autoridades encargadas de los asesinatos políticos. Fuimos testigos de la huelga de hambre que Carlos Salinas hizo en una colonia popular en un municipio de Nuevo León; las hipótesis increíbles de creer de los fiscales especiales que argumentaban de un asesino solitario de Colosio y el señalamiento de una red de complicidades al más alto nivel para orquestar la ejecución de Ruiz Massieu, que señalaban presuntamente al hermano mayor del ex presidente, Raúl Salinas de Gortari; el fiscal encargado Pablo Chapa Bezanilla cual detective hollywoodense diariamente informaba el reporte del caso del asesinato del que también fue ex gobernador de Guerrero, según sus investigaciones señalaba al tamaulipeco Manuel Muñoz Rocha como uno de los presuntos implicados, ante la desaparición del político de Tamaulipas, Chapa con el excesivo protagonismo y la necesidad de entretener a la opinión pública presentó un claro montaje en un predio baldío dio a conocer una osamenta que la vidente, Francisca Zetina alias La Paca había visualizado que se encontraban los restos de Muñoz Rocha, situación que los pocos días fue desmentido por la misma procuraduría.

De esa novela política policiaca se llevó a la detención del mismo Raúl Salinas de Gortari a quien ya lo llamaban popularmente como el hermano incómodo; fue tanta la información sensacionalista que el mismo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en una declaración periodística dijo que con tantas crispantes noticias los mexicanos estaban perdiendo la capacidad de asombro.

Han pasado 25 años de aquellos momentos históricos del Mexico actual y con la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se regresa a las notas periodísticas espectaculares, si en la administración de Enrique Peña Nieto las aprehensiones de algunos gobernadores sorprendió al pueblo al ver que el Presidenta priísta avaló la detención de sus gobernadores de su propio partido; ahora con AMLO al apresar a los colaboradores de EPN, Rosario Robles Berlanga y a Emilio Lozoya Austin se ha dado una novela que se entrega por día.

La extradición del que fue director de Pemex en el sexenio anterior Emilio Lozoya ha sido por demás la que más llama la atención, desde su llegada a tierras mexicanas después de ser capturado en España, se esperaban las primeras imágenes al ex funcionario a su llegada al aeropuerto capitalino, la prensa se sorprendió porque el que se mostraba como el famoso detenido no se parecía en los rasgos físicos, posteriormente en lugar de ir al reclusorio fue internado en un hospital privado para declararlo como un “testigo colaborador” y desde la comodidad de su casa llevará su juicio señalando a quienes considera el ex funcionario federal los verdaderos responsables de la acusación por la que se le persiguió.

En las conferencias de prensa diarias, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha asumido el papel de vocero y se anticipa, ya que se ocupa de informar sobre lo que ocurrirá en el caso de las declaraciones que está dando Lozoya a los fiscales del caso, AMLO dio la primicia sobre los funcionarios, senadores y diputados que habían recibido sobornos para votar la reforma energética, también señaló que habían videos donde se muestra la entrega de bolsas de dinero; lo anterior posteriormente fue señalado en la denuncia ante la fiscalía correspondiente del ex funcionario peñista y por obra de magia se filtró esta semana que concluye un video donde se muestran presuntos asistentes de legisladores recibiendo fajos de billetes.

Por sorprendente que resulten los videos y denuncias sobre los políticos en este caso de Lozoya y donde incluso los mismos acusados en esa denuncia donde además de los exlegisladores aparecen dos excandidatos a la presidencia como fueron José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya; también señalan a tres expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; la mayoría han emitido mensajes y comunicados donde rechazan las acusaciones y señalan el manejo político por encima del orden judicial.

Y por si fuera todo, en contra parte el jueves aparece un video donde se muestra al hermano del presidente de nombre Pío López Obrador recibiendo dinero en efectivo; situación que el mismo AMLO lo minimizó en su propia conferencia mañanera.

Esta “tragicomedia” como lo califica el mismo mandatario federal dará mucho más en este proceso judicial que tiene a la mayoría de los mexicanos atentos de que más sucederá; de ahí que ante la crisis real por la pandemia y la economía que tiene al borde de la quiebra las finanzas del país como hace 25 años, se realizan estos episodios sensacionalistas con actores reales para entretener al colectivo, así es y ha sido la política en los últimos años.

Lo invito a que me escuche de lunes a viernes en el ABC del análisis por la mañana de 7:00 a 8:00, en ABC Radio Tampico en el 89.3 de FM.

jorgeluisvelavilla@gmail.co

En 1995, iniciando el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, el país afrontaba una crisis severa por la caída de la moneda en el denominado “error de diciembre” ante la devaluación del peso, y la fuga de capitales, México dejó de ser el país con un modelo económico envidiable de America latina que había construido Carlos Salinas de Gortari y regresaba a su triste realidad.

En la administración zedillista que iniciaba con el pie izquierdo; producto de la crisis política y financiera que se vivió, el mandatario entrante además de afrontar la cruda realidad, dejó caer su furia con su antecesor y sus principales colaboradores y políticos priistas, dando inicio a un pleito que atrapó la atención principalmente de la ciudadanía que siguió de cerca las persecuciones y situaciones políticas que daban nota en los noticieros y prensa todos los días.

Como continuación de 1994, un año crítico donde desde el primer día amanecimos con el levantamiento armado de los indígenas de Chiapas junto con el subcomandante Marcos; el magnicidio del candidato a la presidencia de la República Luis Donaldo Colosio Murrieta y la crisis política por la elección presidencial; le siguió en septiembre el asesinato del Secretario General del PRI José Francisco Ruiz Massieu. De ahí las dudas y los supuestos hechos delictivos y armados confundía a la opinión pública por los argumentos que en esos momentos los funcionarías federales argumentaban de los móviles políticos y forenses sobre los sucesos que marcaban el fin del sexenio de Salinas de Gortari.

Motivo para que Ernesto Zedillo ya en el poder descargara su furia y frustración contra los que para él eran los culpables de la situación que vivía el país, para ello fueron los medios de comunicación nacionales los que diariamente daban seguimiento a las pesquisas de los presuntos culpables y el seguimiento de las autoridades encargadas de los asesinatos políticos. Fuimos testigos de la huelga de hambre que Carlos Salinas hizo en una colonia popular en un municipio de Nuevo León; las hipótesis increíbles de creer de los fiscales especiales que argumentaban de un asesino solitario de Colosio y el señalamiento de una red de complicidades al más alto nivel para orquestar la ejecución de Ruiz Massieu, que señalaban presuntamente al hermano mayor del ex presidente, Raúl Salinas de Gortari; el fiscal encargado Pablo Chapa Bezanilla cual detective hollywoodense diariamente informaba el reporte del caso del asesinato del que también fue ex gobernador de Guerrero, según sus investigaciones señalaba al tamaulipeco Manuel Muñoz Rocha como uno de los presuntos implicados, ante la desaparición del político de Tamaulipas, Chapa con el excesivo protagonismo y la necesidad de entretener a la opinión pública presentó un claro montaje en un predio baldío dio a conocer una osamenta que la vidente, Francisca Zetina alias La Paca había visualizado que se encontraban los restos de Muñoz Rocha, situación que los pocos días fue desmentido por la misma procuraduría.

De esa novela política policiaca se llevó a la detención del mismo Raúl Salinas de Gortari a quien ya lo llamaban popularmente como el hermano incómodo; fue tanta la información sensacionalista que el mismo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en una declaración periodística dijo que con tantas crispantes noticias los mexicanos estaban perdiendo la capacidad de asombro.

Han pasado 25 años de aquellos momentos históricos del Mexico actual y con la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se regresa a las notas periodísticas espectaculares, si en la administración de Enrique Peña Nieto las aprehensiones de algunos gobernadores sorprendió al pueblo al ver que el Presidenta priísta avaló la detención de sus gobernadores de su propio partido; ahora con AMLO al apresar a los colaboradores de EPN, Rosario Robles Berlanga y a Emilio Lozoya Austin se ha dado una novela que se entrega por día.

La extradición del que fue director de Pemex en el sexenio anterior Emilio Lozoya ha sido por demás la que más llama la atención, desde su llegada a tierras mexicanas después de ser capturado en España, se esperaban las primeras imágenes al ex funcionario a su llegada al aeropuerto capitalino, la prensa se sorprendió porque el que se mostraba como el famoso detenido no se parecía en los rasgos físicos, posteriormente en lugar de ir al reclusorio fue internado en un hospital privado para declararlo como un “testigo colaborador” y desde la comodidad de su casa llevará su juicio señalando a quienes considera el ex funcionario federal los verdaderos responsables de la acusación por la que se le persiguió.

En las conferencias de prensa diarias, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha asumido el papel de vocero y se anticipa, ya que se ocupa de informar sobre lo que ocurrirá en el caso de las declaraciones que está dando Lozoya a los fiscales del caso, AMLO dio la primicia sobre los funcionarios, senadores y diputados que habían recibido sobornos para votar la reforma energética, también señaló que habían videos donde se muestra la entrega de bolsas de dinero; lo anterior posteriormente fue señalado en la denuncia ante la fiscalía correspondiente del ex funcionario peñista y por obra de magia se filtró esta semana que concluye un video donde se muestran presuntos asistentes de legisladores recibiendo fajos de billetes.

Por sorprendente que resulten los videos y denuncias sobre los políticos en este caso de Lozoya y donde incluso los mismos acusados en esa denuncia donde además de los exlegisladores aparecen dos excandidatos a la presidencia como fueron José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya; también señalan a tres expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; la mayoría han emitido mensajes y comunicados donde rechazan las acusaciones y señalan el manejo político por encima del orden judicial.

Y por si fuera todo, en contra parte el jueves aparece un video donde se muestra al hermano del presidente de nombre Pío López Obrador recibiendo dinero en efectivo; situación que el mismo AMLO lo minimizó en su propia conferencia mañanera.

Esta “tragicomedia” como lo califica el mismo mandatario federal dará mucho más en este proceso judicial que tiene a la mayoría de los mexicanos atentos de que más sucederá; de ahí que ante la crisis real por la pandemia y la economía que tiene al borde de la quiebra las finanzas del país como hace 25 años, se realizan estos episodios sensacionalistas con actores reales para entretener al colectivo, así es y ha sido la política en los últimos años.

Lo invito a que me escuche de lunes a viernes en el ABC del análisis por la mañana de 7:00 a 8:00, en ABC Radio Tampico en el 89.3 de FM.

jorgeluisvelavilla@gmail.co