El calendario sigue su marcha, enero es el mes de los destapes de los aspirantes, las sorpresas, la curiosidad de saber quiénes serán los candidatos de los diversos partidos da para que se mantenga qué tan reñida será la contienda.
Donde se despejan las dudas y las decepciones también, qué decir de las manifestaciones por las traiciones y los cambios de partido de última hora, también los “amarrados” molestos por ser desplazados porque no fueron los favoritos, esta etapa en el proceso en marcha es en sí el más desgastante al interior de los partidos, donde las mentadas, los gritos y los sombrerazos se viven en la mayoría de los comités municipales, lo que seguirá es la simulación de los militantes.
Y es que en los prerregistros que los partidos políticos tienen con base en la publicación de la convocatoria los nombres de los personajes que buscan contender, sorprenden unos por ser hasta hace unos pocos días militantes del partido contrario al que se inscribe y por otro lado los nombres de desconocidos que llegan con documentación en mano para ser registrados y que saben que más allá de competir por un puesto de elección popular llegan engañados.
Tal es el caso a los aspirantes del PRI que se registraron el jueves de esta semana que termina donde uno a uno con pocos acompañantes llegaron a las instalaciones del PRI para registrarse con más incertidumbre que alegría, y es entendible porque para encontrar 22 candidatos para diputados locales, el dirigente estatal Edgar Melhem Salinas tuvo que hacer uso de un rosario de mentiras y engaños.
Sabe que de los 22 abanderados la posibilidad de ganar una sola diputación por mayoría es imposible, por eso de todos los registrados el único que sobresale es Jesús Valdez Zermeño de Nuevo Laredo.
Los 21 priistas restantes llevan la “P” de perdedores, por varios motivos, por ejemplo, dos de Reynosa, Gustavo Rico y Jesús Carranza que se inscribieron en esta contienda, perdieron en sus mismos distritos en el 2019; los demás son desconocidos tanto de su comunidad como al interior de su propio partido, aunado al desprestigio de su instituto político y la falta de recursos para hacer frente a la elección.
Con solo ver el antecedente de la elección del 2019, para poder inscribir a sus candidatos el PRI tuvo que improvisar en el registro porque el distrito 15 y 20 ningún priista quiso participar, al final la dirigencia estatal pudo convencer a Ofelia Garza Pineda y a Mayra Ojeda Chávez para no declarar desiertos esos dos lugares.
Al final los 22 candidatos perdieron de forma humillante, teniendo como resultado tres lugares plurinominales en el Congreso Local que fueron ocupados por la presidenta del PRI en ese entonces Yahleel Abdala, el líder de la CNC en el estado Florentino Sáenz y de Olga Garza.
En ese entonces también integrante de la dirigencia nacional del Organismo de Mujeres Priistas, de los abanderados de mayoría solo sirvieron con su derrota para mantener el registro de ese instituto político y juntar los votos necesarios para que llegaran por representación proporcional al Congreso los priistas elegidos del CEN del PRI.
Por los caminos del Partido Acción Nacional, en lo que corresponde a los nombres de los aspirantes por la disputa de esta elección, la integración de nombres de connotados panistas contrasta con los de priistas que llegan a reforzar el cuadro azul y que a pesar de la incomodidad de la militancia albiazul, Yahleel Abdala va segura como candidata por la alcaldía de Nuevo Laredo.
Óscar Almaraz ocuparía la posición por el distrito 5 por la diputación federal y la exprimera dama altamirense Elizabet Humphrey estaría ocupando el distrito 19 por la diputación local; de los tres tricolores con cambio de piel, el más representativo es sin duda Almaraz, quien se desempeñó como contralor y secretario de Finanzas, en el gobierno de Eugenio Hernández Flores, hombre cercano al ex gobernador y del cual el tiempo y la conveniencia política lo convenció a que ahora persiga los votos ciudadanos para la causa panista.
Óscar ante los rumores de su cambio de color político se acobardó y optó por desaparecer de la escena pública, en espera de su destape oficial y presentación ante la grey de Acción Nacional.
Del Partido de Morena, el sometimiento de los aspirantes externos que buscan una posición en las candidaturas, los pleitos al interior son encarnizados, los adoradores de la 4T no están de acuerdo que panistas y priistas les arrebaten posiciones y de ahí que la guerra sucia en redes sociales se dé señalando y descalificando a los aspirantes que en el pasado vistieron otros partidos y que hoy por la calificación de las encuestas los ubican por encima de los que han seguido a López Obrador en su lucha de años.
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