Sin duda que esta pandemia a 17 meses de padecerla llegó para quedarse, los esfuerzos por bajar el índice de casos diarios al menos en México no se ven reflejados, sin menospreciar las campañas de sana distancia o el mismo operativo que se lleva en todo el país para vacunar a la población no ha sido suficiente para frenar esta ya tercera ola del Covid que ha roto con todos los pronósticos esperados.
Y si, hoy que estamos situados en el mes de agosto, seguimos viendo que los casos en la entidad se siguen contando en cientos diariamente, para muestra 408 casos fueron registrados el día miércoles de esta semana por las autoridades de Salud del gobierno del estado, cifra que rompe el récord de contagios en 24 horas; por otro lado ya es común enterarnos quiénes han perdido la batalla contra el coronavirus que se cuentan por desgracia entre amigos o familiares, que los hospitales siguen saturados y que los laboratorios clínicos y los centros de salud siguen con filas por la gente que va con miedo a la prueba para saber si está contagiada de ese mortal virus.
Indudablemente que la responsabilidad para evitar infectarse más allá de politizarlo y culpar a los gobiernos, somos nosotros mismos; ante tal situación que vivimos diariamente, es cuando debemos cuidarnos, independiente a los anuncios de las autoridades sanitarias sobre el semáforo epidemiológico, sobre esto mismo es absurdo entender que en la zona sur el municipio de Altamira este en rojo, Madero y Tampico en naranja, cuando las estadísticas de los últimos días muestran que la zona conurbada los números rebasan los cien contagios diarios y no hay muros o barreras entre las tres ciudades, de ahí repito que la protección para evitar contagios debe de empezar por uno mismo.
Por eso es que ante esta grave situación que vivimos con esta pandemia que ya es parte de nuestras vidas, entre vacunas, sanas distancias y más, cuidarnos es lo primordial como también cuidar a los nuestros y con los que convivimos.
Por lo anterior ante tan difícil que parezca salir y regresar a la normalidad, ante la desesperación, la crisis y angustia, un buen recurso importante que debemos de hacer es amar, si, por ridículo que parezca en estos momentos inéditos, amar en todos los sentidos, fomentarlo, dejar a un lado la envidia, el odio, el enojo y la impotencia que el Covid trajo junto con la enfermedad, la mala economía y las desgracias. ¿Cuándo fue la última vez que usted expresó una palabra amorosa?
Por eso es tiempo de cambiar la visión de las cosas, la amistad hay que fomentarla, la convivencia y buenas intenciones se debe de cultivar, si por los efectos de la sana distancia no se puede en persona, con una llamada telefónica, un correo, un “WhatsApp” a quien hace meses no sabes como está, será tan necesario para ti y como también para quien lo recibe la comunicación. Querer a tu familia, a tu pareja con una flor, un poema o una simple frase ayuda alegrar el día, es tan medicinal en el alma; expresarlo es bueno, el poder de una llamada para decirle a quien aprecias un simple hola, un mensaje es tan importante en estos tiempos. El amor en estos tiempos de Covid es sin duda necesario, se requiere.
El dilema del regreso a clases
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ya anunció que para el inicio del nuevo ciclo escolar 2021- 2022 en este mes de agosto es inevitable el regreso a los salones de clases, argumentando que al estar vacunados los adultos quienes son los que corren el mayor de los riesgos, en los niños y jóvenes es menor el efecto según los expertos del gobierno federal, en ese anuncio se da también que la responsabilidad de mandar a los estudiantes a las aulas corresponde de los padres de familia y del semáforo epidemiológico que esté en los municipios; podría ser una medida buena por parte de las autoridades educativas el que de manera híbrida, se tomen las clases tanto en salones de clases como en línea, lo que alarma es que el anuncio se da en momentos donde la tercera ola de contagios se da en territorio nacional y los números de casos supera a la estadística de los meses anteriores a pesar que mas de la mitad de los mexicanos ya cuentan con sus vacunas; ojalá que no haya un efecto multiplicador con la apertura de las escuelas, en momentos donde ya no se pueden hacer experimentos para ver si ya no hay más contagios.
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