/ domingo 26 de diciembre de 2021

Así vivieron | Las lecciones de Morena

En todo proceso electoral, los partidos políticos participantes aplican sus propios métodos para designar a sus candidatos, las diversas formas de elección generalmente van en los estatutos de los institutos políticos; cuando hay competencia interna, al momento de conocerse al ganador, siempre hay inconformes, los perdedores principalmente, no así la militancia, pero más allá de todo, lo importante será que la ciudadanía en general confíe en el postulado al momento de la elección.

Y sí, por lo anterior, la madrugada del 23 de diciembre, Morena decidió después de revisar tres encuestas contratadas quién será su candidato de los siete aspirantes de su partido en Tamaulipas, de 3 mil seiscientos personas encuestadas vía telefónica manifestaron a quién le dan su confianza para ser el candidato del partido de la 4T; la noche previa la expectativa por el anuncio que se esperaba donde el dirigente nacional Mario Delgado en conferencia de prensa daría el anuncio para levantarle la mano al ganador tamaulipeco, esto se dio casi a la media noche, cuando tocó el turno al estado de Tamaulipas, los responsables de las empresas encuestadoras al dar lectura de los sondeos, llamó la atención que solo tres de los aspirantes fueron los más mencionados en las muestras demoscópicas, siendo el Senador Américo Villarreal Anaya, la exalcaldesa de Reynosa Maki Ortiz Domínguez y el exsuperdelegado federal José Ramón Gómez Leal los sobresalientes; los demás quedaron con puntuaciones bajas; en las tres encuestas coincidieron que el ganador fue Américo Villarreal, seguido por Maki y en el tercer lugar fue para Gómez Leal; el mismo dirigente Nacional no cantó el triunfo porque faltaba definir el derecho de equidad de género, ya que el partido tiene que otorgar tres lugares para mujeres; fue hasta la madrugada después del consenso con el resto de los cinco estados que también tendrán elecciones el año que viene, al final Américo Villarreal obtuvo la nominación y lo que se esperaba desde meses atrás, ganó el más posicionado en las encuestas y el que para Morena y la 4T les conviene para ganar por primera vez en la historia la gubernatura de Tamaulipas.

Pero, ¿por qué resultó ser Américo Villarreal Anaya el ganador de las encuestas morenistas?

Primeramente, al ser el ganador de la elección al Senado en el 2018, su nombre en las boletas en la misma elección donde miles de tamaulipecos le dieron el voto también a Andrés Manuel López Obrador, por el simple hecho de haber ganado ya estaba considerado entre los candidateables para el 2022; por labores propias de su función en el Senado, recorrió los 43 municipios, así como la oportunidad de ganar las notas en los medios de comunicación y las redes sociales, tanto con sus actividades incluso hasta ser atacado por personajes de otros partidos políticos, esto lo posicionó también; otra razón, el ser hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra sirvió ante el antecedente de una trayectoria ejemplar de su padre y sin duda también le valió al Doctor ser un personaje sin escándalos en su trayectoria profesional y en la función pública, por esto se considera parte de los motivos por el cual fue elegido como el virtual candidato del Movimiento de Regeneración Nacional en la entidad y según las encuestas en general supera por más del doble a los candidatos de los otros partidos.

Por lo anterior las lecciones de esta jornada previa a la Navidad del partido de AMLO son claras, en contraparte para los demás aspirantes en el caso de Maki Ortiz, su pasado como militante y figura relevante del PAN pesó en la nominación y no llegó, a JR, no bastó su trabajo como representante federal para posicionarse con los tamaulipecos; a Rodolfo González Valderrama, su alejamiento de la geografía tamaulipeca por muchos años fue un gran factor para no ser postulado; al alcalde de Madero Adrián Oseguera le faltó recorrer la entidad para que conocieran su trabajo y trayectoria; Héctor Garza González fue moderado, le faltó ambición en sus aspiraciones y Olga Sosa apostó a un milagro que nunca llegó.

Ahora seguramente en enero saldrá el elegido de la alianza entre el PAN, el PRI y el PRD, sus dirigentes nacionales y los estatales deberán de pensar mejor quién será el abanderado que lleve la responsabilidad de mantener para su causa la gubernatura; si entendieron como el nominado de Morena no fue el favorito de AMLO, tampoco fue el político más grillo de su partido, menos el que hizo congregaciones ostentosas para mostrar una convocatoria engañosa, simplemente quedó el que la mayoría de la ciudadanía decidió. El abanico de opciones que tienen en César Verástegui Ostos, Ismael García Cabeza de Vaca, Jesús Nader Nasrallah, Ramiro Ramos Salinas y Enrique Cárdenas del Avellano, en ellos deberán de buscar quien pueda obtener la confianza de la ciudadanía, más allá de ser el delfín del jefe político en la entidad; nada más vean el ejemplo de Morena, ellos no eligieron al favorito de López Obrador.

Correo: jvela@elsoldetampìco.com.mx

Facebook: Jorge Vela Villarreal

Twitter: @jorgevelavi

En todo proceso electoral, los partidos políticos participantes aplican sus propios métodos para designar a sus candidatos, las diversas formas de elección generalmente van en los estatutos de los institutos políticos; cuando hay competencia interna, al momento de conocerse al ganador, siempre hay inconformes, los perdedores principalmente, no así la militancia, pero más allá de todo, lo importante será que la ciudadanía en general confíe en el postulado al momento de la elección.

Y sí, por lo anterior, la madrugada del 23 de diciembre, Morena decidió después de revisar tres encuestas contratadas quién será su candidato de los siete aspirantes de su partido en Tamaulipas, de 3 mil seiscientos personas encuestadas vía telefónica manifestaron a quién le dan su confianza para ser el candidato del partido de la 4T; la noche previa la expectativa por el anuncio que se esperaba donde el dirigente nacional Mario Delgado en conferencia de prensa daría el anuncio para levantarle la mano al ganador tamaulipeco, esto se dio casi a la media noche, cuando tocó el turno al estado de Tamaulipas, los responsables de las empresas encuestadoras al dar lectura de los sondeos, llamó la atención que solo tres de los aspirantes fueron los más mencionados en las muestras demoscópicas, siendo el Senador Américo Villarreal Anaya, la exalcaldesa de Reynosa Maki Ortiz Domínguez y el exsuperdelegado federal José Ramón Gómez Leal los sobresalientes; los demás quedaron con puntuaciones bajas; en las tres encuestas coincidieron que el ganador fue Américo Villarreal, seguido por Maki y en el tercer lugar fue para Gómez Leal; el mismo dirigente Nacional no cantó el triunfo porque faltaba definir el derecho de equidad de género, ya que el partido tiene que otorgar tres lugares para mujeres; fue hasta la madrugada después del consenso con el resto de los cinco estados que también tendrán elecciones el año que viene, al final Américo Villarreal obtuvo la nominación y lo que se esperaba desde meses atrás, ganó el más posicionado en las encuestas y el que para Morena y la 4T les conviene para ganar por primera vez en la historia la gubernatura de Tamaulipas.

Pero, ¿por qué resultó ser Américo Villarreal Anaya el ganador de las encuestas morenistas?

Primeramente, al ser el ganador de la elección al Senado en el 2018, su nombre en las boletas en la misma elección donde miles de tamaulipecos le dieron el voto también a Andrés Manuel López Obrador, por el simple hecho de haber ganado ya estaba considerado entre los candidateables para el 2022; por labores propias de su función en el Senado, recorrió los 43 municipios, así como la oportunidad de ganar las notas en los medios de comunicación y las redes sociales, tanto con sus actividades incluso hasta ser atacado por personajes de otros partidos políticos, esto lo posicionó también; otra razón, el ser hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra sirvió ante el antecedente de una trayectoria ejemplar de su padre y sin duda también le valió al Doctor ser un personaje sin escándalos en su trayectoria profesional y en la función pública, por esto se considera parte de los motivos por el cual fue elegido como el virtual candidato del Movimiento de Regeneración Nacional en la entidad y según las encuestas en general supera por más del doble a los candidatos de los otros partidos.

Por lo anterior las lecciones de esta jornada previa a la Navidad del partido de AMLO son claras, en contraparte para los demás aspirantes en el caso de Maki Ortiz, su pasado como militante y figura relevante del PAN pesó en la nominación y no llegó, a JR, no bastó su trabajo como representante federal para posicionarse con los tamaulipecos; a Rodolfo González Valderrama, su alejamiento de la geografía tamaulipeca por muchos años fue un gran factor para no ser postulado; al alcalde de Madero Adrián Oseguera le faltó recorrer la entidad para que conocieran su trabajo y trayectoria; Héctor Garza González fue moderado, le faltó ambición en sus aspiraciones y Olga Sosa apostó a un milagro que nunca llegó.

Ahora seguramente en enero saldrá el elegido de la alianza entre el PAN, el PRI y el PRD, sus dirigentes nacionales y los estatales deberán de pensar mejor quién será el abanderado que lleve la responsabilidad de mantener para su causa la gubernatura; si entendieron como el nominado de Morena no fue el favorito de AMLO, tampoco fue el político más grillo de su partido, menos el que hizo congregaciones ostentosas para mostrar una convocatoria engañosa, simplemente quedó el que la mayoría de la ciudadanía decidió. El abanico de opciones que tienen en César Verástegui Ostos, Ismael García Cabeza de Vaca, Jesús Nader Nasrallah, Ramiro Ramos Salinas y Enrique Cárdenas del Avellano, en ellos deberán de buscar quien pueda obtener la confianza de la ciudadanía, más allá de ser el delfín del jefe político en la entidad; nada más vean el ejemplo de Morena, ellos no eligieron al favorito de López Obrador.

Correo: jvela@elsoldetampìco.com.mx

Facebook: Jorge Vela Villarreal

Twitter: @jorgevelavi