/ sábado 22 de febrero de 2020

Así vivieron | Militancia de partidos en peligro de extinción

Hace algunos años el Partido Revolucionario Institucional decidió hacer una campaña de credencialización para ampliar su padrón de militantes, sus dirigentes idearon una estrategia para darle beneficios y descuentos en comercios establecidos a quien portara la credencial del PRI.

La campaña de captación funcionó y el incremento de sus afiliados poco a poco se reflejaba en sus registros, buscando aumentar de manera acelerada su padrón, los responsables priistas se entrevistaron con directivos de una cadena de tiendas de autoservicio a nivel nacional y los convencieron para que sus establecimientos en las ciudades de Tamaulipas se sumaran a la campaña del partido; el acuerdo con los empresarios fue que el comprador al presentar la credencial en la caja del supermercado le reintegraban el 10 por ciento del total de su compra en dinero electrónico.

Al hacerse público ese beneficio, el incremento de la afiliación creció y fue tal que en pocos días se habían registrado más de 100 mil militantes al PRI, incluso hasta conocidos simpatizantes de otros partidos se inscribieron para poder obtener el descuento en ese almacén comercial; más de 700 mil militantes se contabilizaron en el padrón de ese partido después de la campaña de descuentos.

Hoy 13 años después, la mayoría de los partidos políticos pasan por una crisis, los tiempos han cambiado y el fervor por ser considerado miembro activo ya no es un estatus de nivel, ya no hay descuentos en tiendas, ni tampoco es una membresía VIP para obtener trabajo o contratos al amparo del dinero público.

Las cifras que dio el Instituto Nacional Electoral el pasado 30 de enero, sobre los militantes de los institutos políticos son fríos; se han perdido 7 de cada 10 afiliados ante ese órgano electoral siendo el PRI y el PRD los más afectados.

En los últimos 5 años los partidos han sufrido bajas considerables y el 2018 fue el parteaguas, en las elecciones federales la participación de la sociedad se manifestaron con su voto; no les alcanzó a los partidos políticos el sufragio de su militancia para hacer ganar a sus candidatos, la gente, esos que no tienen intereses políticos, los que no son de izquierda o derecha, salieron a votar y eligieron a los candidatos por encima de las siglas del instituto político que representan.

En el año 2000 la gente decidió elegir a Vicente Fox Quesada, un político del Partido Acción Nacional, quien sorprendió con frases y dichos populares, como si fuera un buen actor de comedia; prometía un cambio total en el gobierno, “vamos a sacar al PRI de Los Pinos” gritaba en los foros y reuniones aquel candidato. Quienes conocen de campañas políticas reconocen en el guanajuatense que era un buen vendedor de ilusiones y supo convencer al electorado; la desilusión vino en los resultados de su gobierno.

En el 2006 y 2012, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ganaron las elecciones teniendo ambos a un verdadero oponente, Andrés Manuel López Obrador, él sabía convencer a la población en general, el PRD y los partidos de izquierda lo abanderaron, pero los votos obtenidos en esas dos contiendas no representaban a su militancia. Ya para el 2018, AMLO llegó con su propio partido político MORENA y los resultados fueron contundentes, ganó por el voto de la gente que no simpatiza con los partidos.

Hoy todos los partidos pasan por una crisis, el INE al solicitar el refrendo de sus registros sabía que iba exhibir la cruda realidad de cada fuerza política y ante la falta de militancia los institutos políticos tendrán que reconstruirse, cambiar sus políticas internas y lo más importante volver a convencer a la ciudadanía incluyendo a los millones de fieles que alguna vez estuvieron afiliados.

  • @jorgevelavi
  • Jorge Vela Villarreal
  • jorgeluisvelavilla@gmail.com
  • Las cifras que dio el Instituto Nacional Electoral el pasado 30 de enero, sobre los militantes de los institutos políticos son fríos; se han perdido 7 de cada 10 afiliados

    Hace algunos años el Partido Revolucionario Institucional decidió hacer una campaña de credencialización para ampliar su padrón de militantes, sus dirigentes idearon una estrategia para darle beneficios y descuentos en comercios establecidos a quien portara la credencial del PRI.

    La campaña de captación funcionó y el incremento de sus afiliados poco a poco se reflejaba en sus registros, buscando aumentar de manera acelerada su padrón, los responsables priistas se entrevistaron con directivos de una cadena de tiendas de autoservicio a nivel nacional y los convencieron para que sus establecimientos en las ciudades de Tamaulipas se sumaran a la campaña del partido; el acuerdo con los empresarios fue que el comprador al presentar la credencial en la caja del supermercado le reintegraban el 10 por ciento del total de su compra en dinero electrónico.

    Al hacerse público ese beneficio, el incremento de la afiliación creció y fue tal que en pocos días se habían registrado más de 100 mil militantes al PRI, incluso hasta conocidos simpatizantes de otros partidos se inscribieron para poder obtener el descuento en ese almacén comercial; más de 700 mil militantes se contabilizaron en el padrón de ese partido después de la campaña de descuentos.

    Hoy 13 años después, la mayoría de los partidos políticos pasan por una crisis, los tiempos han cambiado y el fervor por ser considerado miembro activo ya no es un estatus de nivel, ya no hay descuentos en tiendas, ni tampoco es una membresía VIP para obtener trabajo o contratos al amparo del dinero público.

    Las cifras que dio el Instituto Nacional Electoral el pasado 30 de enero, sobre los militantes de los institutos políticos son fríos; se han perdido 7 de cada 10 afiliados ante ese órgano electoral siendo el PRI y el PRD los más afectados.

    En los últimos 5 años los partidos han sufrido bajas considerables y el 2018 fue el parteaguas, en las elecciones federales la participación de la sociedad se manifestaron con su voto; no les alcanzó a los partidos políticos el sufragio de su militancia para hacer ganar a sus candidatos, la gente, esos que no tienen intereses políticos, los que no son de izquierda o derecha, salieron a votar y eligieron a los candidatos por encima de las siglas del instituto político que representan.

    En el año 2000 la gente decidió elegir a Vicente Fox Quesada, un político del Partido Acción Nacional, quien sorprendió con frases y dichos populares, como si fuera un buen actor de comedia; prometía un cambio total en el gobierno, “vamos a sacar al PRI de Los Pinos” gritaba en los foros y reuniones aquel candidato. Quienes conocen de campañas políticas reconocen en el guanajuatense que era un buen vendedor de ilusiones y supo convencer al electorado; la desilusión vino en los resultados de su gobierno.

    En el 2006 y 2012, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ganaron las elecciones teniendo ambos a un verdadero oponente, Andrés Manuel López Obrador, él sabía convencer a la población en general, el PRD y los partidos de izquierda lo abanderaron, pero los votos obtenidos en esas dos contiendas no representaban a su militancia. Ya para el 2018, AMLO llegó con su propio partido político MORENA y los resultados fueron contundentes, ganó por el voto de la gente que no simpatiza con los partidos.

    Hoy todos los partidos pasan por una crisis, el INE al solicitar el refrendo de sus registros sabía que iba exhibir la cruda realidad de cada fuerza política y ante la falta de militancia los institutos políticos tendrán que reconstruirse, cambiar sus políticas internas y lo más importante volver a convencer a la ciudadanía incluyendo a los millones de fieles que alguna vez estuvieron afiliados.

  • @jorgevelavi
  • Jorge Vela Villarreal
  • jorgeluisvelavilla@gmail.com
  • Las cifras que dio el Instituto Nacional Electoral el pasado 30 de enero, sobre los militantes de los institutos políticos son fríos; se han perdido 7 de cada 10 afiliados