/ sábado 28 de marzo de 2020

Así vivieron | Si Luis Donaldo Colosio viviera

El pasado lunes 23 de marzo se cumplieron 26 años del asesinato del que fuera candidato a la presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en aquel lamentable suceso en Lomas Taurinas en Tijuana, de ese día a la época actual han pasado cambios trascendentales en el país.

Con la premisa que el hubiera no existe, la pregunta es, ¿qué pasaría si Colosio no hubiera sido asesinado?

Seguramente en su gobierno estarían estos integrantes: Manlio Fabio Beltrones Rivera, Agustín Basave Benítez, José Narro Robles, Alfonso Durazo Montaño, Liébano Sáenz Ortiz, Samuel Palma César, el tamaulipeco Marco Antonio Bernal Gutiérrez; al panista Diego Fernández de Cevallos le hubieran ofrecido la PGR, posición que rechazaría y terminaría siendo ministro de la Suprema Corte de Justicia; el controvertido periodista Federico Arreola Castillo sería el Carlos Monsiváis de aquel sexenio; por su parte Ernesto Zedillo Ponce de León habría ocupado alguna embajada lejana y Manuel Camacho Solís ingresaría al refugio de los enojados del PRI, o sea al PRD.

Sin cambiar la cronología de los hechos posteriores al 1 de diciembre de 1994, el llamado "error de diciembre" era inminente y la crisis económica no se hubiera evitado con Colosio, la persecución contra Carlos Salinas de Gortari era una demanda popular, al igual el show mediático de la aprehensión de su hermano Raúl, si acaso se sumaría en ese escándalo José Córdova Montoya que sería otro más de los presos sexenales.

Difícilmente aquel famoso discurso que dio Luis Donaldo en el monumento a la Revolución en el aniversario del PRI el 6 de marzo de 1994 se hubiera hecho realidad en su gobierno, ya que las costumbres de los grupos de poder, los intereses políticos y económicos no darían cabida al contenido lleno de buenas intenciones pero muy alejado de lo que se ejercía en el "sistema" de aquella época.

Por el fallecimiento de la esposa del político sonorense, Diana Laura Riojas el 18 de noviembre de 1994, hubiera sido Colosio el presidente que tuviera como pareja a alguna actriz de moda tal vez Lucía Mendez, Verónica Castro o incluso hasta Rebecca de Alba; la política y la farándula siempre se han llevado bien por los efectos de la popularidad de los involucrados.

Sobre el relevo sexenal, Francisco Labastida Ochoa no hubiera sido el candidato; si las condiciones eran propicias para ganar, Manlio Fabio Beltrones Rivera sería el designado; si el PRI se viera en peligro de perder, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado sería el abanderado del tricolor en aquel año 2000.

En el PRI la Fundación Colosio hubiera llevado el nombre de José Francisco Ruiz Massieu, no tanto por su trayectoria política pero sí para engrandecerlo después de su asesinato ante una militancia ávida de mártires.

En Tamaulipas, si Colosio viviera, los gobernadores que le seguirían a Manuel Cavazos Lerma hubieran sido Marco Antonio Bernal Gutiérrez y seis años después Óscar Luebbert Gutiérrez; como máximo logro Tomás Yarrington Ruvalcaba sería senador; Eugenio Hernández Flores sería un exitoso constructor y por sus amistades políticas ocuparía la presidencia de la CMIC, con la suerte para ambos que nunca hubieran pisado la cárcel; Hugo Andrés Araujo de la Torre sería el ideólogo del PRI en el estado y Manuel Muñoz Cano desde la sociedad civil habría encabezado algún colectivo para buscar a desaparecidos políticos.

Del actual dirigente del PRI estatal, Edgar Melhem Salinas, por su vocación sería un mercader en su ciudad Río Bravo y en lo político su máxima participación habría ocupado una regiduría en algún ayuntamiento de Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, claro, como militante del Partido del Trabajo.

Todo lo anterior pudo ser cierto o no, es una simple especulación con los protagonistas políticos de ese tiempo, pero los hechos fueron que dos balas disparadas por Mario Aburto Martínez mataron a Luis Donaldo Colosio Murrieta aquel 23 de marzo de 1994 cambiando el curso de este país, difícilmente de haber sido Presidente de la República sería recordado con ese respeto que se le guarda hoy como candidato fallido; los éxitos y fracasos de los demás participantes es la historia que conocemos todos.

Lo invito a que me escuche de lunes a viernes en el ABC del Análisis por la mañana de 7:00 a 8:00, en ABC Radio Tampico en el 89.3 de FM.

Todo lo anterior pudo ser cierto o no, es una simple especulación con los protagonistas políticos de ese tiempo.

El pasado lunes 23 de marzo se cumplieron 26 años del asesinato del que fuera candidato a la presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional, Luis Donaldo Colosio Murrieta, en aquel lamentable suceso en Lomas Taurinas en Tijuana, de ese día a la época actual han pasado cambios trascendentales en el país.

Con la premisa que el hubiera no existe, la pregunta es, ¿qué pasaría si Colosio no hubiera sido asesinado?

Seguramente en su gobierno estarían estos integrantes: Manlio Fabio Beltrones Rivera, Agustín Basave Benítez, José Narro Robles, Alfonso Durazo Montaño, Liébano Sáenz Ortiz, Samuel Palma César, el tamaulipeco Marco Antonio Bernal Gutiérrez; al panista Diego Fernández de Cevallos le hubieran ofrecido la PGR, posición que rechazaría y terminaría siendo ministro de la Suprema Corte de Justicia; el controvertido periodista Federico Arreola Castillo sería el Carlos Monsiváis de aquel sexenio; por su parte Ernesto Zedillo Ponce de León habría ocupado alguna embajada lejana y Manuel Camacho Solís ingresaría al refugio de los enojados del PRI, o sea al PRD.

Sin cambiar la cronología de los hechos posteriores al 1 de diciembre de 1994, el llamado "error de diciembre" era inminente y la crisis económica no se hubiera evitado con Colosio, la persecución contra Carlos Salinas de Gortari era una demanda popular, al igual el show mediático de la aprehensión de su hermano Raúl, si acaso se sumaría en ese escándalo José Córdova Montoya que sería otro más de los presos sexenales.

Difícilmente aquel famoso discurso que dio Luis Donaldo en el monumento a la Revolución en el aniversario del PRI el 6 de marzo de 1994 se hubiera hecho realidad en su gobierno, ya que las costumbres de los grupos de poder, los intereses políticos y económicos no darían cabida al contenido lleno de buenas intenciones pero muy alejado de lo que se ejercía en el "sistema" de aquella época.

Por el fallecimiento de la esposa del político sonorense, Diana Laura Riojas el 18 de noviembre de 1994, hubiera sido Colosio el presidente que tuviera como pareja a alguna actriz de moda tal vez Lucía Mendez, Verónica Castro o incluso hasta Rebecca de Alba; la política y la farándula siempre se han llevado bien por los efectos de la popularidad de los involucrados.

Sobre el relevo sexenal, Francisco Labastida Ochoa no hubiera sido el candidato; si las condiciones eran propicias para ganar, Manlio Fabio Beltrones Rivera sería el designado; si el PRI se viera en peligro de perder, el tabasqueño Roberto Madrazo Pintado sería el abanderado del tricolor en aquel año 2000.

En el PRI la Fundación Colosio hubiera llevado el nombre de José Francisco Ruiz Massieu, no tanto por su trayectoria política pero sí para engrandecerlo después de su asesinato ante una militancia ávida de mártires.

En Tamaulipas, si Colosio viviera, los gobernadores que le seguirían a Manuel Cavazos Lerma hubieran sido Marco Antonio Bernal Gutiérrez y seis años después Óscar Luebbert Gutiérrez; como máximo logro Tomás Yarrington Ruvalcaba sería senador; Eugenio Hernández Flores sería un exitoso constructor y por sus amistades políticas ocuparía la presidencia de la CMIC, con la suerte para ambos que nunca hubieran pisado la cárcel; Hugo Andrés Araujo de la Torre sería el ideólogo del PRI en el estado y Manuel Muñoz Cano desde la sociedad civil habría encabezado algún colectivo para buscar a desaparecidos políticos.

Del actual dirigente del PRI estatal, Edgar Melhem Salinas, por su vocación sería un mercader en su ciudad Río Bravo y en lo político su máxima participación habría ocupado una regiduría en algún ayuntamiento de Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, claro, como militante del Partido del Trabajo.

Todo lo anterior pudo ser cierto o no, es una simple especulación con los protagonistas políticos de ese tiempo, pero los hechos fueron que dos balas disparadas por Mario Aburto Martínez mataron a Luis Donaldo Colosio Murrieta aquel 23 de marzo de 1994 cambiando el curso de este país, difícilmente de haber sido Presidente de la República sería recordado con ese respeto que se le guarda hoy como candidato fallido; los éxitos y fracasos de los demás participantes es la historia que conocemos todos.

Lo invito a que me escuche de lunes a viernes en el ABC del Análisis por la mañana de 7:00 a 8:00, en ABC Radio Tampico en el 89.3 de FM.

Todo lo anterior pudo ser cierto o no, es una simple especulación con los protagonistas políticos de ese tiempo.