/ sábado 23 de octubre de 2021

Así vivieron | ¿Y ahora quién decidirá al candidato?

Los relevos sexenales desde muchos, muchos años, se ha dado más allá de buscar al mejor aspirante posicionado, va de la mano del que mejor le convenga al jefe político en turno, a sabiendas que el responsable de la campaña del candidato oficial es en sí el que pone y dispone y es ahí donde la sucesión lleva siempre ese toque de quien será el elegido que gobernará en los próximos 6 años en el estado.

Y si, teniendo en consecuencia la historia de Tamaulipas, solo un candidato que fue elegido por el mandatario en turno ha perdido y este fue hace menos de seis años Baltazar Hinojosa Ochoa; en los últimos 40 años, así se dieron los destapes de los gobernadores en Tamaulipas.

En 1981 Emilio Martínez Manautou, por decisión del presidente José López Portillo consiguió la nominación del PRI para ganar y ser gobernador de la entidad, esto como premio de consolación que obtuvo al ser aspirante a suceder a Gustavo Díaz Ordaz.

Seis años después, Miguel de la Madrid, al decidir entre Manuel “el meme” Garza González y Américo Villarreal Guerra, optó por este último como candidato del PRI y con ello ganó; el relevo del ingeniero Villarreal fue el matamorense Manuel Cavazos Lerma, muy ligado a Carlos Salinas de Gortari, quien meses antes de su destape lo nombró delegado de los programas sociales, para acercarse con las ciudadanía entregando apoyos federales y de ahí validar la imposición en la candidatura que ganó sin ningún problema.

A finales de 1998, Ernesto Zedillo Ponce de León declaró públicamente que no iba a imponer candidatos en las entidades, pero esto de nada sirvió, el gobernador Cavazos viendo la coyuntura, aprovechó para impulsar a quien era su paisano Tomás Yarrington Ruvalcaba, con un PRI queriendo democratizarse improvisó una “consulta a la militancia” y ganó TYR, dejando a Marco Bernal Gutiérrez y a Antonio Sánchez Gochicoa molestos por las formas desaseadas de esa elección interna; en la constitucional Tomás obtuvo también el triunfo.

Seis años después se vuelve a repetir la misma historia, Yarrington puso a jugar a cercanos colaboradores para buscar al candidato de su partido para su relevo, de ahí aparecieron el dirigente del PRI, Homero Díaz Rodríguez, el senador Oscar Luebbert Gutiérrez, el secretario de Educación Baltazar Hinojosa Ochoa y el alcalde de Ciudad Victoria, Eugenio Hernández Flores, siendo el último el que eligió Yarrington para que ocupara su lugar en palacio de gobierno.

Ya en el 2010 bajo el mismo procedimiento de gobernador saliente pone al entrante, Geño dio oportunidad de competir a sus amigos José Manuel Assad Montelongo, el alcalde capitalino Arturo Diez Gutiérrez Navarro y al doctor Rodolfo Torre Cantú, este último también colaborador en su gobierno.

Al final Torre es el elegido como candidato y unos días antes de la elección fue asesinado, todavía el gobernador Hernández Flores se ocupó de darle la candidatura al hermano de Rodolfo, Egidio quien ganó la elección, ya en el 2016 en el ocaso de su gobierno, Torre Cantú ya no tuvo oportunidad de decidir su relevo; con la llegada cuatro años antes a Los Pinos de Enrique Peña Nieto regresaron “los dedazos”, anteponiendo los intereses de la Federación, sin consultar con el gobernador del estado, el CEN del PRI eligió a Baltazar Hinojosa Ochoa, seguido unos meses después de la derrota en la elección constitucional, se terminó la hegemonía del partido revolucionario institucional en la entidad y llega el primer gobernador del PAN en Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.

Teniendo el antecedente; en las semanas previas a la designación del candidato de Acción Nacional a la gubernatura del estado, se vislumbran solo dos aspirantes de ese partido, por un lado Jesús Nader Nasrallah, alcalde de Tampico y por el otro César Verástegui Ostos, actual secretario general de gobierno; la especulación es quién decidirá al abanderado; los mismos panistas coinciden que si le corresponde al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, será el tampiqueño Chucho Nader; por otro lado, si le dan la decisión al Comité Estatal, seguro “el truco” Verástegui será el elegido.

Tanto Marko Cortés del CEN como Francisco García como jefe político del PAN en el estado saben que quien resulte candidato no va con la garantía del triunfo a la elección, por el lado contrario MORENA y sus candidatos se muestran confiados en ganar al observar los sondeos de las principales casas encuestadoras, hoy están por encima de los panistas faltando ocho meses de la elección.

Esto lo saben bien en Acción Nacional y es ahí donde buscarán concretar las alianzas necesarias para buscar sumar votos de los simpatizantes del PRI y del PRD; los del partido de la 4T, verán en la suma con el Verde y PT, consolidar la contienda a su favor; nada fácil la sucesión en Tamaulipas y con el antecedente de la historia electoral, en el 2022 nada está escrito.

  • jvela@elsoldetampico.com.mx
  • Facebook: Jorge Vela Villarreal
  • @jorgevelavi

Los relevos sexenales desde muchos, muchos años, se ha dado más allá de buscar al mejor aspirante posicionado, va de la mano del que mejor le convenga al jefe político en turno, a sabiendas que el responsable de la campaña del candidato oficial es en sí el que pone y dispone y es ahí donde la sucesión lleva siempre ese toque de quien será el elegido que gobernará en los próximos 6 años en el estado.

Y si, teniendo en consecuencia la historia de Tamaulipas, solo un candidato que fue elegido por el mandatario en turno ha perdido y este fue hace menos de seis años Baltazar Hinojosa Ochoa; en los últimos 40 años, así se dieron los destapes de los gobernadores en Tamaulipas.

En 1981 Emilio Martínez Manautou, por decisión del presidente José López Portillo consiguió la nominación del PRI para ganar y ser gobernador de la entidad, esto como premio de consolación que obtuvo al ser aspirante a suceder a Gustavo Díaz Ordaz.

Seis años después, Miguel de la Madrid, al decidir entre Manuel “el meme” Garza González y Américo Villarreal Guerra, optó por este último como candidato del PRI y con ello ganó; el relevo del ingeniero Villarreal fue el matamorense Manuel Cavazos Lerma, muy ligado a Carlos Salinas de Gortari, quien meses antes de su destape lo nombró delegado de los programas sociales, para acercarse con las ciudadanía entregando apoyos federales y de ahí validar la imposición en la candidatura que ganó sin ningún problema.

A finales de 1998, Ernesto Zedillo Ponce de León declaró públicamente que no iba a imponer candidatos en las entidades, pero esto de nada sirvió, el gobernador Cavazos viendo la coyuntura, aprovechó para impulsar a quien era su paisano Tomás Yarrington Ruvalcaba, con un PRI queriendo democratizarse improvisó una “consulta a la militancia” y ganó TYR, dejando a Marco Bernal Gutiérrez y a Antonio Sánchez Gochicoa molestos por las formas desaseadas de esa elección interna; en la constitucional Tomás obtuvo también el triunfo.

Seis años después se vuelve a repetir la misma historia, Yarrington puso a jugar a cercanos colaboradores para buscar al candidato de su partido para su relevo, de ahí aparecieron el dirigente del PRI, Homero Díaz Rodríguez, el senador Oscar Luebbert Gutiérrez, el secretario de Educación Baltazar Hinojosa Ochoa y el alcalde de Ciudad Victoria, Eugenio Hernández Flores, siendo el último el que eligió Yarrington para que ocupara su lugar en palacio de gobierno.

Ya en el 2010 bajo el mismo procedimiento de gobernador saliente pone al entrante, Geño dio oportunidad de competir a sus amigos José Manuel Assad Montelongo, el alcalde capitalino Arturo Diez Gutiérrez Navarro y al doctor Rodolfo Torre Cantú, este último también colaborador en su gobierno.

Al final Torre es el elegido como candidato y unos días antes de la elección fue asesinado, todavía el gobernador Hernández Flores se ocupó de darle la candidatura al hermano de Rodolfo, Egidio quien ganó la elección, ya en el 2016 en el ocaso de su gobierno, Torre Cantú ya no tuvo oportunidad de decidir su relevo; con la llegada cuatro años antes a Los Pinos de Enrique Peña Nieto regresaron “los dedazos”, anteponiendo los intereses de la Federación, sin consultar con el gobernador del estado, el CEN del PRI eligió a Baltazar Hinojosa Ochoa, seguido unos meses después de la derrota en la elección constitucional, se terminó la hegemonía del partido revolucionario institucional en la entidad y llega el primer gobernador del PAN en Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca.

Teniendo el antecedente; en las semanas previas a la designación del candidato de Acción Nacional a la gubernatura del estado, se vislumbran solo dos aspirantes de ese partido, por un lado Jesús Nader Nasrallah, alcalde de Tampico y por el otro César Verástegui Ostos, actual secretario general de gobierno; la especulación es quién decidirá al abanderado; los mismos panistas coinciden que si le corresponde al Comité Ejecutivo Nacional del PAN, será el tampiqueño Chucho Nader; por otro lado, si le dan la decisión al Comité Estatal, seguro “el truco” Verástegui será el elegido.

Tanto Marko Cortés del CEN como Francisco García como jefe político del PAN en el estado saben que quien resulte candidato no va con la garantía del triunfo a la elección, por el lado contrario MORENA y sus candidatos se muestran confiados en ganar al observar los sondeos de las principales casas encuestadoras, hoy están por encima de los panistas faltando ocho meses de la elección.

Esto lo saben bien en Acción Nacional y es ahí donde buscarán concretar las alianzas necesarias para buscar sumar votos de los simpatizantes del PRI y del PRD; los del partido de la 4T, verán en la suma con el Verde y PT, consolidar la contienda a su favor; nada fácil la sucesión en Tamaulipas y con el antecedente de la historia electoral, en el 2022 nada está escrito.

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