/ martes 12 de enero de 2021

Cambiavía | El cuento de hadas

“La bella durmiente”, “El gato con botas”, “Cenicienta”, “Caperucita roja” y “Barba azul” fueron escritos por Charles Perrault, de esa manera sentó las bases de un nuevo género literario: el cuento de hadas. Muchas de sus historias fueron reescritas por los Hermanos Grimm, sus obras continúan imprimiéndose y se han adaptado lo mismo a la ópera, que al ballet, al teatro y al cine.

Charles Perrault nació el 12 de enero de 1628. Escritor y miembro de la Academia Francesa de la Lengua, vivió su infancia en la comodidad de una familia burguesa parisina. Fue hijo de Pierre Perrault y Paquette Le Clerc. Hijo de buena cuna no tuvo problemas para asistir a buenas escuelas y estudiar derecho, antes de trabajar en el servicio gubernamental como ya lo había hecho su padre y su hermano mayor Jean. Hombre trabajador y sensible a las ciencias y al arte, colaboró entusiastamente en la creación de la “Academia de Ciencias” así como en la restauración de la Academia de Pintura.

En la Francia de aquella época (s. XVII) era común la “compra” de funciones gubernamentales oficiales, pues abundaban las oportunidades de auto promoción. Así fue que en 1654 se mudó a vivir con su hermano Pierre, quien ya había comprado un puesto como principal recaudador de impuestos de la Ciudad Luz. En 1663 se fundó la Academia de Inscripciones y Bellas Letras, Perrault fue nombrado secretario y estuvo a las órdenes de Jean Baptiste Colbert, quien fuera ministro de Finanzas de Luis XIV.

Independientemente de su reconocimiento como escritor, vale la pena apuntar que en 1669 ayudó a Luis XIV a diseñar los famosos jardines de Versalles. Perrault convenció al rey para que incluyera 39 fuentes, en el laberinto de Versalles, cada una de las cuales representaba una de las fábulas de Esopo, esos trabajos se llevaron a cabo entre 1672 y 1677. La singular obra daba la impresión de que las criaturas “hablaban”, pues de sus bocas brotaban chorros de agua. En cada fuente había una inscripción con una leyenda y una cuarteta escrita por el poeta Isaac de Benserade.

A pesar de ser un leal servidor de la corona, a la que apoyó aduciendo que la época de “Luis el grande” era superior en todos los aspectos a la antigüedad, Perrault perdió su puesto de secretario. Eso ocurrió cuando tenía 67 años y fue en este punto que decidió dedicarse a sus hijos y comenzó a escribir cuentos, basándose en las antiguas tradiciones orales a las que les imprimió su propio estilo.

En 1697 publica Cuentos e historias del pasado con moral, también conocido como “Cuentos de mamá oca”. Inspirados en cuentos de hadas anteriores, escritos en los salones, sobresalen los escritos de Marie-Catherine Le Jumel de Barneville, quien acuñó la frase “Cuentos de hadas”. Los cuentos fueron firmados con el nombre de su último hijo: Pierre (Perrault) Darmancourt (Armancourt es el nombre de una propiedad que había comprado para él), todo esto por el temor a las críticas de sus enemigos literarios. Los cuentos tuvieron un éxito instantáneo. El libro contenía ocho cuentos y, finalmente, se registraron un total de 11 cuentos de hadas, escritos en prosa y con una moraleja al final. Los más conocidos son “Caperucita roja”, “La bella durmiente”, “El gato con botas”, “Cenicienta”, “Barba Azul”, “Pulgarcito”.

Charles Perrault murió el 16 de mayo de 1703, a la edad de 75 años en la ciudad en la que nació y pasó la mayor parte de su vida adulta.

Como apunté al principio, sus cuentos se siguen imprimiendo día tras día y se han llevado al cine (Disney), a la ópera; en ballets, donde sobresale la composición de Tchaikovsky para “La bella durmiente”. En marzo de 1993, la ciudad de Eaubonne, Francia, creó el Premio de Críticos Literarios Charles Perrault, galardón que se otorga a los mejores libros y artículos publicados o inéditos, en lengua francesa, relacionados con la literatura infantil.

¡Que viva Charles Perrault!

Besitos a las niñas azules, a las mariposas amarillas y a mi gaviota de vuelo sosegado.

“La bella durmiente”, “El gato con botas”, “Cenicienta”, “Caperucita roja” y “Barba azul” fueron escritos por Charles Perrault, de esa manera sentó las bases de un nuevo género literario: el cuento de hadas. Muchas de sus historias fueron reescritas por los Hermanos Grimm, sus obras continúan imprimiéndose y se han adaptado lo mismo a la ópera, que al ballet, al teatro y al cine.

Charles Perrault nació el 12 de enero de 1628. Escritor y miembro de la Academia Francesa de la Lengua, vivió su infancia en la comodidad de una familia burguesa parisina. Fue hijo de Pierre Perrault y Paquette Le Clerc. Hijo de buena cuna no tuvo problemas para asistir a buenas escuelas y estudiar derecho, antes de trabajar en el servicio gubernamental como ya lo había hecho su padre y su hermano mayor Jean. Hombre trabajador y sensible a las ciencias y al arte, colaboró entusiastamente en la creación de la “Academia de Ciencias” así como en la restauración de la Academia de Pintura.

En la Francia de aquella época (s. XVII) era común la “compra” de funciones gubernamentales oficiales, pues abundaban las oportunidades de auto promoción. Así fue que en 1654 se mudó a vivir con su hermano Pierre, quien ya había comprado un puesto como principal recaudador de impuestos de la Ciudad Luz. En 1663 se fundó la Academia de Inscripciones y Bellas Letras, Perrault fue nombrado secretario y estuvo a las órdenes de Jean Baptiste Colbert, quien fuera ministro de Finanzas de Luis XIV.

Independientemente de su reconocimiento como escritor, vale la pena apuntar que en 1669 ayudó a Luis XIV a diseñar los famosos jardines de Versalles. Perrault convenció al rey para que incluyera 39 fuentes, en el laberinto de Versalles, cada una de las cuales representaba una de las fábulas de Esopo, esos trabajos se llevaron a cabo entre 1672 y 1677. La singular obra daba la impresión de que las criaturas “hablaban”, pues de sus bocas brotaban chorros de agua. En cada fuente había una inscripción con una leyenda y una cuarteta escrita por el poeta Isaac de Benserade.

A pesar de ser un leal servidor de la corona, a la que apoyó aduciendo que la época de “Luis el grande” era superior en todos los aspectos a la antigüedad, Perrault perdió su puesto de secretario. Eso ocurrió cuando tenía 67 años y fue en este punto que decidió dedicarse a sus hijos y comenzó a escribir cuentos, basándose en las antiguas tradiciones orales a las que les imprimió su propio estilo.

En 1697 publica Cuentos e historias del pasado con moral, también conocido como “Cuentos de mamá oca”. Inspirados en cuentos de hadas anteriores, escritos en los salones, sobresalen los escritos de Marie-Catherine Le Jumel de Barneville, quien acuñó la frase “Cuentos de hadas”. Los cuentos fueron firmados con el nombre de su último hijo: Pierre (Perrault) Darmancourt (Armancourt es el nombre de una propiedad que había comprado para él), todo esto por el temor a las críticas de sus enemigos literarios. Los cuentos tuvieron un éxito instantáneo. El libro contenía ocho cuentos y, finalmente, se registraron un total de 11 cuentos de hadas, escritos en prosa y con una moraleja al final. Los más conocidos son “Caperucita roja”, “La bella durmiente”, “El gato con botas”, “Cenicienta”, “Barba Azul”, “Pulgarcito”.

Charles Perrault murió el 16 de mayo de 1703, a la edad de 75 años en la ciudad en la que nació y pasó la mayor parte de su vida adulta.

Como apunté al principio, sus cuentos se siguen imprimiendo día tras día y se han llevado al cine (Disney), a la ópera; en ballets, donde sobresale la composición de Tchaikovsky para “La bella durmiente”. En marzo de 1993, la ciudad de Eaubonne, Francia, creó el Premio de Críticos Literarios Charles Perrault, galardón que se otorga a los mejores libros y artículos publicados o inéditos, en lengua francesa, relacionados con la literatura infantil.

¡Que viva Charles Perrault!

Besitos a las niñas azules, a las mariposas amarillas y a mi gaviota de vuelo sosegado.