/ martes 1 de junio de 2021

Cambiavía | El Lolita, más que una moda

La contracultura ha sido, desde siempre, un asunto que ha generado amplias discusiones y ocupado grandes espacios en libros, foros y reuniones de académicos e intelectuales. Un movimiento contracultural suele ser adorado, odiado, criticado, censurado. Particularmente, este pisateclas ha sentido una fuerte simpatía por el movimiento contracultural conocido como la Generación Beat. Sus manifestaciones fueron principalmente literarias y, al paso de los años, se conviertió en lo que millones de personas conocieron como hipismo.

Desde hace algunas décadas, han surgido grupos contraculturales, algunos de los más reconocidos son los Pachucos, los Darks, Gothic, Rasta, Metalero, Emo, Skato, Skinhead, etc. La llamada generación “X” prefirió nombrarlos con el término: subcultura. Apelativo que no comparto pues me parece que dentro del espectro cultural no existe o no debiera existir una clasificación. Baste con que el grupo desarrolle una moda, un tipo de música, una literatura, el arte en todas sus manifestaciones, y un modo de vivir particulares, para formar un grupo contracultural.

Sin embargo, el término subcultura, inapropiado, insisto, denomina a una amplia variedad de grupos que suelen manifestarse en contra del status quo y reclamar y promover un estilo particular de vida, tal es el caso de las Lolitas, de quienes les contaré unas cuantas cosillas en esta entrega.

Muchos consideran que el término Lolita está relacionado con la prostitución o al abuso de niñas menores de edad. No es así. Tiene su origen en la famosísima novela de Vladimir Nabokov, titulada precisamente Lolita. La novela relata la historia de la relación amorosa y sexual que mantuvo un hombre de mediana edad (Humbert) con una niña precoz de 12 años. El término y la subcultura de “El Lolita”, se originó en Japón, en donde convive con otros movimientos culturales.

Esta corriente se ha inspirado en la era victoriana, en los estilos rococó, barroco y un poco menos en el estilo eduardiano. El origen del movimiento es un tanto difuso, pero se considera que éste surge como una respuesta de la juventud femenina que rechazaba la visión conservadora de la sociedad japonesa. Producto de esa inconformidad surgen tres movimientos: Las Nagomu Gals, las Olive Gals y el Natura Kei, ubicados geográficamente en el barrio de Harajuko en Tokio. Se dice que fue “Mana” (Manabu Satoru), músico y diseñador japonés quien más influyó para que el movimiento fuera conocido, gracias a la moda que impuso a las niñas que decidieron optar por esta forma de vida. Una de sus líneas de diseño se llama “Elegant Gothic Lolita (EGL)”. Este músico sigue inspirando el movimiento y aparece en la revista más importante del movimiento llamada Gothic and Lolita Bible, la revista que siguen las adolescentes japonesas afines al grupo Lolitas.

Se puede decir que en el mundo occidental al hablar de Lolitas se piensa en las niñas precoces, sexualmente atractivas y atraídas por hombres muy mayores de edad. En oriente no, ahí se utiliza el término para referirse a una persona como inocente, femenina, vaya, como una muñeca. De ahí que los estilos rococó, barroco y victoriano sean los que mejor captan la idea de las “muñecas vivientes”.

Por otra parte, el Lolita tiene diversos estilos, los más conocidos son el “Sweet Lolita”, “Gothic Lolita”, “Casual Lolita”, “Punk Lolita”.

El estilo Sweet Lolita toma las características de la era victoriana y por ello se usan corsés, sombrillas, faldas a la cintura, así como colores en tonos pastel. Digamos que son el lado tierno y dulce, utilizan metros de encajes, sombrillas y acostumbran portar un muñeco de peluche, de tal modo que su apariencia es como la de una muñequita de porcelana.

Por su parte, el estilo Gothic EGL (Elegant Gothic Lolita) se orienta más a la moda que se vestía en el luto victoriano, las niñas cubren la mayor parte de su cuerpo y utilizan adornos con formas de cruces; esos rasgos se encuentran relacionados con el estilo gótico. Predominan el color negro, rojo y azul muy oscuro y los estampados victorianos. El largo de la falda varía muchísimo, aunque predomina la que se usa a la altura de las rodillas. Usan medias completas y zapatos con plataforma.

También existe un estilo sorprendente, debido a que incorpora el punk, metal e industrial con el estilo victoriano. El Lolita Punk otorga así, una apariencia más agresiva y excéntrica. Muchos opinan que esta combinación es la que más se aleja del original, debido a que abandona el concepto de “muñeca victoriana”. Este estilo suele ser fácilmente confundido con neogothic o el industrial. Como los demás estilos, este se basa en la delicadeza y la femineidad de una mujer y se combina con las cadenas, las botas, los estampados excéntricos.

En Japón, suelen reunirse en Tokio, en un lugar conocido como puente Harajuku. Ahí se juntan y posan para ser fotografiadas por curiosos, turistas, camarógrafos y periodistas. Por eso, este sitio se ha hecho muy famoso y, claro, el movimiento se ha extendido principalmente a Taiwán, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Europa y los Estados Unidos de Norteamérica.

Con respecto de esta cultura, hay quienes opinan que sólo se trata de un estilo de moda, otros opinan que esa moda se ha convertido en un estilo de vida. De hecho existen reglas y esas suelen publicarse en la revista icono del movimiento: Gothic & Lolita Bible.

No podían faltar las “Ero Lolitas”. Pero no se emocione, no es lo que se imagina. La Ero Lolita se caracteriza por utilizar un estilo más maduro. Son evidentes los escotes y las faldas cortas, pero no se puede mostrar el pecho, los muslos y el estómago. Usan el pelo ondulado, guantes de encaje, pantimedias y corsés. Los colores más característicos son el negro, el fucsia, azul o rojo.

Ahora bien, cabe aquí dejarles algunas inquietudes: ¿es este un movimiento contracultural?, ¿puede ser considerada como una tribu urbana?

Para este apachurrateclas, el Lolita es una subcultura que se caracteriza como una corriente altamente creativa para mostrar nuevas formas de expresión de la mujer a través de su versión más femenina. Se trata de una apuesta por encontrarle sentido a la imagen personal como un reflejo mental del interior así como la restauración de valores que se han perdido en la pospostmodernidad. El Lolita como un estilo de vida, en lugar de un esteticismo simplista puede ser una vía para recuperar la fe en la vida gracias al ensueño. Quizás este sería el sentido más lógico cuando de Lolitas se trata: mujeres ilógicas, anárquicas, temperamentales y muy delicadas princesas. ¿Cómo la ve?

Besitos a las niñas azules y a las mariposas amarillas. Beso extendido a la gaviota de vuelo airoso en rojos atardeceres.

La contracultura ha sido, desde siempre, un asunto que ha generado amplias discusiones y ocupado grandes espacios en libros, foros y reuniones de académicos e intelectuales. Un movimiento contracultural suele ser adorado, odiado, criticado, censurado. Particularmente, este pisateclas ha sentido una fuerte simpatía por el movimiento contracultural conocido como la Generación Beat. Sus manifestaciones fueron principalmente literarias y, al paso de los años, se conviertió en lo que millones de personas conocieron como hipismo.

Desde hace algunas décadas, han surgido grupos contraculturales, algunos de los más reconocidos son los Pachucos, los Darks, Gothic, Rasta, Metalero, Emo, Skato, Skinhead, etc. La llamada generación “X” prefirió nombrarlos con el término: subcultura. Apelativo que no comparto pues me parece que dentro del espectro cultural no existe o no debiera existir una clasificación. Baste con que el grupo desarrolle una moda, un tipo de música, una literatura, el arte en todas sus manifestaciones, y un modo de vivir particulares, para formar un grupo contracultural.

Sin embargo, el término subcultura, inapropiado, insisto, denomina a una amplia variedad de grupos que suelen manifestarse en contra del status quo y reclamar y promover un estilo particular de vida, tal es el caso de las Lolitas, de quienes les contaré unas cuantas cosillas en esta entrega.

Muchos consideran que el término Lolita está relacionado con la prostitución o al abuso de niñas menores de edad. No es así. Tiene su origen en la famosísima novela de Vladimir Nabokov, titulada precisamente Lolita. La novela relata la historia de la relación amorosa y sexual que mantuvo un hombre de mediana edad (Humbert) con una niña precoz de 12 años. El término y la subcultura de “El Lolita”, se originó en Japón, en donde convive con otros movimientos culturales.

Esta corriente se ha inspirado en la era victoriana, en los estilos rococó, barroco y un poco menos en el estilo eduardiano. El origen del movimiento es un tanto difuso, pero se considera que éste surge como una respuesta de la juventud femenina que rechazaba la visión conservadora de la sociedad japonesa. Producto de esa inconformidad surgen tres movimientos: Las Nagomu Gals, las Olive Gals y el Natura Kei, ubicados geográficamente en el barrio de Harajuko en Tokio. Se dice que fue “Mana” (Manabu Satoru), músico y diseñador japonés quien más influyó para que el movimiento fuera conocido, gracias a la moda que impuso a las niñas que decidieron optar por esta forma de vida. Una de sus líneas de diseño se llama “Elegant Gothic Lolita (EGL)”. Este músico sigue inspirando el movimiento y aparece en la revista más importante del movimiento llamada Gothic and Lolita Bible, la revista que siguen las adolescentes japonesas afines al grupo Lolitas.

Se puede decir que en el mundo occidental al hablar de Lolitas se piensa en las niñas precoces, sexualmente atractivas y atraídas por hombres muy mayores de edad. En oriente no, ahí se utiliza el término para referirse a una persona como inocente, femenina, vaya, como una muñeca. De ahí que los estilos rococó, barroco y victoriano sean los que mejor captan la idea de las “muñecas vivientes”.

Por otra parte, el Lolita tiene diversos estilos, los más conocidos son el “Sweet Lolita”, “Gothic Lolita”, “Casual Lolita”, “Punk Lolita”.

El estilo Sweet Lolita toma las características de la era victoriana y por ello se usan corsés, sombrillas, faldas a la cintura, así como colores en tonos pastel. Digamos que son el lado tierno y dulce, utilizan metros de encajes, sombrillas y acostumbran portar un muñeco de peluche, de tal modo que su apariencia es como la de una muñequita de porcelana.

Por su parte, el estilo Gothic EGL (Elegant Gothic Lolita) se orienta más a la moda que se vestía en el luto victoriano, las niñas cubren la mayor parte de su cuerpo y utilizan adornos con formas de cruces; esos rasgos se encuentran relacionados con el estilo gótico. Predominan el color negro, rojo y azul muy oscuro y los estampados victorianos. El largo de la falda varía muchísimo, aunque predomina la que se usa a la altura de las rodillas. Usan medias completas y zapatos con plataforma.

También existe un estilo sorprendente, debido a que incorpora el punk, metal e industrial con el estilo victoriano. El Lolita Punk otorga así, una apariencia más agresiva y excéntrica. Muchos opinan que esta combinación es la que más se aleja del original, debido a que abandona el concepto de “muñeca victoriana”. Este estilo suele ser fácilmente confundido con neogothic o el industrial. Como los demás estilos, este se basa en la delicadeza y la femineidad de una mujer y se combina con las cadenas, las botas, los estampados excéntricos.

En Japón, suelen reunirse en Tokio, en un lugar conocido como puente Harajuku. Ahí se juntan y posan para ser fotografiadas por curiosos, turistas, camarógrafos y periodistas. Por eso, este sitio se ha hecho muy famoso y, claro, el movimiento se ha extendido principalmente a Taiwán, Corea del Sur, Singapur, Hong Kong, Europa y los Estados Unidos de Norteamérica.

Con respecto de esta cultura, hay quienes opinan que sólo se trata de un estilo de moda, otros opinan que esa moda se ha convertido en un estilo de vida. De hecho existen reglas y esas suelen publicarse en la revista icono del movimiento: Gothic & Lolita Bible.

No podían faltar las “Ero Lolitas”. Pero no se emocione, no es lo que se imagina. La Ero Lolita se caracteriza por utilizar un estilo más maduro. Son evidentes los escotes y las faldas cortas, pero no se puede mostrar el pecho, los muslos y el estómago. Usan el pelo ondulado, guantes de encaje, pantimedias y corsés. Los colores más característicos son el negro, el fucsia, azul o rojo.

Ahora bien, cabe aquí dejarles algunas inquietudes: ¿es este un movimiento contracultural?, ¿puede ser considerada como una tribu urbana?

Para este apachurrateclas, el Lolita es una subcultura que se caracteriza como una corriente altamente creativa para mostrar nuevas formas de expresión de la mujer a través de su versión más femenina. Se trata de una apuesta por encontrarle sentido a la imagen personal como un reflejo mental del interior así como la restauración de valores que se han perdido en la pospostmodernidad. El Lolita como un estilo de vida, en lugar de un esteticismo simplista puede ser una vía para recuperar la fe en la vida gracias al ensueño. Quizás este sería el sentido más lógico cuando de Lolitas se trata: mujeres ilógicas, anárquicas, temperamentales y muy delicadas princesas. ¿Cómo la ve?

Besitos a las niñas azules y a las mariposas amarillas. Beso extendido a la gaviota de vuelo airoso en rojos atardeceres.