/ martes 7 de julio de 2020

Cambiavía | Soldados de Salamina

Primera de dos partes

Javier Cercas nació en 1962. Su primera obra es un libro de cuentos: “El móvil” (1987). También escribió ensayo: “La obra literaria de Gonzalo Suárez” (1994). En 1989 escribió su primera novela “El inquilino” y en 1997: “El vientre de la ballena”.

En el año 2001 publica Soldados de Salamina, su obra más importante, y la que lo convirtió en un escritor mundialmente reconocido. Ha publicado “La velocidad de la luz” (2005), “Anatomía de un instante” (2009), “El impostor” (2014), entre otras. Su obra ha sido traducida a más de veinte lenguas.

En “Soldados de Salamina”, Javier Cercas incursiona en la experimentación narrativa al incorporar “la literatura dentro de la literatura”. Se trata de un tipo de novela testimonial en la que se entremezclan acontecimientos reales y ficticios, sin quedar del todo claro los límites entre unos y otros.

Soldados de Salamina es narrada por Javier Cercas que no es el mismo Javier Cercas autor de la novela. Indudablemente que dentro del libro existen cosas del autor que caen en el personaje.

Esta técnica, tan bien urdida, por momentos consigue que el lector asuma que se encuentra ante la misma persona. Quizá sea este su mejor logro. Pues este estilo narrativo provoca una lectura atenta y cuidadosa.

Una lectura que nos traslada a los finales de la Guerra Civil española, hacia el año de 1939, cuando, finalmente, se decreta el triunfo de Francisco Franco y, por consiguiente, la derrota del régimen republicano.

La novela está dividida en tres apartados: “Amigos del Bosque”, “Soldados de Salamina” y “Cita en Stockton”. La obra se presenta como un texto en donde, sobre todo, se pretende recuperar la memoria, la dignidad de la Guerra Civil. El relato está narrado en primera persona y se presume que es de carácter autobiográfico. (Por cierto que en la versión que se llevó al cine, el personaje protagónico es una mujer, interpretado por Ariadna Gil).

Según el propio Cercas, quien estuvo de acuerdo con el cambio, “convertir un personaje masculino en femenino otorga a la trama, en casos concreto, más tensión, más interés, nuevos perfiles”. Por supuesto que dicha modificación afecta en gran parte el sentido de la historia.

Con respecto de la novela, que es a fin de cuentas lo que importa reseñar, cabe mencionar que el narrador-protagonista nos da cuenta, desde el inicio, del proceso de construcción del libro.

Nos introduce en los orígenes, en la gestación: armar, rehacer el relato del hecho histórico que sirve de arranque: el fallido fusilamiento del principal representante falangista, Rafael Sánchez Mazas: “Tres cosas acababan de ocurrirme por entonces: la primera es que mi padre había muerto; la segunda es que mi mujer me había abandonado; la tercera es que yo había abandonado mi carrera de escritor. Miento. La verdad es que, de estas tres cosas, las dos primeras son exactas, exactísimas, no así la tercera.

En realidad, mi carrera de escritor no había acabado de arrancar nunca, así que difícilmente podía abandonarla”.

El narrador Javier Cercas nos presenta un panorama de fracaso personal, de derrota profesional, de sufrimiento por la pérdida del padre y del amor, al ser abandonado por su esposa. Esta es la síntesis esencial de su existencia, un punto de riesgo y de amenaza. En este contexto escucha por primera vez el relato de Sánchez Mazas, en boca de su hijo, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio.

La narración avanza y se aprecia que será a lo largo de toda la novela una sola mirada, unos solos ojos los que contemplan y desde los que se nos muestra lo que aparece, lo que sucede, los personajes, los acontecimientos estarán mediados por la mirada de Cercas.

Conoceremos sus cambios de ánimo, sus desorientaciones ante los acontecimientos históricos y los trasuntos narrativos, su desapego por Conchi, su misoginia, sus frustraciones por una obra que no acaba de cuajar, sus aciertos y sus errores, todo, todo esto se presenta dentro de la misma historia, pero dentro de un nuevo estilo narrativo: “la literatura dentro de la literatura”. De eso platicaremos en la siguiente entrega.

Primera de dos partes

Javier Cercas nació en 1962. Su primera obra es un libro de cuentos: “El móvil” (1987). También escribió ensayo: “La obra literaria de Gonzalo Suárez” (1994). En 1989 escribió su primera novela “El inquilino” y en 1997: “El vientre de la ballena”.

En el año 2001 publica Soldados de Salamina, su obra más importante, y la que lo convirtió en un escritor mundialmente reconocido. Ha publicado “La velocidad de la luz” (2005), “Anatomía de un instante” (2009), “El impostor” (2014), entre otras. Su obra ha sido traducida a más de veinte lenguas.

En “Soldados de Salamina”, Javier Cercas incursiona en la experimentación narrativa al incorporar “la literatura dentro de la literatura”. Se trata de un tipo de novela testimonial en la que se entremezclan acontecimientos reales y ficticios, sin quedar del todo claro los límites entre unos y otros.

Soldados de Salamina es narrada por Javier Cercas que no es el mismo Javier Cercas autor de la novela. Indudablemente que dentro del libro existen cosas del autor que caen en el personaje.

Esta técnica, tan bien urdida, por momentos consigue que el lector asuma que se encuentra ante la misma persona. Quizá sea este su mejor logro. Pues este estilo narrativo provoca una lectura atenta y cuidadosa.

Una lectura que nos traslada a los finales de la Guerra Civil española, hacia el año de 1939, cuando, finalmente, se decreta el triunfo de Francisco Franco y, por consiguiente, la derrota del régimen republicano.

La novela está dividida en tres apartados: “Amigos del Bosque”, “Soldados de Salamina” y “Cita en Stockton”. La obra se presenta como un texto en donde, sobre todo, se pretende recuperar la memoria, la dignidad de la Guerra Civil. El relato está narrado en primera persona y se presume que es de carácter autobiográfico. (Por cierto que en la versión que se llevó al cine, el personaje protagónico es una mujer, interpretado por Ariadna Gil).

Según el propio Cercas, quien estuvo de acuerdo con el cambio, “convertir un personaje masculino en femenino otorga a la trama, en casos concreto, más tensión, más interés, nuevos perfiles”. Por supuesto que dicha modificación afecta en gran parte el sentido de la historia.

Con respecto de la novela, que es a fin de cuentas lo que importa reseñar, cabe mencionar que el narrador-protagonista nos da cuenta, desde el inicio, del proceso de construcción del libro.

Nos introduce en los orígenes, en la gestación: armar, rehacer el relato del hecho histórico que sirve de arranque: el fallido fusilamiento del principal representante falangista, Rafael Sánchez Mazas: “Tres cosas acababan de ocurrirme por entonces: la primera es que mi padre había muerto; la segunda es que mi mujer me había abandonado; la tercera es que yo había abandonado mi carrera de escritor. Miento. La verdad es que, de estas tres cosas, las dos primeras son exactas, exactísimas, no así la tercera.

En realidad, mi carrera de escritor no había acabado de arrancar nunca, así que difícilmente podía abandonarla”.

El narrador Javier Cercas nos presenta un panorama de fracaso personal, de derrota profesional, de sufrimiento por la pérdida del padre y del amor, al ser abandonado por su esposa. Esta es la síntesis esencial de su existencia, un punto de riesgo y de amenaza. En este contexto escucha por primera vez el relato de Sánchez Mazas, en boca de su hijo, el escritor Rafael Sánchez Ferlosio.

La narración avanza y se aprecia que será a lo largo de toda la novela una sola mirada, unos solos ojos los que contemplan y desde los que se nos muestra lo que aparece, lo que sucede, los personajes, los acontecimientos estarán mediados por la mirada de Cercas.

Conoceremos sus cambios de ánimo, sus desorientaciones ante los acontecimientos históricos y los trasuntos narrativos, su desapego por Conchi, su misoginia, sus frustraciones por una obra que no acaba de cuajar, sus aciertos y sus errores, todo, todo esto se presenta dentro de la misma historia, pero dentro de un nuevo estilo narrativo: “la literatura dentro de la literatura”. De eso platicaremos en la siguiente entrega.