/ martes 23 de marzo de 2021

Cambiavía | Violet Keppel

Sé malvada, sé valiente, emborráchate, sé imprudente, sé disoluta, sé despótica, sé anarquista, sé una fanática religiosa, sé una sufragista, sé lo que quieras, pero por piedad selo hasta el límite. Vive, vive plenamente, vive apasionadamente, vive desastrosamente si es necesarioViolet Keppel a Vita Sackville-West


En este mes, dedicado por completo a conmemorar el Día Internacional de la Mujer, su textoservidor ha escrito acerca de la vida de tres mujeres. Curiosamente, sus nombres comienzan con una V: Virginia Woolf, Vita Sackville-West y Violet Keppel. Las tres pertenecieron a la alta sociedad inglesa. Las tres dedicaron parte de su vida a la escritura; Virginia fue, desde luego, la que más logros y reconocimiento internacional ha recibido por su trabajo como narradora, ensayista, editora. Violet fue amante de Vita y tiempo después, Vita lo fue de Virginia. Virginia escribió Orlando, su novela más polémica, inspirada en la relación amorosa que mantuvo con Vita. Por su parte, Violet, escribió Broderie Anglaise, como una respuesta al Orlando de Virginia. Corresponde, en esta ocasión, dedicar un breve espacio para compartirle una breve semblanza de Violet Keppel, a mi parecer, la más atrevida y radical.

Violet nació el 6 de junio de 1894 en Wilton Crescent, Londres, hija de Alice Keppel. Durante algún tiempo se dijo que era hija de Eduardo VII, pues Alice era su amante. Más tarde se estableció que su verdadero padre era Ernest William Beckett, un diputado conservador de Whitby. En su infancia Violet Keppel fue educada por una institutriz francesa, luego ingresó a la escuela para niñas de Hellen Wolff, en Parke Lane. Allí mismo estudiaban Vita Sackville-West y Rosamund Grosvenor. En un principio Vita y Rosamund comenzaron un romance que duró muy poco. Luego, Vita centró su atención en Violet. Pasaban mucho tiempo juntas en la casa de Vita (Knole House) y también se fueron de vacaciones a Pisa, Milán y Florencia, en 1908. Pasado ese tiempo, perdieron contacto por algunos años pero, cuando se volvieron a encontrar, la relación afectuosa se volvió mucho más intensa. Violet escribió en su autobiografía (Don´t Look Round): “Nadie me había dicho que Vita se había convertido en una belleza. Las protuberancias y los nudillos habían desaparecido. Era alta y elegante. Los profundos y hereditarios ojos de Sackville eran como charcos de los que se habían levantado las nieblas de la mañana. Un durazno podría envidiar su tez”.

Esta primera etapa de su amor llegó a su fin en octubre de 1913, cuando Vita contrajo matrimonio con Harold Nicholson. Vivieron tranquilamente hasta que le comunicaron a Harold que tenía una infección venérea por lo que se vio obligado a confesar que sostenía relaciones sexo-afectivas con otros hombres. La pareja replanteó su relación y establecieron una de tipo abierta, cancelando la monogamia. Así permanecieron por cinco años hasta que, de nuevo, Violet Keppel reapareció en sus vidas. Vita escribió más tarde: "Ella se acostó en el sofá, yo me senté en el sillón; tomó mis manos y separó mis dedos para contar los puntos mientras me decía por qué me amaba ... Me tiró hacia abajo hasta que la besé -No lo había hecho durante muchos años ".

Entonces juntas recorrieron varias ciudades y no regresaron a Londres por algún tiempo. Vita, aunque mantenía su matrimonio, realmente no le otorgaba demasiada importancia, más bien aprovechó ese tiempo para escribir Challenge (1923), una novela inspirada en su romance con Violet, la cual fue publicada en Estados Unidos y prohibida en Gran Bretaña.. La relación contaba con roles claramente definidos: Vita desempeñaba el personaje masculino de “Julián” y Violet el femenino de “Lushka”.

En marzo de 1919, Violet le escribió a Vita para explicarle que la estaban obligando a casarse con Denys Robert Trefusis. El matrimonio se llevó a cabo el 16 de junio de ese mismo año. No obstante había un acuerdo: que el matrimonio permanecería sin consumarse y que reanudaría su relación con Vita. Ambas se mudaron a Francia en febrero de 1920, pero Harold las siguió y consiguió, finalmente, persuadir a Vita para que regresara a la casa familiar. Violet se mudó a París en donde se convirtió en la amante de la princesa Edmond de Polignac (Winnaretta Singer), hija del inventor de la máquina de coser y heredera de una enorme fortuna. Rara vez veía a su esposo, Denys Robert Trefusis, quien murió de tuberculosis en 1929. Violeta y Vita finalmente se separaron pero mantuvieron un intenso intercambio epistolar a lo largo de los años.

Como ya he dicho antes, Violeta, al igual que Virginia Woolf y Vita se dedicó a la escritura. En 1929 publica una de sus primeras novelas Secours, en francés, en ella describe la historia de una mujer que buscaba poner celoso a su amante seduciendo a un hombre mayor del que se enamora. Le siguieron Écho (1931) y Tandem (1933), Broderie Anglaise (1935). Luego publicó el que se considera su mejor libro en inglés: Hunt the Slipper (1937). Lorna Sage (escritora, crítica literaria y académica inglesa, fallecida en 2001) lo describió como “un texto espléndidamente malicioso sobre Inglaterra y sobre la cultura aristocrática de la que había escapado”. Les Causes Perdues (1941) es la última novela en francés y Pirates at Play (1950), en inglés. Sus memorias fueron publicadas en 1952, con el título: Don´t Look Round.

A mediados de noviembre de 1921 las cartas dejaron de ser constantes. En una de las últimas que se conservan de Vita, fechada el 3 de septiembre de 1950, ésta se dirigió a Violet de la siguiente forma:

“Creo que hay una cosa indestructible entre nosotras… un lazo que data de la infancia convertido en pasión, una cosa que ninguna de las dos compartirá nunca con nadie más. Ha sido una relación muy extraña, la nuestra; desdichada unas veces, feliz otras; pero única a su manera, e infinitamente valiosa para mí y (si me permites decirlo) para ti. Parece que ni siquiera el tiempo es capaz de alterarlo. Supongo que ésta es una especie de carta de amor. Es extraño que te escriba una carta de amor después de tantos años, cuando nos hemos escrito tantas. Ah, me mandaste un libro sobre Elizabeth Barrett Browning. Gracias, querida y generosa Lushka, y me regalaste una briqueta negra como el carbón… que siempre arde en mi corazón cuando pienso en ti. Dijiste que duraría tres meses, pero nuestro amor ha durado cuarenta años y perdurará”.

Violet Keppel murió el 1 de marzo de 1972.

Besitos a las niñas azules, a las mariposas amarillas que, junto con mi gaviota, bienvenida la primavera.

Sé malvada, sé valiente, emborráchate, sé imprudente, sé disoluta, sé despótica, sé anarquista, sé una fanática religiosa, sé una sufragista, sé lo que quieras, pero por piedad selo hasta el límite. Vive, vive plenamente, vive apasionadamente, vive desastrosamente si es necesarioViolet Keppel a Vita Sackville-West


En este mes, dedicado por completo a conmemorar el Día Internacional de la Mujer, su textoservidor ha escrito acerca de la vida de tres mujeres. Curiosamente, sus nombres comienzan con una V: Virginia Woolf, Vita Sackville-West y Violet Keppel. Las tres pertenecieron a la alta sociedad inglesa. Las tres dedicaron parte de su vida a la escritura; Virginia fue, desde luego, la que más logros y reconocimiento internacional ha recibido por su trabajo como narradora, ensayista, editora. Violet fue amante de Vita y tiempo después, Vita lo fue de Virginia. Virginia escribió Orlando, su novela más polémica, inspirada en la relación amorosa que mantuvo con Vita. Por su parte, Violet, escribió Broderie Anglaise, como una respuesta al Orlando de Virginia. Corresponde, en esta ocasión, dedicar un breve espacio para compartirle una breve semblanza de Violet Keppel, a mi parecer, la más atrevida y radical.

Violet nació el 6 de junio de 1894 en Wilton Crescent, Londres, hija de Alice Keppel. Durante algún tiempo se dijo que era hija de Eduardo VII, pues Alice era su amante. Más tarde se estableció que su verdadero padre era Ernest William Beckett, un diputado conservador de Whitby. En su infancia Violet Keppel fue educada por una institutriz francesa, luego ingresó a la escuela para niñas de Hellen Wolff, en Parke Lane. Allí mismo estudiaban Vita Sackville-West y Rosamund Grosvenor. En un principio Vita y Rosamund comenzaron un romance que duró muy poco. Luego, Vita centró su atención en Violet. Pasaban mucho tiempo juntas en la casa de Vita (Knole House) y también se fueron de vacaciones a Pisa, Milán y Florencia, en 1908. Pasado ese tiempo, perdieron contacto por algunos años pero, cuando se volvieron a encontrar, la relación afectuosa se volvió mucho más intensa. Violet escribió en su autobiografía (Don´t Look Round): “Nadie me había dicho que Vita se había convertido en una belleza. Las protuberancias y los nudillos habían desaparecido. Era alta y elegante. Los profundos y hereditarios ojos de Sackville eran como charcos de los que se habían levantado las nieblas de la mañana. Un durazno podría envidiar su tez”.

Esta primera etapa de su amor llegó a su fin en octubre de 1913, cuando Vita contrajo matrimonio con Harold Nicholson. Vivieron tranquilamente hasta que le comunicaron a Harold que tenía una infección venérea por lo que se vio obligado a confesar que sostenía relaciones sexo-afectivas con otros hombres. La pareja replanteó su relación y establecieron una de tipo abierta, cancelando la monogamia. Así permanecieron por cinco años hasta que, de nuevo, Violet Keppel reapareció en sus vidas. Vita escribió más tarde: "Ella se acostó en el sofá, yo me senté en el sillón; tomó mis manos y separó mis dedos para contar los puntos mientras me decía por qué me amaba ... Me tiró hacia abajo hasta que la besé -No lo había hecho durante muchos años ".

Entonces juntas recorrieron varias ciudades y no regresaron a Londres por algún tiempo. Vita, aunque mantenía su matrimonio, realmente no le otorgaba demasiada importancia, más bien aprovechó ese tiempo para escribir Challenge (1923), una novela inspirada en su romance con Violet, la cual fue publicada en Estados Unidos y prohibida en Gran Bretaña.. La relación contaba con roles claramente definidos: Vita desempeñaba el personaje masculino de “Julián” y Violet el femenino de “Lushka”.

En marzo de 1919, Violet le escribió a Vita para explicarle que la estaban obligando a casarse con Denys Robert Trefusis. El matrimonio se llevó a cabo el 16 de junio de ese mismo año. No obstante había un acuerdo: que el matrimonio permanecería sin consumarse y que reanudaría su relación con Vita. Ambas se mudaron a Francia en febrero de 1920, pero Harold las siguió y consiguió, finalmente, persuadir a Vita para que regresara a la casa familiar. Violet se mudó a París en donde se convirtió en la amante de la princesa Edmond de Polignac (Winnaretta Singer), hija del inventor de la máquina de coser y heredera de una enorme fortuna. Rara vez veía a su esposo, Denys Robert Trefusis, quien murió de tuberculosis en 1929. Violeta y Vita finalmente se separaron pero mantuvieron un intenso intercambio epistolar a lo largo de los años.

Como ya he dicho antes, Violeta, al igual que Virginia Woolf y Vita se dedicó a la escritura. En 1929 publica una de sus primeras novelas Secours, en francés, en ella describe la historia de una mujer que buscaba poner celoso a su amante seduciendo a un hombre mayor del que se enamora. Le siguieron Écho (1931) y Tandem (1933), Broderie Anglaise (1935). Luego publicó el que se considera su mejor libro en inglés: Hunt the Slipper (1937). Lorna Sage (escritora, crítica literaria y académica inglesa, fallecida en 2001) lo describió como “un texto espléndidamente malicioso sobre Inglaterra y sobre la cultura aristocrática de la que había escapado”. Les Causes Perdues (1941) es la última novela en francés y Pirates at Play (1950), en inglés. Sus memorias fueron publicadas en 1952, con el título: Don´t Look Round.

A mediados de noviembre de 1921 las cartas dejaron de ser constantes. En una de las últimas que se conservan de Vita, fechada el 3 de septiembre de 1950, ésta se dirigió a Violet de la siguiente forma:

“Creo que hay una cosa indestructible entre nosotras… un lazo que data de la infancia convertido en pasión, una cosa que ninguna de las dos compartirá nunca con nadie más. Ha sido una relación muy extraña, la nuestra; desdichada unas veces, feliz otras; pero única a su manera, e infinitamente valiosa para mí y (si me permites decirlo) para ti. Parece que ni siquiera el tiempo es capaz de alterarlo. Supongo que ésta es una especie de carta de amor. Es extraño que te escriba una carta de amor después de tantos años, cuando nos hemos escrito tantas. Ah, me mandaste un libro sobre Elizabeth Barrett Browning. Gracias, querida y generosa Lushka, y me regalaste una briqueta negra como el carbón… que siempre arde en mi corazón cuando pienso en ti. Dijiste que duraría tres meses, pero nuestro amor ha durado cuarenta años y perdurará”.

Violet Keppel murió el 1 de marzo de 1972.

Besitos a las niñas azules, a las mariposas amarillas que, junto con mi gaviota, bienvenida la primavera.