El espíritu de los textos del libro Cine contexto, de Raciel Martínez, estas líneas: “En los noventas los catálogos se agotaron. La postmodernidad, por desventura estética o por suertudo tino, incluye personajes extravagantes que en varios casos anulan la pose de la oveja negra.”
Y en ese sentido, ensayos dedicados a Batman regresa, de Tim Burton, tal vez la mejor película del salvador de Ciudad Gótica, o Crash, de Cronenberg, o Gremlins 2, de Joe Dante, o Entrevista con el vampiro, de Neil Jordan, adquieren relevancia, especialmente, para el joven lector que se acerca a la experiencia aleccionadora del análisis cinematográfico como un mecanismo de escritura que revela hilos de Ariadna para entrar a un laberinto donde el mero goce del cine también es una experiencia de inteligencia y depuración de significados.
Raciel Martínez entiende, y nos hace entender, que todo discurso es una provocación y encuentra diversos escenarios para su praxis. Así, entonces, textos dedicados a las obras de Wenders, Francis Ford Coppola, los hermanos Coen, Ed Wood, Clint Eastwood, Spielberg, Jane Campion, o Bigas Lunas son discursos fílmicos que tienen sus escenarios alimenticios, sólidos, matriciales en Michel Foucualt, Klossowski, McLuhan, Ballard, Gilles Delleuze, Roland Barthes, entre otros pensadores.
Si en 1998, Susan Sontag en su conferencia en El Colegio Nacional sobre La Nueva Geografía de la Novela hablaba que el hipertexto era la herramienta que, a la manera de deconstrucción de Jacques Derrida como las significaciones de un texto descomponiendo la estructura del lenguaje, cumplía una labor de comunicación atemporal y espacial, Raciel Martínez hila significaciones de películas disímbolas apoyándose en la semiótica para seleccionar voces susurrantes del espectro creativo y convocar, a la vez, eso que Deleuze llama “tribus e idiomas secretos”. Sino como entender la oportuna correlación que hace Raciel Martínez con el devenir histórico, el de los noventa sí pero que puede ser el actual, cito: “Steven Spielberg con ET y Encuentros cercanos del tercer tipo y James Cameron con El secreto del abismo -incluso, se puede tomar en cuenta la saga de Corto circuito -, por sólo mencionar algunas películas claves, trazaron un puente por encima de la histeria anticomunista con una profunda percepción del humanismo”.
O en la semiótica en su esplendor fílmica en esta otra parte de su libro cuando apunta: “En lo que respecta a la nostalgia, Gremlins 2 en ninguna ocasión es complaciente. Contraria al espíritu lánguido y derrotista de Giuseppe Tornatore en Cinema Paradiso y Ettore Scola en Splendor, películas que sintetizan una añoranza generalizada por la muerte del cine, la nostalgia de Joe Dante es una sonrisa ácida, quizás de revancha feroz. Tres injertos corroboraron lo anterior: la rebelión del Pato Lucas contra Bugs Bunny 2, la aparición del abuelo Fred de La familia Monster y la inclusión de Christoper Lee, ya arquetipo del cine de horror. En el bloque de citas, Joe Dante acumula segmentos esenciales de los mass media en los pasados treinta años, que han sido desplazados por las fobias y miedos de la modernidad. De las caricaturas, la mencionada ¿Quién engañó a Roger Rabbit? fue la pionera en los ochentas para su rescate; sin embargo, el ánimo corrosivo que muchos de los dibujos tenían en particular se desperdiciaba en el nostálgico objetivo que perseguían”.
Cine contexto es un libro que tiende puentes y lanza redes al proceloso mar del análisis cinematográfico con ensayos que encuentra relaciones o “manifestaciones comunicacionales” con lenguajes y estructuras que guarda el cine en cuanto a su esencialidad de ente cultural. Raciel Martínez ha dicho que el cine es su lado oscuro, pero con este libro confirma que es su lado vital porque el crítico de cine no se enfrenta al filme como un objeto externo, distante; al contrario, y como señala Michel Tournier sobre el crítico literario que: “la obra literaria que comenta forma parte de su vida personal”.
De igual manera, el cine para el autor de Cine contexto es una experiencia vital y, estamos seguros, que parte de su cartografía personal…
Raciel Martínez entiende, y nos hace entender que todo discurso es una provocación y encuentra diversos escenarios para su praxis
