/ miércoles 26 de junio de 2019

Con café y a media luz | Claro y directo

Hace aproximadamente 7 años, un alcalde de nuestra ciudad hizo unas declaraciones a los medios de comunicación con las que intentaba suavizar una situación que, a todas luces, era lamentable en materia de seguridad en nuestra zona. La “buena intención” de este político era, únicamente, calmar a la ciudadanía quien pensó –y me incluyo— que le estaban tratando de brindar una realidad sumamente ajena y distante a la que prevalecía en aquel entonces.

Entre los representantes de los medios que se ocuparon de “darle vuelo” a la declaración y una crisis psicológica en nuestra zona conurbada por los eventos que se repetían sin dar tregua, se logró una desacreditación a la imagen del poder ejecutivo en Tampico. Lamentable situación, sin duda alguna.

“Yo jamás dije que no pasaba nada”, se empeñaba en repetir en los espacios noticiosos de los diferentes medios de comunicación nacional, “Sí pasa y el Gobierno del Estado se está encargando de hacer algo al respecto”, remataba.

Desafortunadamente, las primeras declaraciones ya habían hecho efecto y la merma de la imagen en la colectividad había iniciado y, el deterioro del aparato gubernamental de la localidad, también.

Pongo este ejemplo, a razón de lo acontecido la mañana del lunes en la conferencia del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, que se llevó a cabo en el estado de Quintana Roo, el cual está siendo golpeado por dos problemas gravísimos: El sargazo y la inseguridad.

Más allá de la realidad de los datos y sobre quién tiene la razón o está diciendo la verdad, el hecho de que una representante de los medios de comunicación haya cuestionado la postura del ejecutivo con frases como “faltar a la verdad”, “otra realidad” y más, hablan de un descontento con la forma en que se está tratando la problemática que vive el ciudadano quintanarroense y eso pudiera ser lo menos apropiado en estos momentos.

Como dirían las abuelitas “Vale más uno colorado, que cien descoloridos”.

Justo después de que esa información circulara en vivo por las redes sociales y los canales oficiales de la Presidencia de la República, una nueva polarización se desató en torno a la figura del tabasqueño, cosa que ya no es noticia, porque el hombre nunca ha vivido entre “claroscuros” o “medias tintas”, pero sí dio pie a más cuestionamientos entre todos los mexicanos.

Cabe hacer mención, que nuestro actual presidente municipal Jesús Nader señaló que es de vital importancia el apoyo del Gobierno Federal para poder dar continuidad a proyectos de suma importancia para la región de las huastecas que, lamentablemente, han quedado pendientes por la reestructuración de los apoyos y partidas presupuestales provenientes de la federación.

Destacó la reconversión del puerto de Tampico, proceso en el que se observa un alto grado de madurez debido a que se le está dando el lugar que bien merece al hermano puerto de Altamira, cuya vocación industrial tiene un espacio aparte por los índices de tonelaje que maneja diariamente. Lo mejor que le puede pasar a la terminal portuaria de Tampico es dedicarse a explotar la vocación turística.

De igual manera, Nader Nasrallah sostuvo que está pendiente la red carretera que une nuestra ciudad con la zona huasteca de Veracruz y San Luis Potosí, hecho que es verdad y que, de ser solucionado, detonaría la economía de nuestra región, pues el traslado de productos por carretera al interior del país desde Tampico, nos convertiría en un polo de desarrollo.

Sin contar, en el tenor ya expuesto en el último párrafo, al turismo que se desplaza por tierra y que ha mantenido al sur de Tamaulipas en un sitial privilegiado año con año con cifras sumamente interesantes.

Me queda claro que cada región del país tiene sus propias problemáticas. Cada sector de la población, sus necesidades más apremiantes. Cada estado, una forma particular de hacerse de ingresos por las actividades económicas que profesa y todo eso nos hace una nación difícil de encabezar. No obstante, también considero que las figuras políticas, sin importar la extracción o el nivel de responsabilidad de su mandato, deben verter declaraciones ajustadas a la realidad, aunque esta no nos guste.

Solo así se sabrá que se actúa con fundamento en la razón y que muy pronto los ciudadanos veremos soluciones.

¡En otras palabras, hay que ser claros y directos!

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!

Hace aproximadamente 7 años, un alcalde de nuestra ciudad hizo unas declaraciones a los medios de comunicación con las que intentaba suavizar una situación que, a todas luces, era lamentable en materia de seguridad en nuestra zona. La “buena intención” de este político era, únicamente, calmar a la ciudadanía quien pensó –y me incluyo— que le estaban tratando de brindar una realidad sumamente ajena y distante a la que prevalecía en aquel entonces.

Entre los representantes de los medios que se ocuparon de “darle vuelo” a la declaración y una crisis psicológica en nuestra zona conurbada por los eventos que se repetían sin dar tregua, se logró una desacreditación a la imagen del poder ejecutivo en Tampico. Lamentable situación, sin duda alguna.

“Yo jamás dije que no pasaba nada”, se empeñaba en repetir en los espacios noticiosos de los diferentes medios de comunicación nacional, “Sí pasa y el Gobierno del Estado se está encargando de hacer algo al respecto”, remataba.

Desafortunadamente, las primeras declaraciones ya habían hecho efecto y la merma de la imagen en la colectividad había iniciado y, el deterioro del aparato gubernamental de la localidad, también.

Pongo este ejemplo, a razón de lo acontecido la mañana del lunes en la conferencia del presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, que se llevó a cabo en el estado de Quintana Roo, el cual está siendo golpeado por dos problemas gravísimos: El sargazo y la inseguridad.

Más allá de la realidad de los datos y sobre quién tiene la razón o está diciendo la verdad, el hecho de que una representante de los medios de comunicación haya cuestionado la postura del ejecutivo con frases como “faltar a la verdad”, “otra realidad” y más, hablan de un descontento con la forma en que se está tratando la problemática que vive el ciudadano quintanarroense y eso pudiera ser lo menos apropiado en estos momentos.

Como dirían las abuelitas “Vale más uno colorado, que cien descoloridos”.

Justo después de que esa información circulara en vivo por las redes sociales y los canales oficiales de la Presidencia de la República, una nueva polarización se desató en torno a la figura del tabasqueño, cosa que ya no es noticia, porque el hombre nunca ha vivido entre “claroscuros” o “medias tintas”, pero sí dio pie a más cuestionamientos entre todos los mexicanos.

Cabe hacer mención, que nuestro actual presidente municipal Jesús Nader señaló que es de vital importancia el apoyo del Gobierno Federal para poder dar continuidad a proyectos de suma importancia para la región de las huastecas que, lamentablemente, han quedado pendientes por la reestructuración de los apoyos y partidas presupuestales provenientes de la federación.

Destacó la reconversión del puerto de Tampico, proceso en el que se observa un alto grado de madurez debido a que se le está dando el lugar que bien merece al hermano puerto de Altamira, cuya vocación industrial tiene un espacio aparte por los índices de tonelaje que maneja diariamente. Lo mejor que le puede pasar a la terminal portuaria de Tampico es dedicarse a explotar la vocación turística.

De igual manera, Nader Nasrallah sostuvo que está pendiente la red carretera que une nuestra ciudad con la zona huasteca de Veracruz y San Luis Potosí, hecho que es verdad y que, de ser solucionado, detonaría la economía de nuestra región, pues el traslado de productos por carretera al interior del país desde Tampico, nos convertiría en un polo de desarrollo.

Sin contar, en el tenor ya expuesto en el último párrafo, al turismo que se desplaza por tierra y que ha mantenido al sur de Tamaulipas en un sitial privilegiado año con año con cifras sumamente interesantes.

Me queda claro que cada región del país tiene sus propias problemáticas. Cada sector de la población, sus necesidades más apremiantes. Cada estado, una forma particular de hacerse de ingresos por las actividades económicas que profesa y todo eso nos hace una nación difícil de encabezar. No obstante, también considero que las figuras políticas, sin importar la extracción o el nivel de responsabilidad de su mandato, deben verter declaraciones ajustadas a la realidad, aunque esta no nos guste.

Solo así se sabrá que se actúa con fundamento en la razón y que muy pronto los ciudadanos veremos soluciones.

¡En otras palabras, hay que ser claros y directos!

¡Hasta la próxima!

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!