/ lunes 8 de agosto de 2022

Claroscuro | La gallina y el huevo

LO CLARO. Ya no es un tema del futuro, como apenas poco tiempo atrás se planteaba “el futuro nos va a alcanzar” llegó para quedarse.

El recurso finito más importante y preciado, es el agua. Pronto escucharemos de más legislaciones en su aplicabilidad y sanciones para quienes no valoren en su justa medida esta unidad de vida.

Así, el hacer uso de la ciencia para el observar y tratar el agua en la medida que nos es facilitada por la naturaleza, es importante para la comunidad científica y la población en general.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas certifica a su laboratorio de análisis y tratamiento de aguas.

Esta infraestructura apostada en el norte de la entidad, permite coadyuvar junto con SEMARNAT y la población usuaria, para obtener las mediciones precisas en pozos colectores para medir entre otras cosas, la salinidad de los suelos que riegan la zona agrícola de la geografía.

Contar con las herramientas adecuadas nos permite garantizar la subsistencia y desarrollo de la población.

LO MUY OSCURO. Desde México hasta la Argentina, existen 21 países soberanos que conforman la América Latina.

Entre vicisitudes y confrontaciones por obtener el poder, hoy la llamada corriente de izquierda ha logrado la conformación de diez países que son gobernados por esa forma igualitaria de representación popular, surgida a partir de aquella Revolución Francesa.

Se llamó así a partir de la votación parlamentaria de aquél entonces (1789), que quien estuviera a favor de la decisión del soberano rey, se colocaran a la derecha del presidente del Congreso en funciones. Y quienes votaran en contra de la decisión del monarca, se situasen a la izquierda.

Y henos hoy aquí.

No es un hecho menor la llegada del ex guerrillero Gustavo

Petro bajo su partido “Colombia Humana” a la máxima silla jerárquica en Colombia –tercer país de mayor demografía en el continente.

Las razones que esgrimen todos quienes acceden al poder bajo esta tutela o modelo gubernativo, es derivado del `hartazgo social'.

En donde los viejos sistemas impiden las oportunidades de crecimiento y solo unos pocos se enriquecen, abundando en los esquemas imperantes, una incipiente corrupción que permite esa desigualdad.

Si, coincidimos en lo expuesto.

Así accedieron todos los mandatarios actuales –incluido el nuestro caminando desde la oposición, siendo el referente para buscar condiciones de acceso a una mejor vida a quienes menos tienen.

No todo es malo, pero el camino a obtener la meta de su visión de gobierno, no cobija a todos ni contempla la suma de todos para lograr emerger hacia un futuro de desarrollo.

No es lo mismo una corriente social demócrata, como la que persigue el recién elegido Jonas Gahr Store por siglas izquierdistas, en el país nórdico de Noruega; cuya finalidad –siendo un hombre rico es centrar su política en “gente común y corriente” y con baja desigualdad. Su objetivo, buscar que su país sea un lugar donde la gente sea más feliz.

La odiosa comparación de los abatidos países que recién transitamos el cambio de régimen, es la franca disparidad que obliga a tener como centro o eje gubernativo, la asistencia social como motor de apoyo a franquear esa desigualdad.

Pero no nos angustiemos… la nación más poderosa de este continente tomó las mismas medidas que los diez países de quienes hacemos mención.

Joe Biden hizo promesas que nunca pensó que podrían resultarle fuera de sus pronósticos.

Con 50 años en política, es quizá uno de los hombres más experimentados dentro del sistema demócrata de los EE.UU.

“Nosotros –el pueblo somos el Gobierno, tú y yo” (America is back). En ese lema centró su campaña y su plan de acción de ejercicio de políticas públicas el presidente Biden.

Acciones novedosas en donde empodera a la mujer (vicepresidenta gubernamental y presidenta del Congreso) quien quiso hacer una estrategia distinta al republicano Trump.

“Más gobierno para más gente” fue su táctica por medio de la cual invertía en gasto social una cantidad de recursos impensables que le permitían lograr las miras de la izquierda. Equilibrar el piso para quienes menos tienen.

“Pagan más los ricos” fue otra de sus modernas líneas de gobernanza que quizá en los primeros años les ha resultado a todos quienes las impulsan; con el consecuente incremento inmediato de recursos en las arcas públicas.

Algo que aplauden por lo que significa, los beneficiarios de la asistencia pública.

Y ahí viene el efecto boomerang.

140 mil personas perdieron su empleo en los EE.UU. a diciembre pasado y el subsidio de desempleo amenaza a 11 millones que actualmente lo utilizan, por su probable desaparición.

El tratar de atender a un sector poblacional en base a la administración de los recursos que le significan las mismas aportaciones en impuestos, genera incertidumbre y erosión de la inversión privada.

Es quizá el modelo más incluyente el dignificar la vida en sociedad bajo una visión de igualdad social. Hasta la ley lo señala “todos iguales ante la ley”.

Lamentablemente los que emprenden y arriesgan, no forman parte de esta agenda de desarrollo comunitario. Es decir, la gallina no participa en la cadena reproductiva del huevo. Solo aporta.

Incluso países como China habrían debido amalgamar su ejercicio gubernamental con políticas de inclusión de quienes tienen el capital, para garantizar su crecimiento comunal.

Brasil y Lula, son ejemplo de lo dicho.

COLOFÓN: Biden ya comenzó a modificar su plan de gobierno. No hay de otra. Esperemos en el futuro, compitamos como Noruega a ver quién es más feliz.

La tendencia indica que la felicidad seguirá del lado izquierdo del rey. Pero para que exista el huevo, no hay que dejar fuera a la gallina…

LO CLARO. Ya no es un tema del futuro, como apenas poco tiempo atrás se planteaba “el futuro nos va a alcanzar” llegó para quedarse.

El recurso finito más importante y preciado, es el agua. Pronto escucharemos de más legislaciones en su aplicabilidad y sanciones para quienes no valoren en su justa medida esta unidad de vida.

Así, el hacer uso de la ciencia para el observar y tratar el agua en la medida que nos es facilitada por la naturaleza, es importante para la comunidad científica y la población en general.

La Universidad Autónoma de Tamaulipas certifica a su laboratorio de análisis y tratamiento de aguas.

Esta infraestructura apostada en el norte de la entidad, permite coadyuvar junto con SEMARNAT y la población usuaria, para obtener las mediciones precisas en pozos colectores para medir entre otras cosas, la salinidad de los suelos que riegan la zona agrícola de la geografía.

Contar con las herramientas adecuadas nos permite garantizar la subsistencia y desarrollo de la población.

LO MUY OSCURO. Desde México hasta la Argentina, existen 21 países soberanos que conforman la América Latina.

Entre vicisitudes y confrontaciones por obtener el poder, hoy la llamada corriente de izquierda ha logrado la conformación de diez países que son gobernados por esa forma igualitaria de representación popular, surgida a partir de aquella Revolución Francesa.

Se llamó así a partir de la votación parlamentaria de aquél entonces (1789), que quien estuviera a favor de la decisión del soberano rey, se colocaran a la derecha del presidente del Congreso en funciones. Y quienes votaran en contra de la decisión del monarca, se situasen a la izquierda.

Y henos hoy aquí.

No es un hecho menor la llegada del ex guerrillero Gustavo

Petro bajo su partido “Colombia Humana” a la máxima silla jerárquica en Colombia –tercer país de mayor demografía en el continente.

Las razones que esgrimen todos quienes acceden al poder bajo esta tutela o modelo gubernativo, es derivado del `hartazgo social'.

En donde los viejos sistemas impiden las oportunidades de crecimiento y solo unos pocos se enriquecen, abundando en los esquemas imperantes, una incipiente corrupción que permite esa desigualdad.

Si, coincidimos en lo expuesto.

Así accedieron todos los mandatarios actuales –incluido el nuestro caminando desde la oposición, siendo el referente para buscar condiciones de acceso a una mejor vida a quienes menos tienen.

No todo es malo, pero el camino a obtener la meta de su visión de gobierno, no cobija a todos ni contempla la suma de todos para lograr emerger hacia un futuro de desarrollo.

No es lo mismo una corriente social demócrata, como la que persigue el recién elegido Jonas Gahr Store por siglas izquierdistas, en el país nórdico de Noruega; cuya finalidad –siendo un hombre rico es centrar su política en “gente común y corriente” y con baja desigualdad. Su objetivo, buscar que su país sea un lugar donde la gente sea más feliz.

La odiosa comparación de los abatidos países que recién transitamos el cambio de régimen, es la franca disparidad que obliga a tener como centro o eje gubernativo, la asistencia social como motor de apoyo a franquear esa desigualdad.

Pero no nos angustiemos… la nación más poderosa de este continente tomó las mismas medidas que los diez países de quienes hacemos mención.

Joe Biden hizo promesas que nunca pensó que podrían resultarle fuera de sus pronósticos.

Con 50 años en política, es quizá uno de los hombres más experimentados dentro del sistema demócrata de los EE.UU.

“Nosotros –el pueblo somos el Gobierno, tú y yo” (America is back). En ese lema centró su campaña y su plan de acción de ejercicio de políticas públicas el presidente Biden.

Acciones novedosas en donde empodera a la mujer (vicepresidenta gubernamental y presidenta del Congreso) quien quiso hacer una estrategia distinta al republicano Trump.

“Más gobierno para más gente” fue su táctica por medio de la cual invertía en gasto social una cantidad de recursos impensables que le permitían lograr las miras de la izquierda. Equilibrar el piso para quienes menos tienen.

“Pagan más los ricos” fue otra de sus modernas líneas de gobernanza que quizá en los primeros años les ha resultado a todos quienes las impulsan; con el consecuente incremento inmediato de recursos en las arcas públicas.

Algo que aplauden por lo que significa, los beneficiarios de la asistencia pública.

Y ahí viene el efecto boomerang.

140 mil personas perdieron su empleo en los EE.UU. a diciembre pasado y el subsidio de desempleo amenaza a 11 millones que actualmente lo utilizan, por su probable desaparición.

El tratar de atender a un sector poblacional en base a la administración de los recursos que le significan las mismas aportaciones en impuestos, genera incertidumbre y erosión de la inversión privada.

Es quizá el modelo más incluyente el dignificar la vida en sociedad bajo una visión de igualdad social. Hasta la ley lo señala “todos iguales ante la ley”.

Lamentablemente los que emprenden y arriesgan, no forman parte de esta agenda de desarrollo comunitario. Es decir, la gallina no participa en la cadena reproductiva del huevo. Solo aporta.

Incluso países como China habrían debido amalgamar su ejercicio gubernamental con políticas de inclusión de quienes tienen el capital, para garantizar su crecimiento comunal.

Brasil y Lula, son ejemplo de lo dicho.

COLOFÓN: Biden ya comenzó a modificar su plan de gobierno. No hay de otra. Esperemos en el futuro, compitamos como Noruega a ver quién es más feliz.

La tendencia indica que la felicidad seguirá del lado izquierdo del rey. Pero para que exista el huevo, no hay que dejar fuera a la gallina…