“El que nada debe, nada teme”. Así reza el viejo y conocido refrán que fue repetido en, por lo menos, dos ocasiones por el presidente López en la conferencia mañanera de ayer cuando fue cuestionado por los miembros de la prensa sobre los dichos del exmandatario panista Felipe Calderón Hinojosa, quien negó rotundamente su participación en un “narcoestado” como le señaló, al inicio de esta semana, el hombre originario de Macuspana, Tabasco.
“Yo no he saludado a la mamá del Chapo”, le contestó el michoacano en una emisión nacional y horas antes en sus redes sociales, increpando las declaraciones vertidas por el ejecutivo federal, derivado de la investigación protagonizada por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica que arrojó, como primeros resultados, la detención de quien fuera el mandamás en materia de seguridad nacional durante el periodo encabezado por FCH.
Asimismo, el expresidente acusó al actual ejercicio de la administración pública federal de haber emprendido una persecución mediática en su contra con el objetivo de desprestigiarlo por lo que, a la luz de los medios, se autonombró como “perseguido” y “hostigado” político.
Sin embargo, este sustento no encuentra su sostén en la imaginación del tabasqueño, sino en una pila de documentos y declaraciones que conforman el expediente del implicado exfuncionario Genaro García Luna. Expediente el cual, dicho sea de paso, por orden de la corte del estado de New York ya es de acceso público desde el pasado 7 de julio. Es decir, desde hace un mes. Curiosamente es el mismo lapso que lleva el presidente López haciendo declaraciones en torno al tema de manera más segura y enfática.
Y, a tres días de haber ocupado el rol de víctima, FCH vuelve a ser citado en otro tenor y con un tema tan grave como el anterior. Nos referimos al caso Etileno XXI. El cual fue parte de la denuncia hecha el día de ayer por el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, quien asegura que un buen número de funcionarios se vieron beneficiados por el contrato firmado entre la paraestatal y un aliado de Odebrecht, para que la primera vendiera la producción de etanol a un determinado precio que nunca se pagó. Generando un daño más que considerable a la economía mexicana.
Según el fiscal, Alejandro Gertz, las evidencias que sustentan la denuncia –recibos, dinero y video– así como los nombres de cuatro testigos ya se encuentran en poder de la fiscalía y, en un comunicado digital en video, ha dado a conocer que el otrora funcionario ha mencionado sobornos por arriba de los cien millones de pesos destinados a financiar la candidatura de quien a la postre ocupara la silla presidencial, beneficiando así a “asesores electorales extranjeros”. En este rubro ha señalado también a quien fuera secretario de hacienda del sexenio pasado.
De igual manera, el denunciante dijo que recibió una nueva indicación por los mismos personajes de otorgar una cantidad de cerca de 120 millones de pesos para la compra de votos y obtener la aprobación de las llamadas once reformas estructurales en la administración pasada, de las que se destaca la energética, curiosamente. Con todo esto ya empiezan a aparecer los primeros nombres “importantes” en esta maraña transexenal y todo apunta a que se mencionarán a otros más de igual peso en sendas administraciones.
El fiscal indicó que “Emilio L.” involucra en esa compra de votos a un diputado y cinco senadores cuyos nombres quedaron bajo reserva, pero deja abiertas las suposiciones cuando declara que fue en el periodo legislativo que se comprende entre el 2013 y 2014. Cabe hacer mención, como una nota al calce de que fue por esos años que se reveló una llamada telefónica entre las que pudieran haber sido – y aun ser – dos figuras importantes de la bancada panista hablando de un aparente soborno y que hoy se ha retomado con mayor fuerza. La cantidad más importante que cita el procurador de justicia es por 200 millones de pesos que fueron puestos a disposición de un secretario de finanzas de un partido político.
Con estos dos asuntos –y lo que se sume– la presente administración ha puesto a los rivales y partidos políticos que ocuparon la presidencia en los últimos doce años “contra la lona” ante los ojos de la opinión pública porque, después de varios meses de haber recitado en su tribuna matutina el discurso contra la corrupción, hoy todo está saliendo a la luz.
De igual manera, vale la mención, que Alejandro Gertz Manero guardó las reservas debidas en lo expuesto ante los mexicanos por diversas circunstancias, empero, eso no implica que vayan a desistir en el proceso judicial o que “les tiemble la mano” al momento de declarar culpables.
Por último, sabemos que los implicados en estos asuntos recién develados ya se habrán enterado de la denuncia y en los próximos días escucharemos a AMLO decirles: “El que nada debe, nada teme”
Y hasta aquí, pues como decía cierto periodista, “El tiempo apremia y el espacio se agota”.
¡Hasta la próxima!
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Y recuerde, para mañana ¡Despierte, no se duerma que será un gran día!
