/ viernes 17 de septiembre de 2021

Con café y a media luz | Acercando destinos

Hace algunos días se anunció con “bombo y platillo” la construcción de la nueva autopista “Tam-Bajío”, a través de la cual se pretende conectar a la zona conurbada del sur de Tamaulipas con los estados ubicados en el centro de nuestro país. El banderazo de arranque de esta obra fue dado por el gobernador del estado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acompañado de su homólogo guanajuatense Diego Sinhué Rodríguez Vallejo como testigo de honor.

Según me comentaron, este proyecto tenía algo así como quince años “guardado en un cajón” porque en aquel entonces, cuando se planteó por primera vez, se consideró el interés de particulares de continuar “exhortando” a transportistas y automovilistas a llegar hasta la capital tamaulipeca antes de continuar al centro del país. Por poco, terminan olvidando dicha obra y, al “echarla en el saco roto de la memoria”, se estaría perdiendo una considerable cantidad de beneficios que traería esta arteria interestatal, en materia económica, para los municipios que conforman la zona conurbada. Para Ciudad Madero, por su innegable vocación turística; en el caso de Tampico, por los servicios, y a Altamira por la condición industrial que le caracteriza.

No obstante, a la par del anuncio de este proyecto que pondría a dos horas menos de distancia a lugares como Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Guanajuato, además de la capital potosina, las redes sociales también se ocuparon de darle lugar a una serie de cuestionamientos en torno a este respecto, mismos que valdría la pena cavilar y, en un momento dado, darle respuesta sesuda por parte de las autoridades responsables.

Para poder comprender esas inquietudes, antes, es necesario recordar el trazo de la carretera en cuestión y el comportamiento de algunos automovilistas que, por vacaciones o negocio, acostumbran a trasladarse a las entidades citadas en los renglones anteriores.

Para viajar a San Luis Potosí o Zacatecas, por citar un ejemplo, usted puede tomar la nueva autopista a Ciudad Valles y, posteriormente, incorporarse a aquella que lo lleva a la capital de la minería mexicana, invirtiendo, para tal efecto, una considerable cantidad de horas. Además de las cuestiones de inseguridad que han estado ocurriendo, cada vez con mayor frecuencia, en “la puerta grande de la Huasteca potosina”. En caso contrario, hay conductores que prefieren “subir” hasta Ciudad Victoria y desde allí tomar la carretera que va a los destinos con los que empecé el presente párrafo. Ambas decisiones son sumamente válidas. La cantidad de tiempo y combustibles necesarios en un vehículo de modelo familiar son muy similares entre sí.

Lo que se pretende con esta nueva rúa es que al partir por Altamira se llegue a Ciudad Mante y, ya sea que tome la vía a Ciudad Valles o continúe -por el tramo nuevo- a Ocampo y, posteriormente a Tula. Fue este conjunto de destinos el que detonó la primera inquietud de los usuarios, dividida en varias preguntas: "¿Qué tan moderna y funcional será?, ¿cuántas casetas habrá?, y ¿qué costo tendrá el hacer uso de ellas?" Debemos recordar que esta será de carácter estatal.

Lo anterior, principalmente, porque si usted ha tenido la oportunidad de ir a Ocampo o a Tula, desde Ciudad Mante, estará de acuerdo con un servidor en que las carreteras tienen enormes áreas de oportunidad en cuanto a su infraestructura.

A partir de Tula, usted se podrá incorporar a la famosa recta que va al territorio potosino y de allí desplazarse a Aguascalientes, Jalisco o Zacatecas o tomar la desviación que lo llevará a Guanajuato y Querétaro. Por lo anterior y al referirnos a los estados incidentes particularmente a Jalisco y Guanajuato -sin olvidar a Zacatecas y al propio Tamaulipas- fue que se desató la segunda andanada de preguntas relativas a la cuestión de seguridad. “¿Habrá destacamentos del Ejército mexicano o la Guardia Nacional?”, “¿Los operativos serán permanentes?”, “¿Se instalarán teléfonos de seguridad?” y otras más de similar índole.

Sin duda alguna, los 106 kilómetros de carretera tipo A2, que es el compromiso que está asumiendo el gobierno de Tamaulipas, desde Ciudad Mante hasta Tula, serán de un ahorro sustancial en cuanto a tiempo y combustible y, si se garantiza la tranquilidad de los conductores de los estados beneficiados, se puede hablar de un viaje tranquilo que, prácticamente evitará rodear por la capital tamaulipeca. ¿Y qué pasará con la rehabilitación de la carretera desde Altamira a Mante?, ¿Y con la seguridad en este tramo?

Tendremos que esperar año y medio para atestiguar la conclusión de la obra y el impacto más interesante será en la Semana Santa o las vacaciones de verano de 2023, épocas en las que la playa Miramar de Ciudad Madero se ve abarrotada de paseantes de aquellos lares que buscan la distracción y el descanso que les ofrece el Golfo de México, por lo que deseamos que las únicas cifras arrojadas a causa de una derrama sean de índole económica. ¿No cree usted, gentil amigo lector?

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame y recuerde, será un gran día.

Correo: licajimenezmcc@hotmail.com

Hace algunos días se anunció con “bombo y platillo” la construcción de la nueva autopista “Tam-Bajío”, a través de la cual se pretende conectar a la zona conurbada del sur de Tamaulipas con los estados ubicados en el centro de nuestro país. El banderazo de arranque de esta obra fue dado por el gobernador del estado Francisco Javier García Cabeza de Vaca, acompañado de su homólogo guanajuatense Diego Sinhué Rodríguez Vallejo como testigo de honor.

Según me comentaron, este proyecto tenía algo así como quince años “guardado en un cajón” porque en aquel entonces, cuando se planteó por primera vez, se consideró el interés de particulares de continuar “exhortando” a transportistas y automovilistas a llegar hasta la capital tamaulipeca antes de continuar al centro del país. Por poco, terminan olvidando dicha obra y, al “echarla en el saco roto de la memoria”, se estaría perdiendo una considerable cantidad de beneficios que traería esta arteria interestatal, en materia económica, para los municipios que conforman la zona conurbada. Para Ciudad Madero, por su innegable vocación turística; en el caso de Tampico, por los servicios, y a Altamira por la condición industrial que le caracteriza.

No obstante, a la par del anuncio de este proyecto que pondría a dos horas menos de distancia a lugares como Aguascalientes, Jalisco, Querétaro y Guanajuato, además de la capital potosina, las redes sociales también se ocuparon de darle lugar a una serie de cuestionamientos en torno a este respecto, mismos que valdría la pena cavilar y, en un momento dado, darle respuesta sesuda por parte de las autoridades responsables.

Para poder comprender esas inquietudes, antes, es necesario recordar el trazo de la carretera en cuestión y el comportamiento de algunos automovilistas que, por vacaciones o negocio, acostumbran a trasladarse a las entidades citadas en los renglones anteriores.

Para viajar a San Luis Potosí o Zacatecas, por citar un ejemplo, usted puede tomar la nueva autopista a Ciudad Valles y, posteriormente, incorporarse a aquella que lo lleva a la capital de la minería mexicana, invirtiendo, para tal efecto, una considerable cantidad de horas. Además de las cuestiones de inseguridad que han estado ocurriendo, cada vez con mayor frecuencia, en “la puerta grande de la Huasteca potosina”. En caso contrario, hay conductores que prefieren “subir” hasta Ciudad Victoria y desde allí tomar la carretera que va a los destinos con los que empecé el presente párrafo. Ambas decisiones son sumamente válidas. La cantidad de tiempo y combustibles necesarios en un vehículo de modelo familiar son muy similares entre sí.

Lo que se pretende con esta nueva rúa es que al partir por Altamira se llegue a Ciudad Mante y, ya sea que tome la vía a Ciudad Valles o continúe -por el tramo nuevo- a Ocampo y, posteriormente a Tula. Fue este conjunto de destinos el que detonó la primera inquietud de los usuarios, dividida en varias preguntas: "¿Qué tan moderna y funcional será?, ¿cuántas casetas habrá?, y ¿qué costo tendrá el hacer uso de ellas?" Debemos recordar que esta será de carácter estatal.

Lo anterior, principalmente, porque si usted ha tenido la oportunidad de ir a Ocampo o a Tula, desde Ciudad Mante, estará de acuerdo con un servidor en que las carreteras tienen enormes áreas de oportunidad en cuanto a su infraestructura.

A partir de Tula, usted se podrá incorporar a la famosa recta que va al territorio potosino y de allí desplazarse a Aguascalientes, Jalisco o Zacatecas o tomar la desviación que lo llevará a Guanajuato y Querétaro. Por lo anterior y al referirnos a los estados incidentes particularmente a Jalisco y Guanajuato -sin olvidar a Zacatecas y al propio Tamaulipas- fue que se desató la segunda andanada de preguntas relativas a la cuestión de seguridad. “¿Habrá destacamentos del Ejército mexicano o la Guardia Nacional?”, “¿Los operativos serán permanentes?”, “¿Se instalarán teléfonos de seguridad?” y otras más de similar índole.

Sin duda alguna, los 106 kilómetros de carretera tipo A2, que es el compromiso que está asumiendo el gobierno de Tamaulipas, desde Ciudad Mante hasta Tula, serán de un ahorro sustancial en cuanto a tiempo y combustible y, si se garantiza la tranquilidad de los conductores de los estados beneficiados, se puede hablar de un viaje tranquilo que, prácticamente evitará rodear por la capital tamaulipeca. ¿Y qué pasará con la rehabilitación de la carretera desde Altamira a Mante?, ¿Y con la seguridad en este tramo?

Tendremos que esperar año y medio para atestiguar la conclusión de la obra y el impacto más interesante será en la Semana Santa o las vacaciones de verano de 2023, épocas en las que la playa Miramar de Ciudad Madero se ve abarrotada de paseantes de aquellos lares que buscan la distracción y el descanso que les ofrece el Golfo de México, por lo que deseamos que las únicas cifras arrojadas a causa de una derrama sean de índole económica. ¿No cree usted, gentil amigo lector?

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame y recuerde, será un gran día.

Correo: licajimenezmcc@hotmail.com