/ miércoles 30 de septiembre de 2020

Con café y a media luz | Altos vuelos de una Gaviota

Como “reguero de pólvora” ha corrido el rumor entre los representantes de los medios nacionales de comunicación, un nuevo detalle del cómo se hacía gobierno en la administración pasada encabezada por Enrique Peña Nieto. Situación que avizora, para algunos, un nuevo escándalo político; en tanto que para otros es “una raya más pintada al tigre”. Como usted guste verlo, gentil amigo lector.

En esta ocasión, según lo que apunta esta naciente investigación, se trata de la metodología aplicada para que una empresa determinada resultara ganadora de las licitaciones públicas para organizar, coordinar y administrar los eventos sociales de la presidencia del país y, posteriormente, ya no fuera necesario el concurso, pues todos los contratos les fueron asignados de manera directa ante la discreción de los funcionarios anteriores.

A primera vista, la explicación que detallan los medios nacionales, pareciera ser sacada de una trama novelera de media tarde como en las que se desempeñó como actriz la otrora primera dama de México. Para muchos “apocalípticos” de la 4T pudiera suponer una trama de espionaje hecha a modo para continuar golpeando la imagen del exmandatario mexiquense, la cual, por cierto, está sumamente dañada por las declaraciones de Emilio Lozoya.

Según las pesquisas que ha iniciado la prensa y han empezado a mover los ánimos al interior de la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se trata de una firma empresarial propiedad de un personaje cercano al expresidente de México Carlos Salinas de Gortari y, curiosamente, también a un familiar de quien fuera la titular nacional del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, Angélica Rivera.

De lo poco que ha salido a la “luz pública” se han apuntado detalles como las funciones primordiales de esta empresa de carácter “social” y de “promoción de la buena imagen”. Entre esas acciones se destacan la organización, operación y logística general de las ceremonias del Grito de Independencia, así como el resto de los eventos “importantes” propios de cada una de las secretarías en funciones durante la administración “peñista”.

Esta empresa era, además, la encargada de organizar las reuniones y cenas “a posteriori” a los eventos políticos como los informes presidenciales, las recepciones de mandatarios, visitas de estado y otros “significativos” detalles más.

Curiosamente, según los expertos, el consorcio existe y está legalmente constituido, por lo tanto, no puede considerarse como “empresa fantasma”, sin embargo, también reconocieron que aquí figuran otro tipo de cuestiones como “el padrinaje”, los prestanombres y el conflicto de interés pues, todo indica, que como figura preponderante de operación y encargada de la “distribución” del recurso asignado, está un familiar directo de quien fuera esposa de EPN.

Por si eso no bastara, el negocio en cuestión pasó de participar legalmente en licitaciones de carácter público y ganar unas pocas como marcan los cánones en los dos sexenios panistas por una cantidad de 20 millones de pesos; durante la administración pasada “gozó” de la adjudicación directa de más de 80 contratos que le redituaron en alrededor de los 500 millones de pesos.

Lo anterior mostrado por el portal de transparencia del Gobierno Federal. Dato que originó la investigación que hoy da muestra de lo que pareciera ser un nuevo evento de corrupción en el último mandato de extracción tricolor y bien pudiera ser considerado como “una palada más de tierra” para lo que muchos, sostienen, será la tumba política del PRI.

En caso de que sea cierto lo escrito hasta este momento, sumado a la investigación por los delitos de corrupción del caso Odebrecht, la compra de voluntades del llamado “Pacto por México”, los topes rebasados con dinero indebido que fue pagado a asesores extranjeros y otras tantas cuestiones que han salido, terminaría por confirmar lo que se ha venido presumiendo hasta este momento: Que el sexenio de EPN está caracterizado, desde la campaña hasta el fin del mandato, por ser el más corrupto de la historia contemporánea de nuestra nación.

Y aunque eso ya no nos sorprende a muchos, lo cierto es que este nuevo hecho da un giro completo a los señalamientos pues, de ser exclusivos del anterior representante del Poder Ejecutivo, ahora también apuntan a quien fuera su imagen durante la gubernatura, esposa durante el mandato y presidenta del DIF en su administración.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.

Como “reguero de pólvora” ha corrido el rumor entre los representantes de los medios nacionales de comunicación, un nuevo detalle del cómo se hacía gobierno en la administración pasada encabezada por Enrique Peña Nieto. Situación que avizora, para algunos, un nuevo escándalo político; en tanto que para otros es “una raya más pintada al tigre”. Como usted guste verlo, gentil amigo lector.

En esta ocasión, según lo que apunta esta naciente investigación, se trata de la metodología aplicada para que una empresa determinada resultara ganadora de las licitaciones públicas para organizar, coordinar y administrar los eventos sociales de la presidencia del país y, posteriormente, ya no fuera necesario el concurso, pues todos los contratos les fueron asignados de manera directa ante la discreción de los funcionarios anteriores.

A primera vista, la explicación que detallan los medios nacionales, pareciera ser sacada de una trama novelera de media tarde como en las que se desempeñó como actriz la otrora primera dama de México. Para muchos “apocalípticos” de la 4T pudiera suponer una trama de espionaje hecha a modo para continuar golpeando la imagen del exmandatario mexiquense, la cual, por cierto, está sumamente dañada por las declaraciones de Emilio Lozoya.

Según las pesquisas que ha iniciado la prensa y han empezado a mover los ánimos al interior de la UIF de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se trata de una firma empresarial propiedad de un personaje cercano al expresidente de México Carlos Salinas de Gortari y, curiosamente, también a un familiar de quien fuera la titular nacional del sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, Angélica Rivera.

De lo poco que ha salido a la “luz pública” se han apuntado detalles como las funciones primordiales de esta empresa de carácter “social” y de “promoción de la buena imagen”. Entre esas acciones se destacan la organización, operación y logística general de las ceremonias del Grito de Independencia, así como el resto de los eventos “importantes” propios de cada una de las secretarías en funciones durante la administración “peñista”.

Esta empresa era, además, la encargada de organizar las reuniones y cenas “a posteriori” a los eventos políticos como los informes presidenciales, las recepciones de mandatarios, visitas de estado y otros “significativos” detalles más.

Curiosamente, según los expertos, el consorcio existe y está legalmente constituido, por lo tanto, no puede considerarse como “empresa fantasma”, sin embargo, también reconocieron que aquí figuran otro tipo de cuestiones como “el padrinaje”, los prestanombres y el conflicto de interés pues, todo indica, que como figura preponderante de operación y encargada de la “distribución” del recurso asignado, está un familiar directo de quien fuera esposa de EPN.

Por si eso no bastara, el negocio en cuestión pasó de participar legalmente en licitaciones de carácter público y ganar unas pocas como marcan los cánones en los dos sexenios panistas por una cantidad de 20 millones de pesos; durante la administración pasada “gozó” de la adjudicación directa de más de 80 contratos que le redituaron en alrededor de los 500 millones de pesos.

Lo anterior mostrado por el portal de transparencia del Gobierno Federal. Dato que originó la investigación que hoy da muestra de lo que pareciera ser un nuevo evento de corrupción en el último mandato de extracción tricolor y bien pudiera ser considerado como “una palada más de tierra” para lo que muchos, sostienen, será la tumba política del PRI.

En caso de que sea cierto lo escrito hasta este momento, sumado a la investigación por los delitos de corrupción del caso Odebrecht, la compra de voluntades del llamado “Pacto por México”, los topes rebasados con dinero indebido que fue pagado a asesores extranjeros y otras tantas cuestiones que han salido, terminaría por confirmar lo que se ha venido presumiendo hasta este momento: Que el sexenio de EPN está caracterizado, desde la campaña hasta el fin del mandato, por ser el más corrupto de la historia contemporánea de nuestra nación.

Y aunque eso ya no nos sorprende a muchos, lo cierto es que este nuevo hecho da un giro completo a los señalamientos pues, de ser exclusivos del anterior representante del Poder Ejecutivo, ahora también apuntan a quien fuera su imagen durante la gubernatura, esposa durante el mandato y presidenta del DIF en su administración.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a:

licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.