/ lunes 1 de marzo de 2021

Con café y a media luz | El año del cortafuegos

Está empezando el tercer mes del 2021 y las luces rojas al interior de Palacio Nacional y, particularmente, en la ejecución del poder público federal, se han mostrado intermitentes, empero constantes, a lo largo de los dos primeros meses de este aún incipiente año. Lo anterior ha derivado una serie de estrategias “apaga incendios” que, además de plantear soluciones, algunas atinadas y otras no tanto, procuran cuidar la imagen presidencial.

Y ..es que los cuestionamientos han sido constantes en torno a la figura del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, desde el cierre del 2020 con el caso de su prima Felipa y los contratos multimillonarios que le había adjudicado Pemex. Algunos de esos beneficios habían sido por licitación y otros por adjudicación directa, esto último fue lo más condenable, por lo que, al salir a la “luz pública”, el tabasqueño tuvo que buscar la revocación de dichos acuerdos comerciales.

En los primeros sesenta días de este ciclo, los medios –olvídese si son “fifís”, “tecnócratas”, “conservadores orgánicos”, “alineados”, “comprados”, “rentados” o adheridos a la causa revolucionaria del hombre originario de Macuspana– han dado cuenta de, por lo menos, cinco pequeños grandes detalles que están siendo “apagados”, como se pueda, por los miembros del equipo del ejecutivo federal.

El primero de ellos fue la tardanza de la llegada de las vacunas y la polémica en torno a las compras, donaciones y supuestas fases experimentales de las mismas. Al “quite”, como se dice en la colonia, tuvo que entrar el canciller Marcelo Ebrard y, en más de una ocasión, asegurar que “ya venían” las dosis en camino. Afortunadamente pareciera que ya se regularizaron los embarques y los tiempos de distribución y aplicación de los reactivos biológicos.

Este renglón tuvo sus propios subtemas. La indebida aplicación de las vacunas a los “servidores de la nación” que no eran médicos; la toma de la fotografía a las credenciales del INE de los adultos mayores al momento de la inmunización; el tiempo de espera en las filas y los familiares de los médicos, artistas y empresarios que fueron vacunados por abuso de sus influencias.

Después, vino la inauguración de la base “Santa Lucía”, que muchos condenaron porque se entendió que se mostraría un avance considerable de lo que será el aeropuerto “Felipe Ángeles”, a esta confusión abonó el hecho de los aterrizajes de aviones comerciales como parte de la ceremonia, con el fin de demostrar la utilidad de la moderna vía. Nuevamente, algunos medios sancionaron esta “desinformación” y se tuvo que explicar en una de las conferencias matutinas que “el listón cortado solamente correspondía a la pista de la base militar”. El fuego se apagó, empero, como si se tratara de una composición romántica, “quedaron las pavesas”.

El tercer asunto fue el pleito con los organismos autónomos. A diferencia del año pasado, que el conflicto estaba protagonizado por el Inai y por el INE, ahora tocó el turno a la Auditoría Superior de la Federación y a su titular David Colmenares, quien tuvo que salir ante las cámaras y los micrófonos a decir que “se habían equivocado en la metodología aplicada”. Debo confesarle, gentil amigo lector, que en este asunto me reservo la opinión, pues un órgano como la ASF es difícil que caiga en el error, más no imposible. El tiempo dirá.

A mitad de febrero, la Fiscalía General de la República dio a conocer que buscaría el desafuero del mandatario tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, proceso que ha continuado su marcha en la Cámara de Diputados, donde todo parece indicar que será desaforado el mandatario local. Esta acción constituye el primer paso de un largo conflicto entre las partes. El de Reynosa no ha tenido empacho en lanzar declaraciones contra el Ejecutivo federal y ha indicado que el “no doblegarse” ante los caprichos del tabasqueño ha sido su único delito. Esto ha ocasionado que las luces vuelvan a dirigirse al presidente López quien, hasta el momento, se ha desmarcado de tal situación.

Y, por último, la constante que por fin “se apagó” en el pasado fin de semana fue la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura del estado de Guerrero por Morena.

En repetidas ocasiones, el presidente López fue cuestionado por la prensa, porque un candidato de “su partido” –literal y figuradamente hablando– era acusado formalmente del delito de agresión sexual por varias mujeres. Aunque al principio, el jefe de Estado quiso desmarcarse, la insistencia de los reporteros le llevó a declarar y “defender” al candidato porque había sido electo por “consulta popular”.

La respuesta no se hizo esperar. Movimientos feministas se manifestaron, primero, en varios municipios; después, en casi todo el estado y, por último, esta cuestión de carácter local, social y jurídica estaba brincando al entorno nacional de las rivalidades políticas del que los partidos adversarios ya estaban sacando “raja”, como se dice en el argot.

El grave error fue que el pasado viernes y ante una pregunta de una reportera sobre las movilizaciones de mujeres, el mandatario las calificara como “feminismo simulado”. Esto último al tratar de dar a entender que había “agitación” por parte de grupos adversos al proyecto de nación que él está encabezando. El resultado ocasionado es que, en por lo menos dos ocasiones, simpatizantes y reaccionarios llegaran “a las manos” en aquella entidad federativa.

La solución a este problema es la que usted y yo conocemos. Morena le retiró la candidatura a Salgado Macedonio y ahora, el “cortafuegos” encomendado debe pregonar que esta determinación “es muestra de la cultura demócrata que impera al interior del Movimiento de Regeneración Nacional”.

Para iniciar marzo, el ejecutivo federal ha declarado que le planteará al presidente Joe Biden la posibilidad de volver a lanzar el programa “Bracero” para que los migrantes mexicanos puedan laborar legalmente en aquella nación, aunque no dudo que para antes de que concluya la semana que estamos iniciando empiecen los cuestionamientos a este respecto, cuando los reporteros traigan al presente aquella promesa de que “con su gobierno no habrá necesidad de que los mexicanos se vayan a trabajar a la Unión Americana”.

En pocas palabras, aún hay “mucha tela de dónde cortar” y mucho trabajo para aquel que labore de “cortafuegos” en el gobierno actual.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista, “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.

Está empezando el tercer mes del 2021 y las luces rojas al interior de Palacio Nacional y, particularmente, en la ejecución del poder público federal, se han mostrado intermitentes, empero constantes, a lo largo de los dos primeros meses de este aún incipiente año. Lo anterior ha derivado una serie de estrategias “apaga incendios” que, además de plantear soluciones, algunas atinadas y otras no tanto, procuran cuidar la imagen presidencial.

Y ..es que los cuestionamientos han sido constantes en torno a la figura del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, desde el cierre del 2020 con el caso de su prima Felipa y los contratos multimillonarios que le había adjudicado Pemex. Algunos de esos beneficios habían sido por licitación y otros por adjudicación directa, esto último fue lo más condenable, por lo que, al salir a la “luz pública”, el tabasqueño tuvo que buscar la revocación de dichos acuerdos comerciales.

En los primeros sesenta días de este ciclo, los medios –olvídese si son “fifís”, “tecnócratas”, “conservadores orgánicos”, “alineados”, “comprados”, “rentados” o adheridos a la causa revolucionaria del hombre originario de Macuspana– han dado cuenta de, por lo menos, cinco pequeños grandes detalles que están siendo “apagados”, como se pueda, por los miembros del equipo del ejecutivo federal.

El primero de ellos fue la tardanza de la llegada de las vacunas y la polémica en torno a las compras, donaciones y supuestas fases experimentales de las mismas. Al “quite”, como se dice en la colonia, tuvo que entrar el canciller Marcelo Ebrard y, en más de una ocasión, asegurar que “ya venían” las dosis en camino. Afortunadamente pareciera que ya se regularizaron los embarques y los tiempos de distribución y aplicación de los reactivos biológicos.

Este renglón tuvo sus propios subtemas. La indebida aplicación de las vacunas a los “servidores de la nación” que no eran médicos; la toma de la fotografía a las credenciales del INE de los adultos mayores al momento de la inmunización; el tiempo de espera en las filas y los familiares de los médicos, artistas y empresarios que fueron vacunados por abuso de sus influencias.

Después, vino la inauguración de la base “Santa Lucía”, que muchos condenaron porque se entendió que se mostraría un avance considerable de lo que será el aeropuerto “Felipe Ángeles”, a esta confusión abonó el hecho de los aterrizajes de aviones comerciales como parte de la ceremonia, con el fin de demostrar la utilidad de la moderna vía. Nuevamente, algunos medios sancionaron esta “desinformación” y se tuvo que explicar en una de las conferencias matutinas que “el listón cortado solamente correspondía a la pista de la base militar”. El fuego se apagó, empero, como si se tratara de una composición romántica, “quedaron las pavesas”.

El tercer asunto fue el pleito con los organismos autónomos. A diferencia del año pasado, que el conflicto estaba protagonizado por el Inai y por el INE, ahora tocó el turno a la Auditoría Superior de la Federación y a su titular David Colmenares, quien tuvo que salir ante las cámaras y los micrófonos a decir que “se habían equivocado en la metodología aplicada”. Debo confesarle, gentil amigo lector, que en este asunto me reservo la opinión, pues un órgano como la ASF es difícil que caiga en el error, más no imposible. El tiempo dirá.

A mitad de febrero, la Fiscalía General de la República dio a conocer que buscaría el desafuero del mandatario tamaulipeco Francisco Javier García Cabeza de Vaca, proceso que ha continuado su marcha en la Cámara de Diputados, donde todo parece indicar que será desaforado el mandatario local. Esta acción constituye el primer paso de un largo conflicto entre las partes. El de Reynosa no ha tenido empacho en lanzar declaraciones contra el Ejecutivo federal y ha indicado que el “no doblegarse” ante los caprichos del tabasqueño ha sido su único delito. Esto ha ocasionado que las luces vuelvan a dirigirse al presidente López quien, hasta el momento, se ha desmarcado de tal situación.

Y, por último, la constante que por fin “se apagó” en el pasado fin de semana fue la candidatura de Félix Salgado Macedonio a la gubernatura del estado de Guerrero por Morena.

En repetidas ocasiones, el presidente López fue cuestionado por la prensa, porque un candidato de “su partido” –literal y figuradamente hablando– era acusado formalmente del delito de agresión sexual por varias mujeres. Aunque al principio, el jefe de Estado quiso desmarcarse, la insistencia de los reporteros le llevó a declarar y “defender” al candidato porque había sido electo por “consulta popular”.

La respuesta no se hizo esperar. Movimientos feministas se manifestaron, primero, en varios municipios; después, en casi todo el estado y, por último, esta cuestión de carácter local, social y jurídica estaba brincando al entorno nacional de las rivalidades políticas del que los partidos adversarios ya estaban sacando “raja”, como se dice en el argot.

El grave error fue que el pasado viernes y ante una pregunta de una reportera sobre las movilizaciones de mujeres, el mandatario las calificara como “feminismo simulado”. Esto último al tratar de dar a entender que había “agitación” por parte de grupos adversos al proyecto de nación que él está encabezando. El resultado ocasionado es que, en por lo menos dos ocasiones, simpatizantes y reaccionarios llegaran “a las manos” en aquella entidad federativa.

La solución a este problema es la que usted y yo conocemos. Morena le retiró la candidatura a Salgado Macedonio y ahora, el “cortafuegos” encomendado debe pregonar que esta determinación “es muestra de la cultura demócrata que impera al interior del Movimiento de Regeneración Nacional”.

Para iniciar marzo, el ejecutivo federal ha declarado que le planteará al presidente Joe Biden la posibilidad de volver a lanzar el programa “Bracero” para que los migrantes mexicanos puedan laborar legalmente en aquella nación, aunque no dudo que para antes de que concluya la semana que estamos iniciando empiecen los cuestionamientos a este respecto, cuando los reporteros traigan al presente aquella promesa de que “con su gobierno no habrá necesidad de que los mexicanos se vayan a trabajar a la Unión Americana”.

En pocas palabras, aún hay “mucha tela de dónde cortar” y mucho trabajo para aquel que labore de “cortafuegos” en el gobierno actual.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista, “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.