/ lunes 28 de septiembre de 2020

Con café y a media luz | Intentando regresar

El que el estado de Campeche llegará en días pasados al semáforo verde deberá ser un indicativo importante para la sociedad mexicana de cara a la adaptación a la nueva normalidad, como la han llamado las autoridades federales. Será, sin duda, esta entidad federativa la “prueba piloto” para medir el impacto del Covid-19 en una población que está en proceso de desconfinamiento e integración a sus actividades cotidianas.

Las variables que inciden en el fenómeno serán la piedra angular que deberán sopesar las figuras correspondientes para evitar, como ha ocurrido en otros países, rebrotes agresivos de este padecimiento que los ha llevado a extender la cuarentena en la que estaba sumida, por necesidad, la población.

Si bien es cierto que los negocios y movimientos que sustentan a la economía nacional ya no pueden soportar la desaceleración y ha sido un “fiel” definitorio en las últimas tomas de decisiones, también es verdad que del otro lado de la “balanza”, está la salud de la población, la cual, en todo el territorio nacional continúa en riesgo, quizá en menor medida, pero en riesgo al fin, por la presencia del virus SARS-CoV-2.

Y es en esta polémica creada en torno a superponer el ingreso sobre la sanidad o viceversa por la que los desacuerdos -además de la visión política innegable– entre el estado y la Federación han continuado acrecentándose. Como dirían en mi querido barrio “Lomas de Infonavit”: “A río revuelto ganancia de pescadores”.

Por principio de cuentas varias franquicias asentadas en nuestra localidad consideradas importantes han anunciado que a partir del mes de octubre reabrirán sus puertas al público en general y, para evitar una nueva propagación, impondrán un estricto protocolo de acceso que les permitirá saber si el asistente al recinto está enfermo. De resultar la última afirmación “positiva”, no podrá ingresar al lugar.

Los centros y plazas comerciales que albergan negocios considerados “no indispensables” han apostado por algo similar. Además de lo anterior, se impondrán otras medidas como la reducción de la capacidad de atención y acceso al 50%, los ingresos escalonados y las atenciones por medio de citas para evitar el congestionamiento de la población en un mismo lugar.

Esa promoción a la movilidad y el resultante de ella serán los parámetros para medir el “pase” de Tamaulipas a un nuevo color, si no se “dispara” el número de enfermos no dudemos que para finales del décimo mes del año estemos viendo a nuestra entidad de un tinte distinto al observado hasta este momento en los informes vespertinos que ofrece diariamente la Secretaría de Salud.

En las juntas virtuales que han tenido algunos maestros con sus respectivos directivos de escuela, ya se ha tocado el tema de cómo se regresará a las clases presenciales. Información que ha circulado fuertemente en el último fin de semana después de las declaraciones que hiciera el secretario de educación, Esteban Moctezuma.

Desde preescolar hasta niveles superiores, se ha difundido el conjunto de medidas a implementar. En primarias se dividirán en días, los grupos para tomar las clases. Así una mitad asistirá lunes y miércoles y la otra, en martes y jueves. Los menores que hayan mostrado deficiencia en el aprendizaje de los contenidos acudirán a reforzamiento los viernes.

En el área de formación media superior y superior, las escuelas apuestan a dividir los horarios de clases para que no se tenga al grupo completo durante dos horas confinando en un salón. Además de que el reforzamiento continuará por los medios digitales que, hasta el momento, se han implementado.

A parte de lo indicado en el párrafo anterior, se instalarán filtros sanitarios en los accesos al plantel y en las puertas de cada aula. Los alumnos serán instruidos para limpiar sus bancos y pupitres al inicio y finalización de cada materia o turno y se les exhortará a lavarse las manos con agua y jabón abundante a lo largo del día.

Al comentar estas medidas con un buen amigo médico, el facultativo me habló de ciertos detalles que pudieran cambiar radicalmente el contexto de las cosas y, me aseguró, que se corre el riesgo de comprometer la salud de la población de esta parte del país.

“Para iniciar”, me dijo, “se debe contemplar que Tamaulipas está por transitar en los meses por los que más se observa comprometido el sistema inmunológico de la población. Desde niños hasta adultos de la tercera edad.” El caballero que me ha hecho el alto honor de su amistad continuó su comentario después de darle un sorbo a su taza de café, “...desde septiembre hasta febrero en esta parte del país, particularmente en Tampico, Ciudad Madero y Altamira, sabemos que marcharemos del ciclo de lluvias a los descensos de temperatura. Pasando por los fuertes nortes que aquí se sienten”.

Guardé silencio para escuchar y mi interlocutor aprovechó la pausa para continuar. “Las lluvias de principios de otoño trae consigo la proliferación del mosquito y este, a su vez, transmite el dengue y ahora, también, vemos casos de Zika y Chikunguña; cuando empiecen los aguaceros y los vientos fuertes observaremos a los consultorios de los neumólogos de la región, abarrotados con madres preocupadas por los niños que, año con año, dan muestras de alergias a la humedad. Los casos de bronquitis y asma serán causal de preocupación y, tal vez, hasta de alarma.”

“Cuando llegue el frío”, dijo el doctor a manera de conclusión, “los cambios bruscos de temperatura, además del virus de la influenza, serán factores de los que debemos estar al pendiente pues, al igual que cada año, el resfriado común y la tos, serán cosa de todos los días”.

Y a manera de remate me insistió: “No te estoy diciendo que todos estos factores sean condicionantes para que exista un rebrote de Covid-19, estoy asegurando que son elementos que comprometerán el sistema inmunológico de los habitantes de esta región y los hará más proclives a padecer males de tipo viral como el que tanto problema ha causado... Será el comportamiento y responsabilidad de la sociedad en general los puntos que dictaminen si nos mantenemos en el color verde una vez que lleguemos a él o nos regresamos a otra tonalidad que nos mantenga en casa nuevamente.”

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.




Te recomendamos el podcast ⬇️

Apple Podcasts

Google Podcasts

Spotify

Acast

Deezer

El que el estado de Campeche llegará en días pasados al semáforo verde deberá ser un indicativo importante para la sociedad mexicana de cara a la adaptación a la nueva normalidad, como la han llamado las autoridades federales. Será, sin duda, esta entidad federativa la “prueba piloto” para medir el impacto del Covid-19 en una población que está en proceso de desconfinamiento e integración a sus actividades cotidianas.

Las variables que inciden en el fenómeno serán la piedra angular que deberán sopesar las figuras correspondientes para evitar, como ha ocurrido en otros países, rebrotes agresivos de este padecimiento que los ha llevado a extender la cuarentena en la que estaba sumida, por necesidad, la población.

Si bien es cierto que los negocios y movimientos que sustentan a la economía nacional ya no pueden soportar la desaceleración y ha sido un “fiel” definitorio en las últimas tomas de decisiones, también es verdad que del otro lado de la “balanza”, está la salud de la población, la cual, en todo el territorio nacional continúa en riesgo, quizá en menor medida, pero en riesgo al fin, por la presencia del virus SARS-CoV-2.

Y es en esta polémica creada en torno a superponer el ingreso sobre la sanidad o viceversa por la que los desacuerdos -además de la visión política innegable– entre el estado y la Federación han continuado acrecentándose. Como dirían en mi querido barrio “Lomas de Infonavit”: “A río revuelto ganancia de pescadores”.

Por principio de cuentas varias franquicias asentadas en nuestra localidad consideradas importantes han anunciado que a partir del mes de octubre reabrirán sus puertas al público en general y, para evitar una nueva propagación, impondrán un estricto protocolo de acceso que les permitirá saber si el asistente al recinto está enfermo. De resultar la última afirmación “positiva”, no podrá ingresar al lugar.

Los centros y plazas comerciales que albergan negocios considerados “no indispensables” han apostado por algo similar. Además de lo anterior, se impondrán otras medidas como la reducción de la capacidad de atención y acceso al 50%, los ingresos escalonados y las atenciones por medio de citas para evitar el congestionamiento de la población en un mismo lugar.

Esa promoción a la movilidad y el resultante de ella serán los parámetros para medir el “pase” de Tamaulipas a un nuevo color, si no se “dispara” el número de enfermos no dudemos que para finales del décimo mes del año estemos viendo a nuestra entidad de un tinte distinto al observado hasta este momento en los informes vespertinos que ofrece diariamente la Secretaría de Salud.

En las juntas virtuales que han tenido algunos maestros con sus respectivos directivos de escuela, ya se ha tocado el tema de cómo se regresará a las clases presenciales. Información que ha circulado fuertemente en el último fin de semana después de las declaraciones que hiciera el secretario de educación, Esteban Moctezuma.

Desde preescolar hasta niveles superiores, se ha difundido el conjunto de medidas a implementar. En primarias se dividirán en días, los grupos para tomar las clases. Así una mitad asistirá lunes y miércoles y la otra, en martes y jueves. Los menores que hayan mostrado deficiencia en el aprendizaje de los contenidos acudirán a reforzamiento los viernes.

En el área de formación media superior y superior, las escuelas apuestan a dividir los horarios de clases para que no se tenga al grupo completo durante dos horas confinando en un salón. Además de que el reforzamiento continuará por los medios digitales que, hasta el momento, se han implementado.

A parte de lo indicado en el párrafo anterior, se instalarán filtros sanitarios en los accesos al plantel y en las puertas de cada aula. Los alumnos serán instruidos para limpiar sus bancos y pupitres al inicio y finalización de cada materia o turno y se les exhortará a lavarse las manos con agua y jabón abundante a lo largo del día.

Al comentar estas medidas con un buen amigo médico, el facultativo me habló de ciertos detalles que pudieran cambiar radicalmente el contexto de las cosas y, me aseguró, que se corre el riesgo de comprometer la salud de la población de esta parte del país.

“Para iniciar”, me dijo, “se debe contemplar que Tamaulipas está por transitar en los meses por los que más se observa comprometido el sistema inmunológico de la población. Desde niños hasta adultos de la tercera edad.” El caballero que me ha hecho el alto honor de su amistad continuó su comentario después de darle un sorbo a su taza de café, “...desde septiembre hasta febrero en esta parte del país, particularmente en Tampico, Ciudad Madero y Altamira, sabemos que marcharemos del ciclo de lluvias a los descensos de temperatura. Pasando por los fuertes nortes que aquí se sienten”.

Guardé silencio para escuchar y mi interlocutor aprovechó la pausa para continuar. “Las lluvias de principios de otoño trae consigo la proliferación del mosquito y este, a su vez, transmite el dengue y ahora, también, vemos casos de Zika y Chikunguña; cuando empiecen los aguaceros y los vientos fuertes observaremos a los consultorios de los neumólogos de la región, abarrotados con madres preocupadas por los niños que, año con año, dan muestras de alergias a la humedad. Los casos de bronquitis y asma serán causal de preocupación y, tal vez, hasta de alarma.”

“Cuando llegue el frío”, dijo el doctor a manera de conclusión, “los cambios bruscos de temperatura, además del virus de la influenza, serán factores de los que debemos estar al pendiente pues, al igual que cada año, el resfriado común y la tos, serán cosa de todos los días”.

Y a manera de remate me insistió: “No te estoy diciendo que todos estos factores sean condicionantes para que exista un rebrote de Covid-19, estoy asegurando que son elementos que comprometerán el sistema inmunológico de los habitantes de esta región y los hará más proclives a padecer males de tipo viral como el que tanto problema ha causado... Será el comportamiento y responsabilidad de la sociedad en general los puntos que dictaminen si nos mantenemos en el color verde una vez que lleguemos a él o nos regresamos a otra tonalidad que nos mantenga en casa nuevamente.”

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a: licajimenezmcc@hotmail.com

Y recuerde, será un gran día.




Te recomendamos el podcast ⬇️

Apple Podcasts

Google Podcasts

Spotify

Acast

Deezer