/ lunes 1 de noviembre de 2021

Con café y a media luz | Invocando ánimas

Era apenas un niño de cuatro o cinco años y, como si fuera un sueño, me recuerdo tomado de la mano de mi abuelito, mientras caminábamos por la avenida Cuauhtémoc rumbo al otrora “Caballo bayo”. Junto a este centro social, un chino de avanzada edad tenía una tienda de abarrotes que atendía a los vecinos de ese sector.

Al ser, este servidor un cominito que apenas y levantaba del suelo, me paraba “de puntitas” para ver, cómo, en periódicos de China, este hombre envolvía cada producto que se le mercaba y, al concluir, hacía la cuenta de lo adquirido con gises sobre un caucho negro que tenía sobre las tablas del mostrador y en el que escribía la suma que, normalmente, equivocaba a su favor.

En el marco del dos de noviembre, mi abuelita, nos mandaba a comprar veladoras para cada uno de los espíritus de familiares fallecidos y – como decía ella – “para las benditas ánimas del purgatorio, que nadie se acuerda de ellas y que puedan bajar a probar la ofrenda”.

En la cosmovisión del día de muertos de aquella buena mujer, las almas encerradas en el limbo que representaba el purgatorio, no “descendían” a ningún altar porque yacían en un olvido espiritual. Así que, en un acto de compasión, se le colocaban veladoras y ofrenda a manera de invocación innecesaria para que se pudieran acercar aquellos visitantes y disfrutar de una atención como quien es recibido en una casa ajena.

Cuando se escuchaba un ruido extraño en la casa; se caía un objeto quizá movido por el aire o se alcanzaba a ver una sombra o un destello, la viejita desde su sillón y sin inmutarse, decía: “Ya están bajando las ánimas”. En mi inocencia, deberá usted suponer, gentil amigo lector, que el miedo me invadía y una angustia inquietante me hacía su presa porque, quizá tras un rincón o a la vuelta del comedor estaría agazapada un ánima del purgatorio dispuesta a darme un susto de “muy padre y Dios nuestro”.

Recientemente, el presidente López realizó desde Campeche algo que pudiera considerarse como una “invocación innecesaria”. Aun no ha terminado la polémica por los dichos en contra de la Universidad Nacional Autónoma de México y las críticas a toda su estructura humana, cuando ya inició un nuevo conflicto con grupos sociales de marcadas tendencias ideológicas en el entorno mundial.

Y en esto último, vale la pena un párrafo de aclaración. Decimos mundial porque en el discurso pechado por el hombre originario de Macuspana aseguró que el neoliberalismo impulsó estas posturas para evitar que la humanidad se percatara del saqueo que los poderosos estaban haciendo en el mundo entero, ampliando con esta declaración, la perspectiva que tiene en torno al impacto de la corriente política en las economías del mundo, sin importar si son emergentes o no.

Habiendo hecho la aclaración pertinente, continúo. Literalmente, el presidente López recalcó que “… una de las cosas que promovieron (los neoliberales) en el mundo fue crear o impulsar los llamados nuevos derechos…” refiriéndose a los feministas, los ecologistas, las asociaciones protectoras de animales y de aquellas que salvaguardan la integridad de los seres humanos.

En la visión del ejecutivo, estas corrientes ideológicas no fueron diseñadas como un medio para justificar la desproporción del recurso monetario entre las clases sociales, sino, por el contrario, como un mero distractor para que la figura económica con la que ha rivalizado siempre, pudiera haber seguido construyéndose durante los últimos sexenios.

Si bien es cierto que, curiosamente, tendencias de pensamiento como las del feminismo se han propagado rápidamente por América Latina, por ejemplo. Y las manifestaciones de conducta de la masa en torno a este respecto son prácticamente las mismas, copiando vestimentas, colores, acciones y medios de protesta sin importar nacionalidad o credo, también es verdad que las redes sociales y no precisamente el neoliberalismo como tal, han sido la pieza fundamental para la rápida diseminación y consumo de información de esta figura de pensamiento.

Y lo mismo ha pasado por asociaciones de ecologistas que quieren evitar el daño al medio ambiente. Cito como ejemplo aquella ocasión en la que se hablaba de mover el aeropuerto de Tampico a Altamira y ocupar el terreno para construir fraccionamientos habitacionales frente a la UAT. Grupos de ecologistas – que nada tenían que ver con corrientes económicas – se organizaron y se apostaron frente dicho espacio. ¡Es más, recuerdo que hasta cruces les colocaron a los troncos de los árboles!

Pero volviendo al eje central de la conversación de este día, más allá de saber si el mandatario está en lo correcto o no, ¿Por qué era necesario lanzar una crítica contra estos grupos sociales? AMLO – el de campaña – durante 18 años nos enseñó que nada dice solo porque sí.

Todo lo que expresa, persigue un objetivo claro para su proyecto, ya sea personal como ganar la presidencia o profesional, como su visión de gobierno y de país, y el presidente López continúa con la misma tónica.

No nos debe extrañar que, en los próximos días, así como respondió “el puma” desde su guarida ante los constantes ataques provenientes de la presidencia del país; veamos algunas inconformidades por parte de los representantes de estos grupos quienes aseguren que el jefe del estado mexicano no está en lo correcto.

¿Para qué invocar a las ánimas político - sociales? ¿Para que buscar que se manifiesten? ¿Por qué “darles luz” con una veladora o una declaración? ¿Qué se busca con invitarlas a esta mesa o a esta contienda? ¿Qué se pretende con hacerles venir o hacer que se muestren? Las respuestas a estas interrogantes, solo el tiempo nos las va a proporcionar.

¡Y hasta aquí!, pues cómo decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a:

  • licajimenezmcc@hotmail.com

Era apenas un niño de cuatro o cinco años y, como si fuera un sueño, me recuerdo tomado de la mano de mi abuelito, mientras caminábamos por la avenida Cuauhtémoc rumbo al otrora “Caballo bayo”. Junto a este centro social, un chino de avanzada edad tenía una tienda de abarrotes que atendía a los vecinos de ese sector.

Al ser, este servidor un cominito que apenas y levantaba del suelo, me paraba “de puntitas” para ver, cómo, en periódicos de China, este hombre envolvía cada producto que se le mercaba y, al concluir, hacía la cuenta de lo adquirido con gises sobre un caucho negro que tenía sobre las tablas del mostrador y en el que escribía la suma que, normalmente, equivocaba a su favor.

En el marco del dos de noviembre, mi abuelita, nos mandaba a comprar veladoras para cada uno de los espíritus de familiares fallecidos y – como decía ella – “para las benditas ánimas del purgatorio, que nadie se acuerda de ellas y que puedan bajar a probar la ofrenda”.

En la cosmovisión del día de muertos de aquella buena mujer, las almas encerradas en el limbo que representaba el purgatorio, no “descendían” a ningún altar porque yacían en un olvido espiritual. Así que, en un acto de compasión, se le colocaban veladoras y ofrenda a manera de invocación innecesaria para que se pudieran acercar aquellos visitantes y disfrutar de una atención como quien es recibido en una casa ajena.

Cuando se escuchaba un ruido extraño en la casa; se caía un objeto quizá movido por el aire o se alcanzaba a ver una sombra o un destello, la viejita desde su sillón y sin inmutarse, decía: “Ya están bajando las ánimas”. En mi inocencia, deberá usted suponer, gentil amigo lector, que el miedo me invadía y una angustia inquietante me hacía su presa porque, quizá tras un rincón o a la vuelta del comedor estaría agazapada un ánima del purgatorio dispuesta a darme un susto de “muy padre y Dios nuestro”.

Recientemente, el presidente López realizó desde Campeche algo que pudiera considerarse como una “invocación innecesaria”. Aun no ha terminado la polémica por los dichos en contra de la Universidad Nacional Autónoma de México y las críticas a toda su estructura humana, cuando ya inició un nuevo conflicto con grupos sociales de marcadas tendencias ideológicas en el entorno mundial.

Y en esto último, vale la pena un párrafo de aclaración. Decimos mundial porque en el discurso pechado por el hombre originario de Macuspana aseguró que el neoliberalismo impulsó estas posturas para evitar que la humanidad se percatara del saqueo que los poderosos estaban haciendo en el mundo entero, ampliando con esta declaración, la perspectiva que tiene en torno al impacto de la corriente política en las economías del mundo, sin importar si son emergentes o no.

Habiendo hecho la aclaración pertinente, continúo. Literalmente, el presidente López recalcó que “… una de las cosas que promovieron (los neoliberales) en el mundo fue crear o impulsar los llamados nuevos derechos…” refiriéndose a los feministas, los ecologistas, las asociaciones protectoras de animales y de aquellas que salvaguardan la integridad de los seres humanos.

En la visión del ejecutivo, estas corrientes ideológicas no fueron diseñadas como un medio para justificar la desproporción del recurso monetario entre las clases sociales, sino, por el contrario, como un mero distractor para que la figura económica con la que ha rivalizado siempre, pudiera haber seguido construyéndose durante los últimos sexenios.

Si bien es cierto que, curiosamente, tendencias de pensamiento como las del feminismo se han propagado rápidamente por América Latina, por ejemplo. Y las manifestaciones de conducta de la masa en torno a este respecto son prácticamente las mismas, copiando vestimentas, colores, acciones y medios de protesta sin importar nacionalidad o credo, también es verdad que las redes sociales y no precisamente el neoliberalismo como tal, han sido la pieza fundamental para la rápida diseminación y consumo de información de esta figura de pensamiento.

Y lo mismo ha pasado por asociaciones de ecologistas que quieren evitar el daño al medio ambiente. Cito como ejemplo aquella ocasión en la que se hablaba de mover el aeropuerto de Tampico a Altamira y ocupar el terreno para construir fraccionamientos habitacionales frente a la UAT. Grupos de ecologistas – que nada tenían que ver con corrientes económicas – se organizaron y se apostaron frente dicho espacio. ¡Es más, recuerdo que hasta cruces les colocaron a los troncos de los árboles!

Pero volviendo al eje central de la conversación de este día, más allá de saber si el mandatario está en lo correcto o no, ¿Por qué era necesario lanzar una crítica contra estos grupos sociales? AMLO – el de campaña – durante 18 años nos enseñó que nada dice solo porque sí.

Todo lo que expresa, persigue un objetivo claro para su proyecto, ya sea personal como ganar la presidencia o profesional, como su visión de gobierno y de país, y el presidente López continúa con la misma tónica.

No nos debe extrañar que, en los próximos días, así como respondió “el puma” desde su guarida ante los constantes ataques provenientes de la presidencia del país; veamos algunas inconformidades por parte de los representantes de estos grupos quienes aseguren que el jefe del estado mexicano no está en lo correcto.

¿Para qué invocar a las ánimas político - sociales? ¿Para que buscar que se manifiesten? ¿Por qué “darles luz” con una veladora o una declaración? ¿Qué se busca con invitarlas a esta mesa o a esta contienda? ¿Qué se pretende con hacerles venir o hacer que se muestren? Las respuestas a estas interrogantes, solo el tiempo nos las va a proporcionar.

¡Y hasta aquí!, pues cómo decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a:

  • licajimenezmcc@hotmail.com