/ miércoles 30 de diciembre de 2020

Con café y a media luz | Lo que dejó el 2020

A unas cuantas horas de que concluya el año 2020, para muchos, calificado como el más funesto y catastrófico de la historia contemporánea del orbe, una buena cantidad de pensadores han sacado a la luz pública sus opiniones – muy respetables – en torno a lo que este lapso se ha llevado, desde marzo y hasta la fecha.

La perspectiva, como es de esperarse, y hasta en cierto modo es justificada, es completamente negativa y pesimista.

Resumen, en sus trabajos, al número de mexicanos fallecidos a causa del Covid-19: 122 mil 855 en total, al momento de escribir la presente redacción. Destacan un desempleo del 12 por ciento a causa del avance de la pandemia a partir de marzo, según cifras oficiales de la Organización Internacional del Trabajo. Puntualizan con detalle la crisis económica originada por la enfermedad, superior a la que se vivió en 1988 y en 1995, con caídas en casi todas las inversiones.

Asimismo, dichos analistas apuran sus escritos para abordar los detalles de seguridad que no se han podido controlar. Secuestros, feminicidios, tráfico de estupefacientes, desapariciones forzadas, entre muchos otros, que construyeron el fenómeno delincuencial que se vivió durante los últimos 365 días y que ha mostrado en alguno de sus indicadores y según la zona geográfica del país, un franco crecimiento.

Mostraron en sus líneas, la molestia por cómo quedaron al desnudo las deficiencias de un sistema educativo que se vio obligado a migrar el entorno del aula al digital de manera improvisada y atropellada, dejando entrever la necesidad de una actualización docente, una inyección económica especial para la modernización de los recursos educativos y un análisis profundo de los contenidos académicos y su correspondiente adecuación a los medios digitales para ser transmitidos de forma eficiente a los estudiantes.

Anotaron, también, la relación atirantada entre el presidente y el sector empresarial, pues las decisiones en materia fiscal y laboral del primero, en una etapa en la que el circulante fue, prácticamente, nulo, “ahogaron” las posibilidades de desarrollo del segundo. Sin la posibilidad de una prórroga en el pago de impuestos y obligados a mantener la nómina, acusaron al mandatario de tener una postura de necedad y cerrazón, en tanto que el tabasqueño justificó su determinación en aras de “no volver deuda pública, la que debe ser un compromiso enteramente de la iniciativa privada”.

Y, la gran mayoría, como colofón a su escrito, hicieron notar la posibilidad de un cierto distanciamiento político y comercial entre México y los Estados Unidos de Norteamérica a causa de la prudencia que declaró el hombre originario de Macuspana ante el cuestionamiento sobre su tardía felicitación al recién electo presidente demócrata de la unión americana Joe Biden.

Este hecho, insisten en atribuirlo a compromisos previamente pactados con quien aún representa al poder ejecutivo de la llamada “nación más poderosa del mundo” y, por tanto, el jefe del estado mexicano no estaba en condiciones de congratular a quien, a todas luces, pasó de ser adversario político a rival personal de Donald Trump.

Sin embargo, en un afán de optimismo que tal vez usted lo juzgue de erróneo, lo invito a que encausemos la reflexión de este día hacia el contexto de las oportunidades y fortalezas encontradas ante las vicisitudes que tuvimos que enfrentar.

Si bien es cierto que no podremos recuperar a los familiares y amigos perdidos por causa del SARS-CoV-2, también es verdad que esta situación nos ha hecho replantear el valor de la vida, la cercanía con la familia, la importancia de los amigos y lo trascendental de nuestra libertad. Todo ello, en su conjunto ha modificado en cierta medida, nuestro comportamiento y tolerancia y nos ha llevado, además, a una condición disciplinar de cuidado personal que antes no se tenía.

El desempleo y la satisfacción de necesidades han hecho que muchos de nosotros empecemos un negocio propio, tanto de forma física como virtual. Estas microempresas de baja inversión, pero de ganancias sostenidas, no solo han generado el ingreso económico perdido por las familias, sino que, además, han ocasionado que sus respectivos miembros exploten talentos, virtudes y cualidades que ahora se traducen en recurso financiero.

Los que desempeñamos labores didácticas o de oficina nos enfrentamos, de manera obligada, al mundo del trabajo a distancia. A pesar del miedo natural que inspira el entorno digital, particularmente a las generaciones de los ochenta y noventa, la motivación por continuar con el desempeño laboral fue el mejor aliciente para vencer dicho terror. Hoy, nos hemos familiarizado con plataformas de trabajo colectivo, canales para la transmisión de datos y un uso serio y efectivo de los accesorios inteligentes de comunicación humana que, otrora, se usaban únicamente con fines lúdicos.

Por último, con la llegada de la vacuna, se augura el fin de la serie de calamidades que han comprometido la salud de la población mundial y, se afirma, para mitad del 2021 se habrá inoculado a casi todos los seres humanos que habitamos el orbe con lo que se espera, se cierre este oscuro episodio.

Seguro estoy, mi buen amigo que me ha acompañado a lo largo de este año, que el siguiente, en definitiva, no puede ser peor a este que estamos por concluir. Le deseo que la salud y el bienestar estén con usted y los suyos y el 2021 esté plagado únicamente de buenas noticias.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame a licajimenezmcc@hotmail.com

A unas cuantas horas de que concluya el año 2020, para muchos, calificado como el más funesto y catastrófico de la historia contemporánea del orbe, una buena cantidad de pensadores han sacado a la luz pública sus opiniones – muy respetables – en torno a lo que este lapso se ha llevado, desde marzo y hasta la fecha.

La perspectiva, como es de esperarse, y hasta en cierto modo es justificada, es completamente negativa y pesimista.

Resumen, en sus trabajos, al número de mexicanos fallecidos a causa del Covid-19: 122 mil 855 en total, al momento de escribir la presente redacción. Destacan un desempleo del 12 por ciento a causa del avance de la pandemia a partir de marzo, según cifras oficiales de la Organización Internacional del Trabajo. Puntualizan con detalle la crisis económica originada por la enfermedad, superior a la que se vivió en 1988 y en 1995, con caídas en casi todas las inversiones.

Asimismo, dichos analistas apuran sus escritos para abordar los detalles de seguridad que no se han podido controlar. Secuestros, feminicidios, tráfico de estupefacientes, desapariciones forzadas, entre muchos otros, que construyeron el fenómeno delincuencial que se vivió durante los últimos 365 días y que ha mostrado en alguno de sus indicadores y según la zona geográfica del país, un franco crecimiento.

Mostraron en sus líneas, la molestia por cómo quedaron al desnudo las deficiencias de un sistema educativo que se vio obligado a migrar el entorno del aula al digital de manera improvisada y atropellada, dejando entrever la necesidad de una actualización docente, una inyección económica especial para la modernización de los recursos educativos y un análisis profundo de los contenidos académicos y su correspondiente adecuación a los medios digitales para ser transmitidos de forma eficiente a los estudiantes.

Anotaron, también, la relación atirantada entre el presidente y el sector empresarial, pues las decisiones en materia fiscal y laboral del primero, en una etapa en la que el circulante fue, prácticamente, nulo, “ahogaron” las posibilidades de desarrollo del segundo. Sin la posibilidad de una prórroga en el pago de impuestos y obligados a mantener la nómina, acusaron al mandatario de tener una postura de necedad y cerrazón, en tanto que el tabasqueño justificó su determinación en aras de “no volver deuda pública, la que debe ser un compromiso enteramente de la iniciativa privada”.

Y, la gran mayoría, como colofón a su escrito, hicieron notar la posibilidad de un cierto distanciamiento político y comercial entre México y los Estados Unidos de Norteamérica a causa de la prudencia que declaró el hombre originario de Macuspana ante el cuestionamiento sobre su tardía felicitación al recién electo presidente demócrata de la unión americana Joe Biden.

Este hecho, insisten en atribuirlo a compromisos previamente pactados con quien aún representa al poder ejecutivo de la llamada “nación más poderosa del mundo” y, por tanto, el jefe del estado mexicano no estaba en condiciones de congratular a quien, a todas luces, pasó de ser adversario político a rival personal de Donald Trump.

Sin embargo, en un afán de optimismo que tal vez usted lo juzgue de erróneo, lo invito a que encausemos la reflexión de este día hacia el contexto de las oportunidades y fortalezas encontradas ante las vicisitudes que tuvimos que enfrentar.

Si bien es cierto que no podremos recuperar a los familiares y amigos perdidos por causa del SARS-CoV-2, también es verdad que esta situación nos ha hecho replantear el valor de la vida, la cercanía con la familia, la importancia de los amigos y lo trascendental de nuestra libertad. Todo ello, en su conjunto ha modificado en cierta medida, nuestro comportamiento y tolerancia y nos ha llevado, además, a una condición disciplinar de cuidado personal que antes no se tenía.

El desempleo y la satisfacción de necesidades han hecho que muchos de nosotros empecemos un negocio propio, tanto de forma física como virtual. Estas microempresas de baja inversión, pero de ganancias sostenidas, no solo han generado el ingreso económico perdido por las familias, sino que, además, han ocasionado que sus respectivos miembros exploten talentos, virtudes y cualidades que ahora se traducen en recurso financiero.

Los que desempeñamos labores didácticas o de oficina nos enfrentamos, de manera obligada, al mundo del trabajo a distancia. A pesar del miedo natural que inspira el entorno digital, particularmente a las generaciones de los ochenta y noventa, la motivación por continuar con el desempeño laboral fue el mejor aliciente para vencer dicho terror. Hoy, nos hemos familiarizado con plataformas de trabajo colectivo, canales para la transmisión de datos y un uso serio y efectivo de los accesorios inteligentes de comunicación humana que, otrora, se usaban únicamente con fines lúdicos.

Por último, con la llegada de la vacuna, se augura el fin de la serie de calamidades que han comprometido la salud de la población mundial y, se afirma, para mitad del 2021 se habrá inoculado a casi todos los seres humanos que habitamos el orbe con lo que se espera, se cierre este oscuro episodio.

Seguro estoy, mi buen amigo que me ha acompañado a lo largo de este año, que el siguiente, en definitiva, no puede ser peor a este que estamos por concluir. Le deseo que la salud y el bienestar estén con usted y los suyos y el 2021 esté plagado únicamente de buenas noticias.

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”.

Escríbame a licajimenezmcc@hotmail.com