/ viernes 12 de noviembre de 2021

Con café y a media luz | Sin excusas, ni pretextos

La imagen del presidente de México en el contexto global está mejor que nunca desde que inició su mandato. Las críticas a sus decisiones consideradas por algunos como disparates económicos – como la cancelación del aeropuerto – están, prácticamente, silenciadas en su totalidad, después de la participación que tuvo en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas.

Sus palabras fueron escuchadas por sus respectivos homólogos de las diferentes naciones del orbe. Patentó en la sociedad mundial los conceptos de bienestar y de lucha contra la corrupción que tanto ha recalcado desde la palestra de Palacio Nacional desde el 2018. Planteó la posibilidad de que los hombres más ricos del mundo donaran parte de su fortuna a un fondo billonario y que estuviera a disposición de los miembros de las clases económicas más discretas de la Tierra.

Como se ha dicho en otras ocasiones, muchas de las posturas ideológicas del tabasqueño están fundadas en el más elemental y sustantivo de los códigos morales que todos los seres humanos deberíamos tener, no obstante, en varios de los contextos de la administración pública son complejos de hacer encajar en los procesos materiales o, por lo menos, de ser compartidos por la totalidad de las manos que intervienen en ellos.

Así, nuevamente, la realidad y sus hechos, chocan fuerte y estrepitosamente contra los dichos del hombre originario de Macuspana.

Mientras que el mandatario mexicano se hallaba en Nueva York, su “mano derecha” para los asuntos ilícitos del orden fiscal, Santiago Nieto, contraía matrimonio en una suntuosa ceremonia en Guatemala con una dama que también opera en la función pública. El círculo más cercano a la pareja – incluidos funcionarios del primer nivel – festejaron y publicaron el evento. La condena no se hizo esperar y el resultado fueron dos renuncias puestas sobre la mesa de la jefatura de gobierno de la “ciudad de los palacios” y en la de la 4T, respectivamente.

¡Nada tiene qué ver la boda de una feliz pareja con el desempeño del mandatario! Dirían simpatizantes a la visión de gobierno del presidente López. Y estoy de acuerdo en esa postura, sin embargo, ¿Por qué el Ejecutivo federal atrajo a su visión política un asunto que debería ser enteramente privado? ¿Hubo recurso federal de por medio para la celebración? ¿Los 35 mil dólares que la exsecretaria de turismo “olvidó” declarar en el aeropuerto de aquel país pueden manchar por su cuestionabilidad?

Santiago Nieto pagó el precio por “lealtad” al presidente y trató de que se reacomodara la realidad de sus actos a las palabras del jefe del Estado mexicano.

El miércoles el presidente puso sobre la mesa un tema que, en otras ocasiones había asegurado que no ocurría: El desabasto de medicamentos en los sistemas de salud del país. Sin darse cuenta, reconoció como real un tema que se había empeñado en negar.

Jorge Alcocer y Juan Ferrer, secretario de Salud y director del Insabi, respectivamente, recibieron un llamado de atención público cuando, en presencia de todo el gabinete, el presidente López dijo textualmente: “No vamos a estar tranquilos hasta que haya abasto suficiente de medicamentos; atención médica y medicamentos gratuitos. Y no cuadro básico, todos los medicamentos. Hasta los más difíciles de conseguir. Por eso se abrió la posibilidad de comprar los medicamentos en el mundo”.

Este detalle, que forma parte de concepto bienestar y no solo en las siglas del instituto, sino como premisa fundamental del gobierno que busca ser impulsada desde el foro mundial reciente, ha sido arrastrado prácticamente desde el nacimiento atropellado del organismo responsable de la salud del mexicano.

Se desapareció al Seguro Popular “que ni era seguro y mucho menos popular” y se sancionaron y condenaron las malas prácticas entre funcionarios públicos de otros sexenios – se destaca uno muy cercano a EPN y otro del gobierno veracruzano – y las farmacéuticas proveedoras de medicinas y químicos reactivos para el tratamiento de enfermedades.

El cancelar a los proveedores, sin contar con otros listos para enfrentar la demanda dio como resultado “la piedrita mediática en el zapato” del mandatario. Y es que, cada inconformidad de los derechohabientes representaba “el caldo de cultivo” para los opositores que buscaban eco en los medios de comunicación quienes tomaban declaraciones de afectados, familiares y representantes sociopolíticos.

El “regaño” seguramente ocurrió desde hace mucho en el interior de las oficinas presidenciales y, en el amparo de la discrecionalidad, la presión generó argumentos administrativos, políticos y operativos que fueron tolerados desde el principio.

El factor diferencial, en este momento, son los reflectores mundiales recientemente captados y que se busca no perder, por tanto, es imperativo que, antes de los cuestionamientos y “los dimes y diretes” aquello que se pronunció sea respaldado por lo actuado, aunque ello haya implicado, tácitamente, dar por cierto lo que tanto se negó.

Por último, quizás y esta coyuntura, era la que se necesitaba para que todos los funcionarios de la 4T “se pusieran las pilas” y puedan consolidar en el contexto real, lo pregonado por el Ejecutivo, al final, los primeros beneficiados seríamos los ciudadanos, ¿No cree?

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

Escríbame a:

  • licajimenezmcc@hotmail.com

La imagen del presidente de México en el contexto global está mejor que nunca desde que inició su mandato. Las críticas a sus decisiones consideradas por algunos como disparates económicos – como la cancelación del aeropuerto – están, prácticamente, silenciadas en su totalidad, después de la participación que tuvo en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas.

Sus palabras fueron escuchadas por sus respectivos homólogos de las diferentes naciones del orbe. Patentó en la sociedad mundial los conceptos de bienestar y de lucha contra la corrupción que tanto ha recalcado desde la palestra de Palacio Nacional desde el 2018. Planteó la posibilidad de que los hombres más ricos del mundo donaran parte de su fortuna a un fondo billonario y que estuviera a disposición de los miembros de las clases económicas más discretas de la Tierra.

Como se ha dicho en otras ocasiones, muchas de las posturas ideológicas del tabasqueño están fundadas en el más elemental y sustantivo de los códigos morales que todos los seres humanos deberíamos tener, no obstante, en varios de los contextos de la administración pública son complejos de hacer encajar en los procesos materiales o, por lo menos, de ser compartidos por la totalidad de las manos que intervienen en ellos.

Así, nuevamente, la realidad y sus hechos, chocan fuerte y estrepitosamente contra los dichos del hombre originario de Macuspana.

Mientras que el mandatario mexicano se hallaba en Nueva York, su “mano derecha” para los asuntos ilícitos del orden fiscal, Santiago Nieto, contraía matrimonio en una suntuosa ceremonia en Guatemala con una dama que también opera en la función pública. El círculo más cercano a la pareja – incluidos funcionarios del primer nivel – festejaron y publicaron el evento. La condena no se hizo esperar y el resultado fueron dos renuncias puestas sobre la mesa de la jefatura de gobierno de la “ciudad de los palacios” y en la de la 4T, respectivamente.

¡Nada tiene qué ver la boda de una feliz pareja con el desempeño del mandatario! Dirían simpatizantes a la visión de gobierno del presidente López. Y estoy de acuerdo en esa postura, sin embargo, ¿Por qué el Ejecutivo federal atrajo a su visión política un asunto que debería ser enteramente privado? ¿Hubo recurso federal de por medio para la celebración? ¿Los 35 mil dólares que la exsecretaria de turismo “olvidó” declarar en el aeropuerto de aquel país pueden manchar por su cuestionabilidad?

Santiago Nieto pagó el precio por “lealtad” al presidente y trató de que se reacomodara la realidad de sus actos a las palabras del jefe del Estado mexicano.

El miércoles el presidente puso sobre la mesa un tema que, en otras ocasiones había asegurado que no ocurría: El desabasto de medicamentos en los sistemas de salud del país. Sin darse cuenta, reconoció como real un tema que se había empeñado en negar.

Jorge Alcocer y Juan Ferrer, secretario de Salud y director del Insabi, respectivamente, recibieron un llamado de atención público cuando, en presencia de todo el gabinete, el presidente López dijo textualmente: “No vamos a estar tranquilos hasta que haya abasto suficiente de medicamentos; atención médica y medicamentos gratuitos. Y no cuadro básico, todos los medicamentos. Hasta los más difíciles de conseguir. Por eso se abrió la posibilidad de comprar los medicamentos en el mundo”.

Este detalle, que forma parte de concepto bienestar y no solo en las siglas del instituto, sino como premisa fundamental del gobierno que busca ser impulsada desde el foro mundial reciente, ha sido arrastrado prácticamente desde el nacimiento atropellado del organismo responsable de la salud del mexicano.

Se desapareció al Seguro Popular “que ni era seguro y mucho menos popular” y se sancionaron y condenaron las malas prácticas entre funcionarios públicos de otros sexenios – se destaca uno muy cercano a EPN y otro del gobierno veracruzano – y las farmacéuticas proveedoras de medicinas y químicos reactivos para el tratamiento de enfermedades.

El cancelar a los proveedores, sin contar con otros listos para enfrentar la demanda dio como resultado “la piedrita mediática en el zapato” del mandatario. Y es que, cada inconformidad de los derechohabientes representaba “el caldo de cultivo” para los opositores que buscaban eco en los medios de comunicación quienes tomaban declaraciones de afectados, familiares y representantes sociopolíticos.

El “regaño” seguramente ocurrió desde hace mucho en el interior de las oficinas presidenciales y, en el amparo de la discrecionalidad, la presión generó argumentos administrativos, políticos y operativos que fueron tolerados desde el principio.

El factor diferencial, en este momento, son los reflectores mundiales recientemente captados y que se busca no perder, por tanto, es imperativo que, antes de los cuestionamientos y “los dimes y diretes” aquello que se pronunció sea respaldado por lo actuado, aunque ello haya implicado, tácitamente, dar por cierto lo que tanto se negó.

Por último, quizás y esta coyuntura, era la que se necesitaba para que todos los funcionarios de la 4T “se pusieran las pilas” y puedan consolidar en el contexto real, lo pregonado por el Ejecutivo, al final, los primeros beneficiados seríamos los ciudadanos, ¿No cree?

¡Y hasta aquí!, pues como decía cierto periodista: “El tiempo apremia y el espacio se agota”

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  • licajimenezmcc@hotmail.com