/ sábado 22 de septiembre de 2018

Cultura ciclónica

Estos calores, la baja presión, el quemante sol, las líneas "de vaguadas", las amenazas ciclónicas, aparecen todos los años, más o menos en la misma época (nomás que se nos olvida)...

Que si hay una depresión tropical en el Golfo, que si cruza Quintana Roo, pudiendo tocar en Tuxpan, Tecolutla, Nautla, o Tampico, los voceros del tiempo siguen puntualmente la ruta de cualquier amenaza meteorológica.

Pues dirán que soy contra, pero yo no me guío por esas predicciones, creo las del ingeniero gual que me dice: "déjate de pe…., los únicos ciclones que pueden llegar a Tampico vienen del África y cruzan por la península yucateca, los demás se van a la chi…., a la costa de Florida. Además hay quien jura y perjura convencido de que la base espacial extraterrestre cercana a la playa nos libra de todo mal.”

Bien, todo esto no se sabía o no existía en 1955, cuando azotó nuestras costas el “Hilda”, cambiando de nombre al cine “Florida” (de gratos recuerdos). Más por la inundación, que por el ciclón, nuestro puerto se convirtió en laguna, agua por los cuatro costados, aunque usted no lo crea, los mercados desaparecieron (por primera vez), el agua llegó hasta la Plaza de la Libertad. por el lado de la Isleta y el Carpintero inundados, las olas llegaban hasta el Hotel Tampico.

Rumbo a Pánuco, apenas en la cortadura era una laguna con los postes de luz sobresaliendo, la famosa zona dorada, toda, desde el Posada hasta la Bene, inundada. Tampico estaba incomunicado.

Dos enormes portaaviones, fondearon fuera de las escolleras, “El Siboney” y “El Saipan”, la gente iba a verlos entusiasmados. El comandante Miles, desde el Country Club como base no dejó de ayudar a la región entera, y especialmente a Tampico hasta que la crecida cesó. Los que vivimos fuimos testigos del lazo solidario entre propios y extraños que ayudó indiscriminadamente a nuestra región en momentos difíciles...




Estos calores, la baja presión, el quemante sol, las líneas "de vaguadas", las amenazas ciclónicas, aparecen todos los años, más o menos en la misma época (nomás que se nos olvida)...

Que si hay una depresión tropical en el Golfo, que si cruza Quintana Roo, pudiendo tocar en Tuxpan, Tecolutla, Nautla, o Tampico, los voceros del tiempo siguen puntualmente la ruta de cualquier amenaza meteorológica.

Pues dirán que soy contra, pero yo no me guío por esas predicciones, creo las del ingeniero gual que me dice: "déjate de pe…., los únicos ciclones que pueden llegar a Tampico vienen del África y cruzan por la península yucateca, los demás se van a la chi…., a la costa de Florida. Además hay quien jura y perjura convencido de que la base espacial extraterrestre cercana a la playa nos libra de todo mal.”

Bien, todo esto no se sabía o no existía en 1955, cuando azotó nuestras costas el “Hilda”, cambiando de nombre al cine “Florida” (de gratos recuerdos). Más por la inundación, que por el ciclón, nuestro puerto se convirtió en laguna, agua por los cuatro costados, aunque usted no lo crea, los mercados desaparecieron (por primera vez), el agua llegó hasta la Plaza de la Libertad. por el lado de la Isleta y el Carpintero inundados, las olas llegaban hasta el Hotel Tampico.

Rumbo a Pánuco, apenas en la cortadura era una laguna con los postes de luz sobresaliendo, la famosa zona dorada, toda, desde el Posada hasta la Bene, inundada. Tampico estaba incomunicado.

Dos enormes portaaviones, fondearon fuera de las escolleras, “El Siboney” y “El Saipan”, la gente iba a verlos entusiasmados. El comandante Miles, desde el Country Club como base no dejó de ayudar a la región entera, y especialmente a Tampico hasta que la crecida cesó. Los que vivimos fuimos testigos del lazo solidario entre propios y extraños que ayudó indiscriminadamente a nuestra región en momentos difíciles...