/ viernes 25 de septiembre de 2020

¡De bien para arriba! | Circuito cerrado de televisión (videovigilancia)

En la prehistoria, desde que el hombre descubrió los beneficios de vivir en sociedad e interactuar con sus semejantes, fue creando una disposición a la convivencia y con el paso del tiempo se han creado normas, un lenguaje y diversas actividades económicas que dieron forma a una estructura social y así, hasta nuestra sociedad actual que se caracteriza por su preocupación constante por administrar los riesgos que ella misma produce y, como lo señaló Carlos Marx (1988), el control social se ha vuelto más especializado y técnico.

Hoy en día la evolución de la tecnología ha permitido la aparición de dispositivos electrónicos de vigilancia que depuran y expanden la posibilidad de observación de poblaciones, grupos y personas, las cámaras de vigilancia proporcionan las imágenes que respaldan las narrativas que refuerzan los estereotipos que pueden alterar de alguna forma cierto orden social como en los espacios públicos y destinos turísticos que se utilizan para detectar carteristas, pequeños defraudadores, comerciantes ilegales, así como disuadir comportamientos que alteraran el orden social.

Los circuitos cerrados de televisión (CCTV) son unos de los sistemas de seguridad electrónica más efectivos que existen; prácticamente ninguna compañía se ve hoy sin cámaras de seguridad en sus instalaciones, son, sin duda, la mejor solución que se puede implementar para proteger empleados y activos porque ofrecen vigilancia 24/7, generan un efecto disuasivo, propician tranquilidad y las personas sienten protección ante algunas amenazas, por las características de la red permite el monitoreo remoto y dan la posibilidad de decir “tengo la prueba” ante algún ilícito.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) los índices delictivos y de inseguridad en nuestro país presentaron un incremento de 2.5 con respecto a 2018 y el impacto económico generado por la violencia en México ascendió a 4.57 billones de pesos, una cifra que equivale a 21.3% del Producto Interno Bruto (PIB), por toda esta problemática es recomendable procurarse un buen sistema de vigilancia permanente que integre dispositivos e instalaciones destinados a prevenir y controlar riesgos con el fin de proporcionar seguridad a las personas y bienes materiales así como minimizar la pérdida ante incidentes en todos los sectores, desde el comercial, industrial, de servicios, finanzas así como en las viviendas.

En el mercado podemos encontrar diversos equipos con características que van desde equipos para uso doméstico, industrial, a prueba de intemperie, tropicalizados, con IR (infrarrojo para visión nocturna), térmicas, fijas, con paneo (movimiento de cámara), conectividad, velocidad, comodidad, inalámbricas, con IP (protocolo de internet) y alta calidad de imagen, con grabador de video (DVR) con características acordes a cada necesidad o cliente y puede ser monitoreado desde diversos dispositivos.

Por consecuencia tenemos que la población acepta mayoritariamente la instalación de estos dispositivos, ya que la presencia de cámaras incrementa la percepción de seguridad y protección, a la vez que las cámaras se consideran una buena medida de prevención contra la delincuencia y ya no es considerado un lujo sino una necesidad vista como inversión, de tal suerte que es conveniente establecer una legislación federal que sirva para enmarcar el funcionamiento, los criterios para instalar, administrar y gestionar la operación no solo de la videovigilancia, sino de la información en imágenes que esta genera, ya que la videovigilancia no puede ser expulsada de nuestra vida ni borrada del paisaje urbano porque sirve para proteger y cuidar a la población, pero es necesario saber quién vigila, con qué criterios y cómo se transforma esa observación sistemática en información.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

Los circuitos cerrados de televisión (CCTV) son unos de los sistemas de seguridad electrónica más efectivos que existen

En la prehistoria, desde que el hombre descubrió los beneficios de vivir en sociedad e interactuar con sus semejantes, fue creando una disposición a la convivencia y con el paso del tiempo se han creado normas, un lenguaje y diversas actividades económicas que dieron forma a una estructura social y así, hasta nuestra sociedad actual que se caracteriza por su preocupación constante por administrar los riesgos que ella misma produce y, como lo señaló Carlos Marx (1988), el control social se ha vuelto más especializado y técnico.

Hoy en día la evolución de la tecnología ha permitido la aparición de dispositivos electrónicos de vigilancia que depuran y expanden la posibilidad de observación de poblaciones, grupos y personas, las cámaras de vigilancia proporcionan las imágenes que respaldan las narrativas que refuerzan los estereotipos que pueden alterar de alguna forma cierto orden social como en los espacios públicos y destinos turísticos que se utilizan para detectar carteristas, pequeños defraudadores, comerciantes ilegales, así como disuadir comportamientos que alteraran el orden social.

Los circuitos cerrados de televisión (CCTV) son unos de los sistemas de seguridad electrónica más efectivos que existen; prácticamente ninguna compañía se ve hoy sin cámaras de seguridad en sus instalaciones, son, sin duda, la mejor solución que se puede implementar para proteger empleados y activos porque ofrecen vigilancia 24/7, generan un efecto disuasivo, propician tranquilidad y las personas sienten protección ante algunas amenazas, por las características de la red permite el monitoreo remoto y dan la posibilidad de decir “tengo la prueba” ante algún ilícito.

De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) los índices delictivos y de inseguridad en nuestro país presentaron un incremento de 2.5 con respecto a 2018 y el impacto económico generado por la violencia en México ascendió a 4.57 billones de pesos, una cifra que equivale a 21.3% del Producto Interno Bruto (PIB), por toda esta problemática es recomendable procurarse un buen sistema de vigilancia permanente que integre dispositivos e instalaciones destinados a prevenir y controlar riesgos con el fin de proporcionar seguridad a las personas y bienes materiales así como minimizar la pérdida ante incidentes en todos los sectores, desde el comercial, industrial, de servicios, finanzas así como en las viviendas.

En el mercado podemos encontrar diversos equipos con características que van desde equipos para uso doméstico, industrial, a prueba de intemperie, tropicalizados, con IR (infrarrojo para visión nocturna), térmicas, fijas, con paneo (movimiento de cámara), conectividad, velocidad, comodidad, inalámbricas, con IP (protocolo de internet) y alta calidad de imagen, con grabador de video (DVR) con características acordes a cada necesidad o cliente y puede ser monitoreado desde diversos dispositivos.

Por consecuencia tenemos que la población acepta mayoritariamente la instalación de estos dispositivos, ya que la presencia de cámaras incrementa la percepción de seguridad y protección, a la vez que las cámaras se consideran una buena medida de prevención contra la delincuencia y ya no es considerado un lujo sino una necesidad vista como inversión, de tal suerte que es conveniente establecer una legislación federal que sirva para enmarcar el funcionamiento, los criterios para instalar, administrar y gestionar la operación no solo de la videovigilancia, sino de la información en imágenes que esta genera, ya que la videovigilancia no puede ser expulsada de nuestra vida ni borrada del paisaje urbano porque sirve para proteger y cuidar a la población, pero es necesario saber quién vigila, con qué criterios y cómo se transforma esa observación sistemática en información.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

Los circuitos cerrados de televisión (CCTV) son unos de los sistemas de seguridad electrónica más efectivos que existen