/ viernes 12 de marzo de 2021

¡De bien para arriba! | Creatividad e innovación

Sin duda, hoy en día la creatividad e innovación son el motor en las empresas, ya que impulsan el potenciamiento comercial, el crecimiento económico, el empoderamiento de las marcas, los productos, los bienes y servicios de las compañías y la integración en los nuevos mercados, evidentemente estos dos componentes en sus planes de gestión al interior de las sociedades comerciales, las industrias y los administradores abonan al progreso empresarial en mercados económicos mediados por la globalización, la competencia comercial y los constantes cambios de los mercados financieros.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia (RAE), la creatividad es la capacidad que posee un individuo de crear e idear algo nuevo y original, mientras que la innovación por su lado, es el arte de convertir las ideas en productos, procesos y servicios nuevos y mejorados que el mercado reconozca y valore, la innovación es producir, asimilar y explotar con éxito una novedad, de manera que abone nuevas soluciones a los problemas de y permita resolver las necesidades de las personas, de las empresas y la sociedad en general.

Si bien, la creatividad y la innovación se encuentran en el capital humano de la empresa, existe inclinación a buscar estos recursos fuera de la empresa a través de encuestas, buzones de sugerencias o incluso plataformas de cocreación como pueden ser las páginas web y el conjunto de valores, normas y creencias compartidas es lo que proporciona las guías que posibilitan el funcionamiento de la empresa y de esta manera se favorece la creatividad y la innovación hacia algo útil y provechoso que permita a la empresa y al resto de trabajadores mejorar.

Algunas de las acciones a promover para lograr los objetivos de la empresa están: la búsqueda del éxito, la franqueza y flexibilidad, la comunicación interna, la competitividad y profesionalidad, la cooperación y la responsabilidad por parte de los empleados y por supuesto las normas oficiales y procedimientos orientados al trabajo en equipo y una actitud proactiva al cambio bajo una coordinación de liderazgo, carisma, motivación, estimulación, consideración y autonomía de los integrantes y que promueva la comunicación y el intercambio de información para lograr el desarrollo y crecimiento.

Los directores de empresa deben tener el enfoque moderno que reclama la empresa de estos tiempos con una visión sistémica, en donde todo el recurso humano participe en el proceso empresarial y se integren para generar valor, tomando en cuenta todos los empleados, proveedores, y ser una empresa orientada a la satisfacción de los clientes finales y a la sociedad en general, la competitividad actual y a los cambios producto de factores internos y externos a la organización, no basta con solo tener un enfoque sistémico, sino que el director actual debe sumar la capacidad de pensar creativamente, tener pericia y motivación, para añadir valor a su gestión.

Llevar a cabo acciones con objetivos definidos en los que se propicien la creatividad y la innovación obliga a compartir la experiencia y ligarla a la motivación con actividades simples, pero emocionantes, romper paradigmas, arriesgarse con positivismo para activar la mente y la imaginación y por ende vendrán los grandes cambios, la mejora continua, la eficiencia y la proyección de nuestro producto o servicio en el mercado de manera competitiva en calidad y precio.

Ante la crisis sanitaria actual, las empresas que sobreviven aterrizan las ideas, son flexibles y abiertos al cambio, su dirección propicia estrategias incluyentes, que fomentan la creatividad e innovación y generan confianza en su capital humano y siempre con un objetivo definido ya sea en nuevos productos, servicios, procesos, políticas o habilidades.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19

Sin duda, hoy en día la creatividad e innovación son el motor en las empresas, ya que impulsan el potenciamiento comercial, el crecimiento económico, el empoderamiento de las marcas, los productos, los bienes y servicios de las compañías y la integración en los nuevos mercados, evidentemente estos dos componentes en sus planes de gestión al interior de las sociedades comerciales, las industrias y los administradores abonan al progreso empresarial en mercados económicos mediados por la globalización, la competencia comercial y los constantes cambios de los mercados financieros.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia (RAE), la creatividad es la capacidad que posee un individuo de crear e idear algo nuevo y original, mientras que la innovación por su lado, es el arte de convertir las ideas en productos, procesos y servicios nuevos y mejorados que el mercado reconozca y valore, la innovación es producir, asimilar y explotar con éxito una novedad, de manera que abone nuevas soluciones a los problemas de y permita resolver las necesidades de las personas, de las empresas y la sociedad en general.

Si bien, la creatividad y la innovación se encuentran en el capital humano de la empresa, existe inclinación a buscar estos recursos fuera de la empresa a través de encuestas, buzones de sugerencias o incluso plataformas de cocreación como pueden ser las páginas web y el conjunto de valores, normas y creencias compartidas es lo que proporciona las guías que posibilitan el funcionamiento de la empresa y de esta manera se favorece la creatividad y la innovación hacia algo útil y provechoso que permita a la empresa y al resto de trabajadores mejorar.

Algunas de las acciones a promover para lograr los objetivos de la empresa están: la búsqueda del éxito, la franqueza y flexibilidad, la comunicación interna, la competitividad y profesionalidad, la cooperación y la responsabilidad por parte de los empleados y por supuesto las normas oficiales y procedimientos orientados al trabajo en equipo y una actitud proactiva al cambio bajo una coordinación de liderazgo, carisma, motivación, estimulación, consideración y autonomía de los integrantes y que promueva la comunicación y el intercambio de información para lograr el desarrollo y crecimiento.

Los directores de empresa deben tener el enfoque moderno que reclama la empresa de estos tiempos con una visión sistémica, en donde todo el recurso humano participe en el proceso empresarial y se integren para generar valor, tomando en cuenta todos los empleados, proveedores, y ser una empresa orientada a la satisfacción de los clientes finales y a la sociedad en general, la competitividad actual y a los cambios producto de factores internos y externos a la organización, no basta con solo tener un enfoque sistémico, sino que el director actual debe sumar la capacidad de pensar creativamente, tener pericia y motivación, para añadir valor a su gestión.

Llevar a cabo acciones con objetivos definidos en los que se propicien la creatividad y la innovación obliga a compartir la experiencia y ligarla a la motivación con actividades simples, pero emocionantes, romper paradigmas, arriesgarse con positivismo para activar la mente y la imaginación y por ende vendrán los grandes cambios, la mejora continua, la eficiencia y la proyección de nuestro producto o servicio en el mercado de manera competitiva en calidad y precio.

Ante la crisis sanitaria actual, las empresas que sobreviven aterrizan las ideas, son flexibles y abiertos al cambio, su dirección propicia estrategias incluyentes, que fomentan la creatividad e innovación y generan confianza en su capital humano y siempre con un objetivo definido ya sea en nuevos productos, servicios, procesos, políticas o habilidades.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19