/ viernes 14 de enero de 2022

¡De bien para arriba! | Cultura corporativa

Sin duda, el recurso humano (RRHH) es lo más valioso en una organización, los elementos de significado que unen a los miembros de la empresa con los demás elementos de la compañía, como su imagen pública, su código de vestimenta, su horario comercial, sus instalaciones, los beneficios que tienen sus empleados, su volumen de ventas, las decisiones de contratación, el trato a los clientes y el grado de satisfacción de los mismos y todos los demás aspectos de las operaciones, integrándolos para el logro de los objetivos de la empresa a través de la satisfacción de necesidades de los clientes y de los empleados, todos estos son elementos que se construyen a partir de consensos y se expresan corporativamente en la misión, la visión, los valores y la filosofía.

En otros términos, la cultura corporativa u organizacional es, básicamente, la ideología de una empresa: el conjunto de actitudes, hábitos, creencias y comportamientos del grupo humano que la integra, el modo en que interactúan y la manera en que gestionan las transacciones comerciales externas, puede desarrollarse intencionalmente según la dirección en la que la empresa se mueve en lo que respecta a estilo, prioridades y valores, o de modo más orgánico como resultado de la suma de los rasgos característicos de sus miembros y la naturaleza de la interacción entre los mismos.

La cultura corporativa pone a disposición de los empleados un conjunto de procedimientos ante determinadas situaciones que los lleva a actuar de conformidad con las normas del grupo o las expectativas que se tienen de ellos, este repertorio de acción y representación legitima y otorga sentido a las acciones de los sujetos en la organización al fortalecer el sentido de pertenencia e identificación al tiempo que establece diferencias con otras entidades, garantizando una cultura propia que, robustecida con el tiempo, se vuelve parte de su historia, tradición y existencia y que, por supuesto, es susceptible de mejora.

Los factores fundamentales en la organización para fortalecer y crear una identidad se encuentran en el liderazgo y actitud de sus creadores, el sostenimiento que le da su entorno, la presencia que le da su marca y la personalidad que le da su cultura corporativa, misma que debe ser adoptada por cada integrante de la plantilla para crear un clima laboral que proyecte el compromiso y genere esa confianza que se verá reflejada en la satisfacción de los clientes y su fidelización con la empresa, por supuesto incidirá en la unificación de la organización y una presencia destacada de la empresa en el mercado.

Tengamos presente que carecer de una cultura corporativa o tener una cultura corporativa negativa puede provocar una alta rotación de personal o imposibilitar el acceso al mejor talento, también puede costarte clientes y, como consecuencia, afectar directamente a los beneficios y el futuro de la organización, la solución estriba en contar con una estructura organizativa que defina cómo se distribuye el poder en tu organización y establezca los puestos, jerarquías, responsabilidades y relaciones en tu organización, en otras palabras: quién trabaja dónde, quién informa a quién y quién tiene el poder de decisión final.

Queda claro que la cultura corporativa es una herramienta que abona muchos beneficios a la organización, aunque también tiene algunos contras como, por ejemplo: en algunos casos puede llevar mucho tiempo su implementación y demanda organización y dedicación, en otros puede ser difícil realizar evaluaciones objetivas, especialmente cuando las costumbres, actitudes y comportamientos se han arraigado con el tiempo, para alcanzar tus objetivos, deberás reformar los valores y creencias de tus empleados, nutrir tu cultura organizacional y reforzar el cambio positivo involucrando a todo tu equipo de trabajo.

Podemos concluir que una cultura corporativa positiva equivale a la huella digital de tu empresa y sirve de guía al equipo, inspira y motiva a los empleados y atrae a los clientes, es lo que define una personalidad verdaderamente única que diferencia a una empresa de sus competidores, donde mentalidad y proyección son una amalgama que finalmente logrará diferenciarse de la competencia, lo que, al fin y al cabo, la llevará a destacar, a ser más conocida y, por ende, a crecer.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

  • Re-Generación 19

Los factores fundamentales en la organización para fortalecer y crear una identidad se encuentran en el liderazgo y actitud de sus creadores.

Sin duda, el recurso humano (RRHH) es lo más valioso en una organización, los elementos de significado que unen a los miembros de la empresa con los demás elementos de la compañía, como su imagen pública, su código de vestimenta, su horario comercial, sus instalaciones, los beneficios que tienen sus empleados, su volumen de ventas, las decisiones de contratación, el trato a los clientes y el grado de satisfacción de los mismos y todos los demás aspectos de las operaciones, integrándolos para el logro de los objetivos de la empresa a través de la satisfacción de necesidades de los clientes y de los empleados, todos estos son elementos que se construyen a partir de consensos y se expresan corporativamente en la misión, la visión, los valores y la filosofía.

En otros términos, la cultura corporativa u organizacional es, básicamente, la ideología de una empresa: el conjunto de actitudes, hábitos, creencias y comportamientos del grupo humano que la integra, el modo en que interactúan y la manera en que gestionan las transacciones comerciales externas, puede desarrollarse intencionalmente según la dirección en la que la empresa se mueve en lo que respecta a estilo, prioridades y valores, o de modo más orgánico como resultado de la suma de los rasgos característicos de sus miembros y la naturaleza de la interacción entre los mismos.

La cultura corporativa pone a disposición de los empleados un conjunto de procedimientos ante determinadas situaciones que los lleva a actuar de conformidad con las normas del grupo o las expectativas que se tienen de ellos, este repertorio de acción y representación legitima y otorga sentido a las acciones de los sujetos en la organización al fortalecer el sentido de pertenencia e identificación al tiempo que establece diferencias con otras entidades, garantizando una cultura propia que, robustecida con el tiempo, se vuelve parte de su historia, tradición y existencia y que, por supuesto, es susceptible de mejora.

Los factores fundamentales en la organización para fortalecer y crear una identidad se encuentran en el liderazgo y actitud de sus creadores, el sostenimiento que le da su entorno, la presencia que le da su marca y la personalidad que le da su cultura corporativa, misma que debe ser adoptada por cada integrante de la plantilla para crear un clima laboral que proyecte el compromiso y genere esa confianza que se verá reflejada en la satisfacción de los clientes y su fidelización con la empresa, por supuesto incidirá en la unificación de la organización y una presencia destacada de la empresa en el mercado.

Tengamos presente que carecer de una cultura corporativa o tener una cultura corporativa negativa puede provocar una alta rotación de personal o imposibilitar el acceso al mejor talento, también puede costarte clientes y, como consecuencia, afectar directamente a los beneficios y el futuro de la organización, la solución estriba en contar con una estructura organizativa que defina cómo se distribuye el poder en tu organización y establezca los puestos, jerarquías, responsabilidades y relaciones en tu organización, en otras palabras: quién trabaja dónde, quién informa a quién y quién tiene el poder de decisión final.

Queda claro que la cultura corporativa es una herramienta que abona muchos beneficios a la organización, aunque también tiene algunos contras como, por ejemplo: en algunos casos puede llevar mucho tiempo su implementación y demanda organización y dedicación, en otros puede ser difícil realizar evaluaciones objetivas, especialmente cuando las costumbres, actitudes y comportamientos se han arraigado con el tiempo, para alcanzar tus objetivos, deberás reformar los valores y creencias de tus empleados, nutrir tu cultura organizacional y reforzar el cambio positivo involucrando a todo tu equipo de trabajo.

Podemos concluir que una cultura corporativa positiva equivale a la huella digital de tu empresa y sirve de guía al equipo, inspira y motiva a los empleados y atrae a los clientes, es lo que define una personalidad verdaderamente única que diferencia a una empresa de sus competidores, donde mentalidad y proyección son una amalgama que finalmente logrará diferenciarse de la competencia, lo que, al fin y al cabo, la llevará a destacar, a ser más conocida y, por ende, a crecer.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

  • Re-Generación 19

Los factores fundamentales en la organización para fortalecer y crear una identidad se encuentran en el liderazgo y actitud de sus creadores.