/ viernes 19 de noviembre de 2021

¡De bien para arriba! | Desconexión digital

Sin duda, el factor tiempo, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC´s) que permiten que se trabaje desde cualquier lugar y en cualquier momento, han sido auténticas claves de la sistematización laboral, en los últimos 20 meses, la conectividad con el lugar del trabajo es un problema importante para muchas personas, toda vez que la demanda de que las y los trabajadores estén disponibles en todo momento ha comenzado a reconocerse como una circunstancia potencialmente peligrosa para la salud de los trabajadores, y violatoria a sus derechos humanos.

El derecho a la desconexión digital de los trabajadores fuera de jornada, faculta al trabajador a no responder a las comunicaciones de trabajo que reciba fuera del horario laboral, el reconocimiento ha suscitado comentarios positivos, pero también algunas críticas por una ambigüedad, la desconexión legal —en el contexto digital— pretende evitar prolongaciones indebidas de la jornada y que puedan menoscabar el descanso, permisos, vacaciones, la conciliación familiar, la salud, y la intimidad (derecho fundamental).

La adición y entrada en vigor en octubre de 2020 del artículo 68 bis a la Ley Federal del Trabajo prevé que la regulación, así como las modalidades de la desconexión digital atiendan la naturaleza de la relación laboral y privilegien la conciliación del trabajo con la vida personal, con 116 votos a favor, el Pleno respaldó el derecho de la clase trabajadora para desconectarse y abstenerse de participar en comunicaciones electrónicas relacionadas con su empleo, como correos y mensajes electrónicos, llamadas u otras modalidades de comunicación, durante horas no laborales.

Desconectarse del trabajo se ha convertido en una peripecia, la aparente facilidad de estar disponible durante el home office o teletrabajo, que muchas empresas implementaron durante la pandemia, puede influir para que los trabajadores no suspendan actividades al término de su jornada laboral, en apariencia, invertir más horas al trabajo puede significar para la empresa más productividad, disposición y compromiso por parte del trabajador, sin embargo, es un problema que acarrea el agotamiento, menor productividad y motivación del empleado.

Entre las sugerencias para que el trabajador practique su derecho a la desconexión digital, destaca usar mensajes de auto respuesta, desactivar las notificaciones, acordar un canal de comunicación para emergencias, asignar horarios y tiempo a cada actividad que realizarás en el día incluyendo los espacios para el descanso y relajación, contamos con que en una sociedad plenamente interconectada son cada vez más las empresas que respaldan las leyes para reestablecer un claro límite entre el trabajo y la vida personal.

Las necesidades económicas, el miedo a perder el trabajo y la cultura de la presencialidad hace que al trabajador le cueste desconectarse, presumiendo que si no atiende la llamada o no responde el correo de manera inmediata puede perder su trabajo o que le limiten sus posibilidades de ascenso o proyección profesional, sobre todo en un escenario de crisis sanitaria, de tal suerte que no debe confundirse responsabilidad profesional con sumisión digital, ya que en ello se puede perder la competitividad de la empresa.

Un informe de la Facultad de Psicología de la UNAM, señala que la falta de habilidades para manejar y trabajar con la tecnología, así como su uso excesivo, pueden llevar a sufrir de tecnoestrés y este, puede provocar ansiedad, cansancio, dolores de cabeza, fatiga mental y física, dolores musculares, temor, aburrimiento, entre otras conductas negativas y se deriva de un desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales.

Concluyendo, el derecho a la intimidad y desconexión de los trabajadores de sus actividades laborales propicia una mejor calidad de vida, además de prevenir enfermedades de gran costo económico para las empresas por los riesgos de trabajo asociados a la utilización constante de los medios digitales, respetar los horarios se traduce en una mejor organización, mejor administración del tiempo laboral, incremento de su productividad, mayor número de horas para convivir con sus familias o hasta llevar a cabo alguna actividad educativa o deportiva, permitiendo con ello a los trabajadores ser más felices.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

  • Re-Generación 19.

Sin duda, el factor tiempo, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC´s) que permiten que se trabaje desde cualquier lugar y en cualquier momento, han sido auténticas claves de la sistematización laboral, en los últimos 20 meses, la conectividad con el lugar del trabajo es un problema importante para muchas personas, toda vez que la demanda de que las y los trabajadores estén disponibles en todo momento ha comenzado a reconocerse como una circunstancia potencialmente peligrosa para la salud de los trabajadores, y violatoria a sus derechos humanos.

El derecho a la desconexión digital de los trabajadores fuera de jornada, faculta al trabajador a no responder a las comunicaciones de trabajo que reciba fuera del horario laboral, el reconocimiento ha suscitado comentarios positivos, pero también algunas críticas por una ambigüedad, la desconexión legal —en el contexto digital— pretende evitar prolongaciones indebidas de la jornada y que puedan menoscabar el descanso, permisos, vacaciones, la conciliación familiar, la salud, y la intimidad (derecho fundamental).

La adición y entrada en vigor en octubre de 2020 del artículo 68 bis a la Ley Federal del Trabajo prevé que la regulación, así como las modalidades de la desconexión digital atiendan la naturaleza de la relación laboral y privilegien la conciliación del trabajo con la vida personal, con 116 votos a favor, el Pleno respaldó el derecho de la clase trabajadora para desconectarse y abstenerse de participar en comunicaciones electrónicas relacionadas con su empleo, como correos y mensajes electrónicos, llamadas u otras modalidades de comunicación, durante horas no laborales.

Desconectarse del trabajo se ha convertido en una peripecia, la aparente facilidad de estar disponible durante el home office o teletrabajo, que muchas empresas implementaron durante la pandemia, puede influir para que los trabajadores no suspendan actividades al término de su jornada laboral, en apariencia, invertir más horas al trabajo puede significar para la empresa más productividad, disposición y compromiso por parte del trabajador, sin embargo, es un problema que acarrea el agotamiento, menor productividad y motivación del empleado.

Entre las sugerencias para que el trabajador practique su derecho a la desconexión digital, destaca usar mensajes de auto respuesta, desactivar las notificaciones, acordar un canal de comunicación para emergencias, asignar horarios y tiempo a cada actividad que realizarás en el día incluyendo los espacios para el descanso y relajación, contamos con que en una sociedad plenamente interconectada son cada vez más las empresas que respaldan las leyes para reestablecer un claro límite entre el trabajo y la vida personal.

Las necesidades económicas, el miedo a perder el trabajo y la cultura de la presencialidad hace que al trabajador le cueste desconectarse, presumiendo que si no atiende la llamada o no responde el correo de manera inmediata puede perder su trabajo o que le limiten sus posibilidades de ascenso o proyección profesional, sobre todo en un escenario de crisis sanitaria, de tal suerte que no debe confundirse responsabilidad profesional con sumisión digital, ya que en ello se puede perder la competitividad de la empresa.

Un informe de la Facultad de Psicología de la UNAM, señala que la falta de habilidades para manejar y trabajar con la tecnología, así como su uso excesivo, pueden llevar a sufrir de tecnoestrés y este, puede provocar ansiedad, cansancio, dolores de cabeza, fatiga mental y física, dolores musculares, temor, aburrimiento, entre otras conductas negativas y se deriva de un desajuste entre las demandas laborales y los recursos personales.

Concluyendo, el derecho a la intimidad y desconexión de los trabajadores de sus actividades laborales propicia una mejor calidad de vida, además de prevenir enfermedades de gran costo económico para las empresas por los riesgos de trabajo asociados a la utilización constante de los medios digitales, respetar los horarios se traduce en una mejor organización, mejor administración del tiempo laboral, incremento de su productividad, mayor número de horas para convivir con sus familias o hasta llevar a cabo alguna actividad educativa o deportiva, permitiendo con ello a los trabajadores ser más felices.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

  • Re-Generación 19.