/ viernes 19 de marzo de 2021

¡De bien para arriba! | El efecto Flynn

El efecto Flynn presenta un informe sobre el aumento progresivo, a lo largo del tiempo, de las puntuaciones que miden la inteligencia de la población mundial, en estas evaluaciones estandarizadas para medir el cociente intelectual, que se revisan cada cierto tiempo.

Con el objetivo de que sean lo más representativas y variadas para poder estudiar la evolución cognitiva de los humanos y aunque las tasas de aumento varían según zonas del mundo, en general se recoge un incremento de estas evaluaciones, y da la certeza de que cada vez somos más inteligentes, más listos y que esta evolución cognitiva se debe a mejoras en la salud, la alimentación o la educación a las que accedemos.

James Robert Flynn (1934-) ha defendido durante su carrera profesional el hecho de que la inteligencia depende en buena medida de factores ambientales, que hacen innecesario recurrir a explicaciones intergrupales, como la superioridad genética de determinados grupos sociales.

El término “efecto Flynn” fue acuñado por Richard Hernstein y Charles Murray en el libro The Bell Curve (1994), estos autores lo usaron para describir el aumento en el cociente intelectual que se produce con los cambios de generación, un fenómeno que se ha detectado en numerosas partes del mundo y que Flynn contribuyó a difundir.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “inteligencia” proviene del término latín intelligentia, algunas de las acepciones son las siguientes: capacidad para entender o comprender, capacidad para solucionar problemas, conocimiento, comprensión, habilidad, destreza y experiencia.

Pero también la inteligencia en relación con pensar y establecer asociaciones entre conceptos, solucionar problemas cotidianos, generar nuevos problemas (de mayor complejidad), crear innovaciones y solucionar problemas en el ámbito cultural, pero según Flynn, la hipótesis que mejor se ajusta a los resultados es que las pruebas de cociente intelectual no miden la inteligencia real, sino una parte de ella, la más académica o la que adquirimos con la práctica y el aprendizaje.

Existen tres hipótesis que aportan su parte de verdad, y la conjunción de todas ellas es lo que nos hace lograr este aumento progresivo de puntuaciones en test de inteligencia en la población, así que debemos aprovechar estas ventajas para bien e intentemos hacer de la Tierra un mundo mejor.

La primera indica que el nivel de educación formal de las nuevas generaciones está aumentando significativamente, la segunda refiere que los cambios sociales propician conjeturas inteligentes y la población no pierde el tiempo tratando de hacer que cada elemento de la prueba sea correcto y la última señala que tenemos una mejor nutrición mundial por tanto se induce que los cerebros mejor nutridos permiten a los sujetos a tener un mejor rendimiento en las pruebas de cociente de inteligencia, así como en las actividades cotidianas, aunque esa hipótesis no aplica en todo el mundo.

De acuerdo a que nuestros puntajes de cociente intelectual (CI) han aumentado constantemente, se puede creer que incluso la persona promedio de hoy en día habría sido considerada un genio en comparación con una persona nacida en 1919.

La evidencia más reciente sugiere que esta tendencia puede estar disminuyendo, e incluso invirtiéndose, lo que significa que ya hemos alcanzado la cima del potencial intelectual humano, esta teoría surge ya que un mayor coeficiente intelectual no ha aportado soluciones para ninguno de los principales problemas del mundo o del país: toda vez que tenemos aumento de las disparidades de ingresos, pobreza generalizada, cambio climático, contaminación, violencia, muertes por distintas drogas, entre otros.

Por lo anterior y con el propósito de que no se continúe revirtiendo la evolución del CI es de vital importancia facilitar el acceso a nuestros jóvenes y niños a servicios educativos y entornos sociales saludables para que se reduzcan las dificultades asociadas a la limitación intelectual y este compromiso debe darse de manera coordinada entre las familias, las instituciones y los ciudadanos.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.

El efecto Flynn presenta un informe sobre el aumento progresivo, a lo largo del tiempo, de las puntuaciones que miden la inteligencia de la población mundial, en estas evaluaciones estandarizadas para medir el cociente intelectual, que se revisan cada cierto tiempo.

Con el objetivo de que sean lo más representativas y variadas para poder estudiar la evolución cognitiva de los humanos y aunque las tasas de aumento varían según zonas del mundo, en general se recoge un incremento de estas evaluaciones, y da la certeza de que cada vez somos más inteligentes, más listos y que esta evolución cognitiva se debe a mejoras en la salud, la alimentación o la educación a las que accedemos.

James Robert Flynn (1934-) ha defendido durante su carrera profesional el hecho de que la inteligencia depende en buena medida de factores ambientales, que hacen innecesario recurrir a explicaciones intergrupales, como la superioridad genética de determinados grupos sociales.

El término “efecto Flynn” fue acuñado por Richard Hernstein y Charles Murray en el libro The Bell Curve (1994), estos autores lo usaron para describir el aumento en el cociente intelectual que se produce con los cambios de generación, un fenómeno que se ha detectado en numerosas partes del mundo y que Flynn contribuyó a difundir.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “inteligencia” proviene del término latín intelligentia, algunas de las acepciones son las siguientes: capacidad para entender o comprender, capacidad para solucionar problemas, conocimiento, comprensión, habilidad, destreza y experiencia.

Pero también la inteligencia en relación con pensar y establecer asociaciones entre conceptos, solucionar problemas cotidianos, generar nuevos problemas (de mayor complejidad), crear innovaciones y solucionar problemas en el ámbito cultural, pero según Flynn, la hipótesis que mejor se ajusta a los resultados es que las pruebas de cociente intelectual no miden la inteligencia real, sino una parte de ella, la más académica o la que adquirimos con la práctica y el aprendizaje.

Existen tres hipótesis que aportan su parte de verdad, y la conjunción de todas ellas es lo que nos hace lograr este aumento progresivo de puntuaciones en test de inteligencia en la población, así que debemos aprovechar estas ventajas para bien e intentemos hacer de la Tierra un mundo mejor.

La primera indica que el nivel de educación formal de las nuevas generaciones está aumentando significativamente, la segunda refiere que los cambios sociales propician conjeturas inteligentes y la población no pierde el tiempo tratando de hacer que cada elemento de la prueba sea correcto y la última señala que tenemos una mejor nutrición mundial por tanto se induce que los cerebros mejor nutridos permiten a los sujetos a tener un mejor rendimiento en las pruebas de cociente de inteligencia, así como en las actividades cotidianas, aunque esa hipótesis no aplica en todo el mundo.

De acuerdo a que nuestros puntajes de cociente intelectual (CI) han aumentado constantemente, se puede creer que incluso la persona promedio de hoy en día habría sido considerada un genio en comparación con una persona nacida en 1919.

La evidencia más reciente sugiere que esta tendencia puede estar disminuyendo, e incluso invirtiéndose, lo que significa que ya hemos alcanzado la cima del potencial intelectual humano, esta teoría surge ya que un mayor coeficiente intelectual no ha aportado soluciones para ninguno de los principales problemas del mundo o del país: toda vez que tenemos aumento de las disparidades de ingresos, pobreza generalizada, cambio climático, contaminación, violencia, muertes por distintas drogas, entre otros.

Por lo anterior y con el propósito de que no se continúe revirtiendo la evolución del CI es de vital importancia facilitar el acceso a nuestros jóvenes y niños a servicios educativos y entornos sociales saludables para que se reduzcan las dificultades asociadas a la limitación intelectual y este compromiso debe darse de manera coordinada entre las familias, las instituciones y los ciudadanos.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-generación 19.