/ viernes 6 de noviembre de 2020

¡De bien para arriba! | Habilidades sociales

En esta Era del conocimiento, la sociedad está experimentando múltiples cambios, las estructuras demandan un análisis integral, que permita abordar no solo el capital intelectual sino también los recursos materiales y financieros, en virtud que estos se sustentan en el desarrollo y el crecimiento en las organizaciones, en términos generales, las habilidades sociales le permiten a los seres humanos lograr sus objetivos comunitarios, transformando estas habilidades en comportamientos eficaces y en situaciones de interacción social; las habilidades sociales son el arte de relacionarse con las demás personas y el entorno que nos rodea.

El ser humano por naturaleza es un ente social que busca interactuar con otros individuos, por lo que es fundamental que cada persona posea las habilidades sociales suficientes que propicien relaciones interpersonales constructivas, en esta inclinación natural a la interacción es donde las personas encuentran la satisfacción de sus necesidades de compañía, de convivencia y de ayuda mutua; el ser humano se hace con sus semejantes y de esa forma se construye como persona para manejar de manera eficaz sus relaciones interpersonales, situación que siempre influye en otras áreas de su vida. Es fundamental tener en cuenta las conductas adecuadas para conseguir un objetivo ante situaciones sociales específicas. Las habilidades sociales nos sirven para desempeñarnos adecuadamente ante los demás, es la manera de comunicarnos verbalmente y no verbalmente con quienes nos rodean.

Toda empresa u organización social debe contar con un líder orientado, preparado y capacitado, para enfrentar procesos de negociación con clientes, empleados o distintos grupos de poder, así como también situaciones conflictivas presentes a nivel organizacional o interpersonal, dicho líder debe contar con el conjunto de competencias necesarias a la hora de manejar con éxito un proceso de resolución de conflictos y negociación. Sus competencias le permitirán identificar los comportamientos que pueden aprenderse y cambiarse, retroalimentando su propio proceso de aprendizaje, generando confianza, espíritu de equipo, integración, cooperación y habilidades clave, definiendo a su vez el conocimiento y las capacidades asociadas con un desempeño competente en los procesos de negociación en la organización.

Por supuesto que las competencias y habilidades sociales actuales en el líder generan un conjunto de relaciones y consecuencias influenciando la estructura, las prioridades y la calidad de respuesta de una organización, cuyas características se constituyen en el equilibrio del estilo gerencial. Para cada tipo de negocio hay un conjunto de competencias que maximizan resultados; el impacto puede variar si se trata de un tipo de negocio no estructurado (que no tiene organización, ni estructura organizacional), o uno altamente estructurado (refinería o línea de producción). Por ello, las competencias presentes en el líder son la razón vital para concientizarse de la existencia de las mismas.

Nuestra sociedad está cada vez más globalizada, y nos ofrece la oportunidad de convivir y relacionarnos con personas muy diferentes y comprometidas con el cambio social, pero que a la vez están influenciadas por valores mediáticos como: individualismo, éxito, poder, competitividad o agresividad. Las competencias y habilidades sociales son el resultado de experiencias dominadas por las aptitudes y rasgos de personalidad de los cuales siempre se obtendrá un beneficio para la organización, por tanto, es importante tener un inventario de las mismas, pero más importante es puntualizar sobre cada una de ellas, a fin de predecir las que pueden ser incorporadas analizando las características naturales de cada líder y de cada entorno.

Concluyendo, los comportamientos pueden aprenderse y cambiarse, en tanto que las características personales en un líder son relativamente fijas y en el proceso de solución de conflictos y negociación comprende las competencias intelectuales, personales, de comunicación, interpersonales, de liderazgo y orientación hacia los resultados, necesarias en estos procesos donde la formación, la enseñanza de conocimientos, habilidades sociales y conductas están vinculadas a los objetivos. En conjunto estas competencias se convierten en una expresión clara y específica de la cultura promovida por la empresa y puede utilizarse, por lo tanto, como herramienta de cambio organizacional.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

En esta Era del conocimiento, la sociedad está experimentando múltiples cambios, las estructuras demandan un análisis integral, que permita abordar no solo el capital intelectual sino también los recursos materiales y financieros, en virtud que estos se sustentan en el desarrollo y el crecimiento en las organizaciones, en términos generales, las habilidades sociales le permiten a los seres humanos lograr sus objetivos comunitarios, transformando estas habilidades en comportamientos eficaces y en situaciones de interacción social; las habilidades sociales son el arte de relacionarse con las demás personas y el entorno que nos rodea.

El ser humano por naturaleza es un ente social que busca interactuar con otros individuos, por lo que es fundamental que cada persona posea las habilidades sociales suficientes que propicien relaciones interpersonales constructivas, en esta inclinación natural a la interacción es donde las personas encuentran la satisfacción de sus necesidades de compañía, de convivencia y de ayuda mutua; el ser humano se hace con sus semejantes y de esa forma se construye como persona para manejar de manera eficaz sus relaciones interpersonales, situación que siempre influye en otras áreas de su vida. Es fundamental tener en cuenta las conductas adecuadas para conseguir un objetivo ante situaciones sociales específicas. Las habilidades sociales nos sirven para desempeñarnos adecuadamente ante los demás, es la manera de comunicarnos verbalmente y no verbalmente con quienes nos rodean.

Toda empresa u organización social debe contar con un líder orientado, preparado y capacitado, para enfrentar procesos de negociación con clientes, empleados o distintos grupos de poder, así como también situaciones conflictivas presentes a nivel organizacional o interpersonal, dicho líder debe contar con el conjunto de competencias necesarias a la hora de manejar con éxito un proceso de resolución de conflictos y negociación. Sus competencias le permitirán identificar los comportamientos que pueden aprenderse y cambiarse, retroalimentando su propio proceso de aprendizaje, generando confianza, espíritu de equipo, integración, cooperación y habilidades clave, definiendo a su vez el conocimiento y las capacidades asociadas con un desempeño competente en los procesos de negociación en la organización.

Por supuesto que las competencias y habilidades sociales actuales en el líder generan un conjunto de relaciones y consecuencias influenciando la estructura, las prioridades y la calidad de respuesta de una organización, cuyas características se constituyen en el equilibrio del estilo gerencial. Para cada tipo de negocio hay un conjunto de competencias que maximizan resultados; el impacto puede variar si se trata de un tipo de negocio no estructurado (que no tiene organización, ni estructura organizacional), o uno altamente estructurado (refinería o línea de producción). Por ello, las competencias presentes en el líder son la razón vital para concientizarse de la existencia de las mismas.

Nuestra sociedad está cada vez más globalizada, y nos ofrece la oportunidad de convivir y relacionarnos con personas muy diferentes y comprometidas con el cambio social, pero que a la vez están influenciadas por valores mediáticos como: individualismo, éxito, poder, competitividad o agresividad. Las competencias y habilidades sociales son el resultado de experiencias dominadas por las aptitudes y rasgos de personalidad de los cuales siempre se obtendrá un beneficio para la organización, por tanto, es importante tener un inventario de las mismas, pero más importante es puntualizar sobre cada una de ellas, a fin de predecir las que pueden ser incorporadas analizando las características naturales de cada líder y de cada entorno.

Concluyendo, los comportamientos pueden aprenderse y cambiarse, en tanto que las características personales en un líder son relativamente fijas y en el proceso de solución de conflictos y negociación comprende las competencias intelectuales, personales, de comunicación, interpersonales, de liderazgo y orientación hacia los resultados, necesarias en estos procesos donde la formación, la enseñanza de conocimientos, habilidades sociales y conductas están vinculadas a los objetivos. En conjunto estas competencias se convierten en una expresión clara y específica de la cultura promovida por la empresa y puede utilizarse, por lo tanto, como herramienta de cambio organizacional.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.