Todos hemos escuchado hablar sobre el ADN (Ácido Desoxirribonucleico) y es importante porque es la molécula que contiene la información genética en todos los seres vivos, incluso algunos virus; esta información genética del ADN se organiza estructuralmente en cromosomas, a nivel funcional se organiza en genes, que son piezas de ADN que generan características físicas específicas (como el color de piel, la altura, etc.), dichas características no vienen directamente del propio ADN, sino de una molécula llamada ARN (Ácido Ribonucleico), formada a partir del ADN, la cual codifica una proteína. En esto se centra el dogma de la biología molecular: en el ADN hay genes que generan ARN mensajeros y estos generan proteínas.
En los últimos años la comunidad científica ha estado poniendo su atención sobre los ARN mensajeros capaces de regular la expresión de los genes en múltiples enfermedades, como puede ser el cáncer; existen genes que no se están expresando correctamente, la capacidad de modificar esa expresión y hacer que vuelva a la normalidad, resultaría en la posibilidad de curar esa enfermedad. La misión de esta molécula, una vez dentro de las células del cuerpo, es dar instrucciones para producir las proteínas o los antígenos que nos protejan incluso de virus como el SARS-CoV-2, de tal forma, que, si entramos en contacto con el virus después de habernos vacunado, nuestro sistema inmunológico puede reconocerlo y defender a nuestro cuerpo de él.
Los estudios pioneros del ARN mensajero han sido enfocados en que sean las mismas células del individuo las que generen una respuesta contra un agente externo que amenaza con introducirse en el organismo y precisamente, a finales de la década de los 80, Katalin Karikó, una bioquímica originaria de Hungría, hizo una rigurosa investigación acerca de la sustancia ARNm para combatir enfermedades, en conjunto con el inmunólogo Drew Weissman, ellos abrieron camino para el desarrollo de las vacunas anticovid en los laboratorios Moderna y Pfizer/BioNTech, sus hallazgos pueden hacer posible el combate a esta pandemia; dicho por la propia Katalin Karikó el ARN utilizado es algo completamente natural que está hecho de nucleótidos de plantas, no se utilizan bacterias ni nada desconocido, inclusive los prototipos llevan en uso más de 10 años y son completamente seguros.
Por otro lado, los recientes avances en las investigaciones de algunos de los principales mecanismos moleculares del ARN, permite debatir acerca de sus futuras aplicaciones en la biotecnología agrícola; la seguridad alimentaria derivada de la aplicación de dicha herramienta debe ser prioritaria. Las herramientas biotecnológicas, además de fundamentarse en complejas bases teóricas, deben contar también con un enfoque e interés industrial que permita su aplicación fuera del laboratorio y su aportación al bienestar de la humanidad.
El Covid-19 ha cambiado la forma en la que vivimos y ha afectado a millones de personas de todo el mundo por eso. La aparición en el escenario de la salud mundial de la vacuna anticovid y su aprobación, es una noticia que ha impactado favorablemente en la economía, las bolsas de valores están viviendo días de recuperación y crecimiento, sin duda es una gran noticia para la ciencia y la humanidad. En nuestro país la jornada de vacunación contra el Covid-19 será la más grande en la historia del país, debido a los exigentes retos en logística, transporte, almacenamiento y distribución, los cuales finalmente culminarán con la tan esperada aplicación de la vacuna.
Apreciables lectores, reciban una felicitación efusiva por el inicio de este 2021, recuerden levantar la cara, respirar profundo y sonreír, pues finalmente estamos estrenando año.
Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día... ¡de bien para arriba!
Re-Generación 19.
