/ viernes 27 de noviembre de 2020

¡De bien para arriba! | La vocación profesional

Cuando adolescentes, enfrentamos la decisión de elegir qué estudiar, cuál profesión es la correcta, desconociendo elementos importantes como rasgos de personalidad, intereses vocacionales, aptitudes, habilidades y aunque recibimos orientación, eventualmente nos resulta difícil elegir el perfil idóneo, posteriormente diversos intereses, habilidades o capacidades, el rendimiento escolar en algunas materias como Matemáticas, Ciencias, Civismo, Tecnología, más las influencias del entorno social, familiar y el mercado laboral nos llevan a tomar finalmente la decisión de lo que uno quisiera llegar a ser y la forma de vida que se hace posible al elegir una profesión y por supuesto ser parte esencial en el desarrollo de la sociedad.

La Real Academia de la Lengua (RAE) define la vocación como la convocación, llamamiento, inclinación a cualquier estado, profesión o carrera; de tal suerte que errar la profesión es dedicarse a actividades para las cuales no se tiene disposición, o bien mostrar tenerla para otra que no se ejerce. La vocación no es un asunto de riquezas, sino de corazón, ilusión e ideales, no debe ser el cumplimiento estricto de la obligación, sino del gusto que va más allá del deber, todo el que vive la vocación por su profesión, tendrá el sustento y el gozo que le proporciona dicha carrera profesional.

Hoy en día, hombres y mujeres buscan satisfacer su necesidad de incorporarse al grupo social en el que viven y se desarrollan, para alcanzar esto deben encontrar actividades afines y al mismo tiempo que sean satisfactorias; para la juventud de hoy, encontrar la vocación es mucho más complicado que en otros tiempos, ya que existen un mayor número de empleos y carreras diferentes para elegir, destacando las amigables con el entorno ecológico, la nanotecnología y la robótica, entre otras. Para que esta dinámica funcione de la mejor manera debería existir una relación comunicativa y participativa tanto del estado, de las instituciones universitarias, las empresas y la administración pública, lo que permitiría destacar las profesiones que son prioritarias para la zona o región que se habita y con ello considerar que cada profesión está ligada directamente a la dinámica y creatividad del ser humano buscando aportar a la sociedad, no solo por conseguir un beneficio económico, sino también por alcanzar satisfacción personal, no limitándonos a vivir para trabajar, debemos estar consientes que trabajar es una necesidad con un propósito, razonamiento y encanto, dando también solución a nuestros satisfactores básicos y demás bienes materiales y patrimoniales.

Consideremos también que conforme avanzan en el grado de educación, el número de estudiantes disminuye, este antecedente nos permite darnos cuenta de que el acceso a una licenciatura o ingeniería sigue siendo limitado para la mayoría de jóvenes en nuestro país, de tal suerte que cuando un joven no acierta su elección profesional de una carrera o programa, está afectándose no solo a sí mismo, sino a todo un sistema cultural y económico que está esperando su incorporación y aporte en el desarrollo del país.

Al mismo tiempo es fundamental reconocer en los jóvenes a seres humanos con experiencias de vida importantes y con grandes recursos y cualidades personales, capacitados para tomar decisiones y asumir responsablemente sus sueños y retos. Tomemos en cuenta que los jóvenes no son personajes aislados del entorno social, cuando el joven está dudando de lo que quiere hacer con su vida, en términos de la orientación vocacional, profesional o laboral, centremos su mirada en sus sueños, metas e ideales, siendo más acertado el proceso si comprendemos que el joven se encuentra también entre individuos, ante procedimientos, entre compañeros estudiantes, la familia y la sociedad, y desde esta perspectiva, lo que pasa entre el joven, la escuela y la familia se genera un círculo de convivencia que debiera convertirse en una primera red de apoyo para que el joven que se encuentra en el proceso de tomar una decisión pueda encontrar estimulación, autonomía y confianza, condiciones necesarias para realizar los procesos reflexivos necesarios, con una actitud ejemplar en su accionar y eligiendo las mejores alternativas acordes a su objetivo.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

Cuando adolescentes, enfrentamos la decisión de elegir qué estudiar, cuál profesión es la correcta, desconociendo elementos importantes como rasgos de personalidad, intereses vocacionales, aptitudes, habilidades y aunque recibimos orientación, eventualmente nos resulta difícil elegir el perfil idóneo, posteriormente diversos intereses, habilidades o capacidades, el rendimiento escolar en algunas materias como Matemáticas, Ciencias, Civismo, Tecnología, más las influencias del entorno social, familiar y el mercado laboral nos llevan a tomar finalmente la decisión de lo que uno quisiera llegar a ser y la forma de vida que se hace posible al elegir una profesión y por supuesto ser parte esencial en el desarrollo de la sociedad.

La Real Academia de la Lengua (RAE) define la vocación como la convocación, llamamiento, inclinación a cualquier estado, profesión o carrera; de tal suerte que errar la profesión es dedicarse a actividades para las cuales no se tiene disposición, o bien mostrar tenerla para otra que no se ejerce. La vocación no es un asunto de riquezas, sino de corazón, ilusión e ideales, no debe ser el cumplimiento estricto de la obligación, sino del gusto que va más allá del deber, todo el que vive la vocación por su profesión, tendrá el sustento y el gozo que le proporciona dicha carrera profesional.

Hoy en día, hombres y mujeres buscan satisfacer su necesidad de incorporarse al grupo social en el que viven y se desarrollan, para alcanzar esto deben encontrar actividades afines y al mismo tiempo que sean satisfactorias; para la juventud de hoy, encontrar la vocación es mucho más complicado que en otros tiempos, ya que existen un mayor número de empleos y carreras diferentes para elegir, destacando las amigables con el entorno ecológico, la nanotecnología y la robótica, entre otras. Para que esta dinámica funcione de la mejor manera debería existir una relación comunicativa y participativa tanto del estado, de las instituciones universitarias, las empresas y la administración pública, lo que permitiría destacar las profesiones que son prioritarias para la zona o región que se habita y con ello considerar que cada profesión está ligada directamente a la dinámica y creatividad del ser humano buscando aportar a la sociedad, no solo por conseguir un beneficio económico, sino también por alcanzar satisfacción personal, no limitándonos a vivir para trabajar, debemos estar consientes que trabajar es una necesidad con un propósito, razonamiento y encanto, dando también solución a nuestros satisfactores básicos y demás bienes materiales y patrimoniales.

Consideremos también que conforme avanzan en el grado de educación, el número de estudiantes disminuye, este antecedente nos permite darnos cuenta de que el acceso a una licenciatura o ingeniería sigue siendo limitado para la mayoría de jóvenes en nuestro país, de tal suerte que cuando un joven no acierta su elección profesional de una carrera o programa, está afectándose no solo a sí mismo, sino a todo un sistema cultural y económico que está esperando su incorporación y aporte en el desarrollo del país.

Al mismo tiempo es fundamental reconocer en los jóvenes a seres humanos con experiencias de vida importantes y con grandes recursos y cualidades personales, capacitados para tomar decisiones y asumir responsablemente sus sueños y retos. Tomemos en cuenta que los jóvenes no son personajes aislados del entorno social, cuando el joven está dudando de lo que quiere hacer con su vida, en términos de la orientación vocacional, profesional o laboral, centremos su mirada en sus sueños, metas e ideales, siendo más acertado el proceso si comprendemos que el joven se encuentra también entre individuos, ante procedimientos, entre compañeros estudiantes, la familia y la sociedad, y desde esta perspectiva, lo que pasa entre el joven, la escuela y la familia se genera un círculo de convivencia que debiera convertirse en una primera red de apoyo para que el joven que se encuentra en el proceso de tomar una decisión pueda encontrar estimulación, autonomía y confianza, condiciones necesarias para realizar los procesos reflexivos necesarios, con una actitud ejemplar en su accionar y eligiendo las mejores alternativas acordes a su objetivo.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.