/ viernes 30 de julio de 2021

¡De bien para arriba! | Liderazgo directivo y crisis sanitaria

Aunque el cambio cultural se viene proponiendo desde hace algunos años, la crisis sanitaria y el confinamiento provocado por el Covid-19 están propiciando una evolución y eficacia en los estilos de liderazgo de los directivos en las empresas, los nuevos estilos tienen una dinámica de gestión muy diferente, donde la cultura es inclusiva y participativa, ya que la realidad actual demanda una transformación urgente e inmediata, generando conceptos claros y robustos que influencian de forma positiva el ecosistema empresarial.

El liderazgo directivo se traduce en acciones que se llevan a cabo por un grupo de individuos, con la finalidad de alcanzar objetivos propuestos, metas y estrategias en una determinada organización, esta gestión se establece desde una plataforma que permita una visión profunda de posibilidades reales en una institución y representa un ejercicio de cualidad que demanda un conjunto de capacidades administrativas necesarias para proponer los cambios y acciones suficiente para la aplicación de funciones, tales como el liderazgo, comunicación, toma de decisiones, organización, control y dirección de los procesos inherentes a la producción.

El papel del liderazgo y las adaptaciones necesarias para enfrentar el nuevo escenario, en que el contexto laboral se extiende mucho más allá de la organización y las decisiones están orientadas, no solamente al clima laboral, generar un ambiente más humano, en donde se involucra a la familia e inclusive al deseo solidario de persistencia en el mercado, induciendo a cada uno de los empleados hacia un desarrollo de sinergias afines con una visión grupal que propicie el empoderamiento y la transmisión constante de conocimiento e información.

El cambio cultural debe ser una herramienta que no solo entiendan los colaboradores y clientes, debe proteger el crecimiento económico de la empresa de una forma firme y racional, dando relevancia a los objetivos, buscando nuevas oportunidades de negocio, realizando acciones oportunas en torno a la realidad actual, que todo esto motive a sus colaboradores a seguir adelante, anticipándose a nuevos modelos de negocio que, surjan y busquen en la innovación el sello que defina su integración e imagen empresarial.

La administración actual debe desarrollarse adoptando cambios trascendentales en su gestión, entre ellos está el dar confianza a sus colaboradores, si el trabajo es a distancia, escucharlos, proporcionar herramientas tecnológicas que optimicen el tiempo y permitan una comunicación eficiente y efectiva, usar la tecnología para generar conexión con el líder, el colaborador y el equipo, llegar a la toma de decisiones generando el sentido de pertenencia de los colaboradores para que puedan adaptarse a cualquier tipo de cambio al que tengan que enfrentarse.

La pandemia genera la oportunidad para transformar la empresa, también es una oportunidad para que el directivo pueda realizar los cambios definitivos a su estilo y comenzar a disfrutar de la transformación del equipo de trabajo como resultado de su gestión, la comunicación con claridad es la clave para generar el compañerismo, serenidad y manejo de la situación, protegiendo al equipo de trabajo y sus familias y todo esto en conjunto mejore la performance de la empresa.

Sin duda, la crisis sanitaria también pasará, y a pesar de que ha transformado completamente nuestro entorno de actuación social, educativo, comercial y profesional, el impacto es globalizado y ha descentralizado la gestión, de ahí, la necesidad de líderes en todos los niveles organizativos capaces de poner rumbo a ese proceso de transformación y de respuesta inmediata, como ya se dijo, las decisiones sobre aspectos relevantes de la empresa debe ser compartido, analizado y reflexionado en grupo, pero asumido con protagonismo y liderazgo por el responsable de la decisión.

Concluyendo, el liderazgo participativo e incluyente fortalece la empresa e integra al equipo de trabajo, algo destacado en esta contingencia sanitaria es inducir la resiliencia y fortalecer el “nosotros” en todos los integrantes del equipo de trabajo y poder superar juntos la crisis e incertidumbre, obteniendo como valor agregado una empresa fuerte para enfrentar los nuevos retos del futuro.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.

Aunque el cambio cultural se viene proponiendo desde hace algunos años, la crisis sanitaria y el confinamiento provocado por el Covid-19 están propiciando una evolución y eficacia en los estilos de liderazgo de los directivos en las empresas, los nuevos estilos tienen una dinámica de gestión muy diferente, donde la cultura es inclusiva y participativa, ya que la realidad actual demanda una transformación urgente e inmediata, generando conceptos claros y robustos que influencian de forma positiva el ecosistema empresarial.

El liderazgo directivo se traduce en acciones que se llevan a cabo por un grupo de individuos, con la finalidad de alcanzar objetivos propuestos, metas y estrategias en una determinada organización, esta gestión se establece desde una plataforma que permita una visión profunda de posibilidades reales en una institución y representa un ejercicio de cualidad que demanda un conjunto de capacidades administrativas necesarias para proponer los cambios y acciones suficiente para la aplicación de funciones, tales como el liderazgo, comunicación, toma de decisiones, organización, control y dirección de los procesos inherentes a la producción.

El papel del liderazgo y las adaptaciones necesarias para enfrentar el nuevo escenario, en que el contexto laboral se extiende mucho más allá de la organización y las decisiones están orientadas, no solamente al clima laboral, generar un ambiente más humano, en donde se involucra a la familia e inclusive al deseo solidario de persistencia en el mercado, induciendo a cada uno de los empleados hacia un desarrollo de sinergias afines con una visión grupal que propicie el empoderamiento y la transmisión constante de conocimiento e información.

El cambio cultural debe ser una herramienta que no solo entiendan los colaboradores y clientes, debe proteger el crecimiento económico de la empresa de una forma firme y racional, dando relevancia a los objetivos, buscando nuevas oportunidades de negocio, realizando acciones oportunas en torno a la realidad actual, que todo esto motive a sus colaboradores a seguir adelante, anticipándose a nuevos modelos de negocio que, surjan y busquen en la innovación el sello que defina su integración e imagen empresarial.

La administración actual debe desarrollarse adoptando cambios trascendentales en su gestión, entre ellos está el dar confianza a sus colaboradores, si el trabajo es a distancia, escucharlos, proporcionar herramientas tecnológicas que optimicen el tiempo y permitan una comunicación eficiente y efectiva, usar la tecnología para generar conexión con el líder, el colaborador y el equipo, llegar a la toma de decisiones generando el sentido de pertenencia de los colaboradores para que puedan adaptarse a cualquier tipo de cambio al que tengan que enfrentarse.

La pandemia genera la oportunidad para transformar la empresa, también es una oportunidad para que el directivo pueda realizar los cambios definitivos a su estilo y comenzar a disfrutar de la transformación del equipo de trabajo como resultado de su gestión, la comunicación con claridad es la clave para generar el compañerismo, serenidad y manejo de la situación, protegiendo al equipo de trabajo y sus familias y todo esto en conjunto mejore la performance de la empresa.

Sin duda, la crisis sanitaria también pasará, y a pesar de que ha transformado completamente nuestro entorno de actuación social, educativo, comercial y profesional, el impacto es globalizado y ha descentralizado la gestión, de ahí, la necesidad de líderes en todos los niveles organizativos capaces de poner rumbo a ese proceso de transformación y de respuesta inmediata, como ya se dijo, las decisiones sobre aspectos relevantes de la empresa debe ser compartido, analizado y reflexionado en grupo, pero asumido con protagonismo y liderazgo por el responsable de la decisión.

Concluyendo, el liderazgo participativo e incluyente fortalece la empresa e integra al equipo de trabajo, algo destacado en esta contingencia sanitaria es inducir la resiliencia y fortalecer el “nosotros” en todos los integrantes del equipo de trabajo y poder superar juntos la crisis e incertidumbre, obteniendo como valor agregado una empresa fuerte para enfrentar los nuevos retos del futuro.

Mientras tanto, recuerda que todo está previsto para que tengas un día ¡de bien para arriba!

Re-Generación 19.